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Todo fue muy lento, pues estaba ella entre nosotros. Aún estaba herida y no soportaba que tú y yo hablasemos.

Era mi amiga. La entendía. Pero no porque lo fuese iba a dejar de hablarte y de quererte.

Llevaba queriéndote desde que te vi, ¿cómo dejar de hacerlo ahora cuando por fin te habías fijado en mí?

Cartas para élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora