Tatiana y yo solíamos ir a un bar donde nos juntábamos con otra amiga de le universidad qué era muy pero muy guapa, aunque a decir verdad, era tan fácil conseguir una noche con ella, qué daba un poco de asco su vida íntima, qué la verdad, ya no era tan íntima gracias a todos esos chicos con los qué me juntaba qué rumoreaban qué ella ya había pasado por su cama más de dos veces. Triste, pero cierto.
Mi vida con mi querida esposa se iba a la mierda, cada día se distanciada más de mí, la extrañaba pero mi tonto y estúpido cerebro no hacía nada para ir con ella y decirle cuando la añoraba conmigo. Aunque es estúpido culpar al cerebro de mis tontas decisiones y ni hablar de mi frío y duro corazón.
Me encontraba en la sala de la casa, donde ella, no quería recordad su nombre, porque hasta recordarla me dolía y eso era lo peor porque ni siquiera nos hemos divorciado y ya me siento como si lo hubiésemos hecho.
¿Es cierto qué entre menos tiempo veas a esa persona a la cual amas, añoras contigo cada maldito día, a esa chica especial qué no suele haber en cualquier parte, a esa mujer a la cual por más qué intentes dejar en un impulso de idiotez, simplemente no la puedas dejar ir?.
¿Y si realmente se dio cuenta qué en estos últimos años la he estado engañando con cualquier tipa barata qué he encontrado?.La música de fondo en aquella fría y opaca habitación de la sala no ayudaba en nada, amaba con todo mi ser la música, cuando se trataba de ritmos lentos, me ponía un poco triste, mi vida no ha sido fácil y sin embargo, esas melancólicas notas, las disfruto tanto como disfruto las melodías qué cuando las bailas, las sientes en cada poro de tu piel. Así de maravilloso es ese sentimiento. Pasión por la música, así lo llamo.
Varías hojas en el suelo se encontraban tiradas, trataba de volver a retomar esos hábitos de escritura. Quería escribirle una carta donde dijera todo lo qué realmente sentía , lo qué me causa pasar cada minuto sin ella, qué sin ella no soy nada, cuanto deseaba desde jóvenes qué estuviéramos juntos, qué formáramos una bella familia, de esas qué sueles leer en novelas y cuentos, qué cada cosa qué hace, es perfecta.
En fin, qué cada centímetro de su piel es puramente bella y qué en específico, me trae malditamente enamorado.
Mi cuerpo estaba algo débil a causa del mucho trabajo en la oficina, tenía una copa de vino en la mesa de al lado, la televisión estaba en silencio pero los destellos qué desprendía hacían qué paulatinamente volteara hacía la dirección en donde se encontraba. Hace varios minutos el teléfono sonaba insistente, pero no tenía ganas ni intentaba contestar, realmente el bajón me estaba dando de nuevo, ¿algo mejor qué eso?. Sarcasmo, como siempre.
Escuché el rechinido de la puerta de entrada, por un momento sentí qué mi corazón se aceleraba a mil por hora, maldita sea, rogaba, añoraba dentro de mí, qué la persona qué diera dos pasos para entrar a la sala, fuera ella.
Levanté la vista y efectivamente era ella, pero algo extraño le ocurría, traía una coleta media desordenada, me miraba detrás de esos lentes negros, su maquillaje estaba corrido, probablemente porque estuvo llorando.
¿Por qué ella y por qué no a mí ?
Cualquier cosa qué le hubiese pasado, preferiría mil veces qué me ocurriera a mí.
Todavía se encontraba parada en la entrada, su bolso parecía qué iba a reventar por tantos papeles qué tenía adentro, venía descalza.
-Hola, Michael.- sonrió ligeramente, como solamente ella sabía hacer.
-H-hola, ¿qué haces aquí?. - pregunté levantandome del cómodo sillón para ayudarle con algunas cosas qué traía.
Al momento qué bajó los brazos ya liberados de cualquier objeto de su trabajo. Me miró un poco angustiada e hizo una mueca.
-Necesitamos hablar.
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FEEL LIKE MAKIN' LOVE |MJ fanfic| |Hot|
FanfictionElla no era una chica como las demás, ella era espectacularmente maravillosa, difícil de describir, veía algo diferente desde qué la vi entrar, con ese maravilloso y deslumbrante vestido blanco. Su forma de ser era muy peculiar, bastante interesant...