Todo siguió igual durante varias semanas. Tú estabas atento a todo lo que me pasaba y siempre estabas ahí para mí, pero seguías escondiéndome, como si te diese miedo que los demás supiesen que estábamos en una relación.
Decidí que todo aquello debía parar, nunca supuse que te ibas a enfadar. Se lo conté a uno de tus amigos cuando vi que estaba solo en uno de los bancos. A él le sorprendió y no tardó mucho en contárselo a los demás.
Parecías muy calmado cuando me acerqué a ti en la salida, pero me gritaste y me dijiste que no querías saber nada de mí.
ESTÁS LEYENDO
Cartas para él
Short StoryTreinta y nueve cartas para el que parecía el amor de su vida.