Llego la mañana y era hora de ir a la escuela pero me había levantado a las 4:00 am para arreglarme súper bien y dejar a todos sorprendidos ya tenía que dejar de ser invisible tenía que ser yo y deja mi marca en cada lugar así que pare justo enfrente del espejo me despeine y era hora de poner nuestro plan en marcha.
Empecé por elegir la ropa creía que lo más conveniente era una blusa negra con tirantes y era ombliguera, unos leggins negros con agujeros en las piernas se me veían súper bien.
Y después inicié con el peinado decidí plancharme el cabello y después llegó la hora de maquillarnos, me puse la base, el corrector, iluminador, me hice un delineado que están de moda me quedo súper, puse un poco de máscara para pestañas, un poco de delineado en la ceja, sombras oscuras pero que hacían resaltar mis ojos y al ultimo un poco de labial.
Wow había cambiado bastante no me reconocía creía que esa no era yo pero no era momento para reflexiones ni nada me puse unas botas con un poco de tacón y agarré mi mochila y me fui de la casa para ir a la escuela.
Iba por la calle y la gente se me quedaba viendo como si no me hubieran visto jamás mis vecinos me saludaban cosas que no hacían antes pero no daba importancia me senté en la parada del autobús para la escuela y a mi lado se sentó un chico que estaba guapo y se quitó su chamarra de cuero y me la puso sobre los hombros.
~parece que tienes mucho frío.
-jaja la verdad si.
~¿eres nueva en la escuela?
En ese momento note que era cierto todo lo que pensaba era invisible nadie notaba mi presencia si no daba este cambio.
-jaja no llevo ahí desde inicio de cursos solo que obviamente nadie me notaba y decidí dar un cambio.
~ese cambio sirvió mucho porque eres hermosa, oye van a pasar unos amigos para llevarme a la escuela ¿vienes conmigo?
-la verdad si voy no me gusta ir para nada en el camión son inmaduros los que van ahí.
~entonces vente no queremos que la princesa llegue tarde a su castillo.
El no era malo pero no tenía que confiar mucho ya sabia como eran los hombres.