Vi como andabas rápido hacia nosotras.
Llevabas un cuchillo en tu mano y la gente nos rodeaba. No pude creer que hicieses algo delante de toda la multitud.
Nunca lo habías hecho.
Y era por eso que cuando sentí el dolor me di cuenta de que no había sido nunca mi culpa. Sí era suficiente. Él era un hombre más que hacía esto y yo... una víctima más de la violencia de género.
Decidme, ¿cuándo la justicia funcionará?
¿Cuándo dejaremos de ser asesinadas?
¿Hasta cuándo tenemos que aguantar para que todo esto acabe?
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Cartas para él
Short StoryTreinta y nueve cartas para el que parecía el amor de su vida.