Chocaste tu hombro con el mío en el pasillo y tuve que mirarte. De cerca eras aún más guapo.
Me preguntaste si estaba bien y te disculpaste. Era nuestra primera conversación.
Te dije como me llamaba y te pregunté el tuyo. Aunque ya lo sabía de sobra.
Me dijiste que tenía unos ojos muy bonitos y que podías leerme a través de ellos.
Te pregunté qué leías.
Me dijiste que leías como te daba mi número.
Y te lo di.
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Cartas para él
Short StoryTreinta y nueve cartas para el que parecía el amor de su vida.