23.

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Pasaron tres meses y tú estabas feliz. Ella no dejaba de repetirme que no me aferrase a un clavo ardiendo y que tratase de olvidarte. 

Veía aquello imposible. 

Decidimos que debíamos salir aquella noche. No quería encontrarte allí, aunque sabía que ibas a estar. Necesitaba olvidarme de nosotros por una noche y dejar de querer llamarte. 

Tú sabías que te seguía queriendo pero me ignorabas. 

Me sentí feliz mientras bailaba junto a ella. Su novio era una buena persona y pasamos a ser un grupo de tres. 

Hacía meses que no me veía tan acompañada. Aquello me alegró.

Tú no tardaste mucho en acercarte a nosotros con los puños cerrados. Estabas furioso. 

Su novio se negó a que me llevases. Yo quería ir contigo.

Os peleasteis y le rompiste la nariz.

Ella me suplicó que no me fuese contigo, que recordase todo lo que me habías hecho. 

Aún así tú y yo salimos de allí juntos. Me llevaste a tu casa y me ofreciste volver a estar juntos.

Fue nuestra primera noche juntos.

Cartas para élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora