Pasaron tres meses y tú estabas feliz. Ella no dejaba de repetirme que no me aferrase a un clavo ardiendo y que tratase de olvidarte.
Veía aquello imposible.
Decidimos que debíamos salir aquella noche. No quería encontrarte allí, aunque sabía que ibas a estar. Necesitaba olvidarme de nosotros por una noche y dejar de querer llamarte.
Tú sabías que te seguía queriendo pero me ignorabas.
Me sentí feliz mientras bailaba junto a ella. Su novio era una buena persona y pasamos a ser un grupo de tres.
Hacía meses que no me veía tan acompañada. Aquello me alegró.
Tú no tardaste mucho en acercarte a nosotros con los puños cerrados. Estabas furioso.
Su novio se negó a que me llevases. Yo quería ir contigo.
Os peleasteis y le rompiste la nariz.
Ella me suplicó que no me fuese contigo, que recordase todo lo que me habías hecho.
Aún así tú y yo salimos de allí juntos. Me llevaste a tu casa y me ofreciste volver a estar juntos.
Fue nuestra primera noche juntos.
ESTÁS LEYENDO
Cartas para él
Short StoryTreinta y nueve cartas para el que parecía el amor de su vida.