Doble Misión

897 91 20
                                    

Remus iba furioso, pateando las piedras con impaciencia que se cruzaban en su camino, haciendo que estas acabasen en Chile. El castaño se había indignado profundamente al oír hablar al pelirrojo tan mal del rubio que le respetaba. Lo enfurecía. Odiaba que le hablaran mal de otras personas que él conociese que NO eran así. Que no eran como la gente pensaba. Si, Lucius podía ser frío y un tanto estricto y fulminante en tanto a su manera de hablar, pero era porque se sentía presionado, no por eso debían odiarlo. De ser así, James y Sirius ya lo habrían desechado desde hacía años.

- ¿porque piensan tan mal de él?...-suspiró con fastidio, caminando con serenidad en la cálida plaza del barrio. A 23 cuadras del barrio de Bill- ¿será peligroso este barrio?- se preguntó en voz alta, mientras miraba para los costados.

- ¿y tú que crees?- una voz tras suya lo inquieto.

- Silence...-escuchó sisear atrás suya, y antes de poder voltear, todo su campo visual se había tornado borroso, haciendo colapsar a su cuerpo en un mareo horrible y desdeñoso, que lo obligó a caer al suelo ante la inconsciencia, teniendo a la luna como única testigo.

.

.

.

- Joder, Remus, ¿tenías que irte ahora?- gruñó James con los brazos cruzados.

- ¿Que le pasó a Lupin, Citrino?- James pegó el grito al cielo del susto que se pegó.

- ¡¿y tú que coño haces aquí?!- bramó sorprendido, mientras miraba despectivamente al azabache.

- venía a hablar con ustedes de algo muy importante...-respondió Severus, totalmente frío.

- ¿con nosotros?- repitió confundido.

- más bien, con Sirius....-se corrigió Severus sin cambiar su semblante de desconfianza.

- ah.... ¿y de que? si se puede saber...-preguntó curioso. 

- no es de tu incumbencia, el asunto es con Black... no contigo Citrino...-siseó amenazante.

- ¿y a que viene eso de que ahora tú me llamas "Citrino"?- preguntó con un ladeo de cabeza y una cruzada de brazos.

- es el apodo que tenemos los "Mortífagos" para hablar de ti sin que la mafia te pueda identificar....-contestó frío, mientras se viraba para tomar el pomo de la puerta de entrada de la casa, que ya conocía de antes, del pelirrojo Bill.

- ah...-musitó- ¿y como llaman a Sirius?- preguntó, con esos agarres de curiosidad peligrosa que tanto lo caracterizaban.

- "Moonstone"...-respondió con indiferencia, mientras abría la puerta, para luego mandarse adentro como si de su casa se tratara.

- ¿y a Remus?- preguntó James, sin tomar importancia que el azabache se había metido sin permiso, y solo atinó por preguntar y seguirlo.

- "Fire Opal"....-le respondió sin ponerle atención, mientras buscaba indicios de Sirius, o mejor dicho; "Moonstone".

- ah... ¿yo sigo siendo Citrino?- preguntó, a lo que Severus gruñó, en total desagrado por la extensa curiosidad del león.

- ajá...-fue su única y pálida respuesta.

-ah... ¿y cómo e-?-

- ¡¿PODRÍAS CALLARTE DE UNA BUENA VEZ?!- exclamó frustrado, a lo que James se acojonó en una esquina.

- ¡CÁLLENSE, LOS NIÑOS ESTÁN DURMIENDO!- bramó Bill desde el piso de arriba, sin prestarle atención a la voz de Severus, por no decir; que pasó por alto su presencia.

- ¿Severus?- la cabeza rizada de Moonstone se asomó con curiosidad, y una peligrosa sonrisa se formó en sus labios al ver al azabache parado en la sala.

- ¿ah?...-fue lo último que alcanzó a decir, antes de ser apretujado por los fuertes brazos del de ojos de tormenta, cuyos objetivos fueron los objetos que dieron origen a su apodo mafioso.

- ¡que lindo verte acá!- exclamaba Moonstone, mientras lo levantaba del suelo.

- ¡ba-bájame!- exclamó sonrojado, a lo que el de cabello rizado obedeció, solo que no lo soltó- ¡y suéltame!- exclamó.

- nop, solo puedes escoger una opción, y ya no puedes cambiar- bromeó el castaño oscuro, mientras apoyaba su mentón en la cabeza del azabache.

- ya basta Black, esto va enserio, necesito que me ayudes en algo...-pidió Severus serio, a lo que el castaño asintió.

- ¿que pasa?- preguntó.

- quiero que cumplas un trabajo...-respondió frío.

- ¿como favor?- intuyó.

- como mercenario...- corrigió, mientras pasaba frente a su cara un paquete gordo, repleto de (dios dirá cuantos) billetes.

-...- el de cabellos rizados ensanchó su sonrisa lo más que pudo.

- ¡¿eh?! ¡¿y yo que?!- bramó James decepcionado.

- tú te quedas como estás, que a ti no te necesito, con uno estoy bien, gracias...-le burló Severus por sobre su hombro.

- ¡ahg!- se quejó furioso, mientras se dejaba caer de sopetón en el sillón, cogiendo con brusquedad el control del televisor, encendiendo la TV.

- ¿algún lugar más privado?- intuyó Severus.

- ajá, sígueme...-le guió Sirius, hasta donde vendría a ser su cuarto- ¿de que va el trabajo, y cuanto me pagarás?- preguntó de brazos cruzados, una vez que ambos entraron al cuarto y cerraron la puerta del mismo.

- $700.570, ahora...-Sirius hizo una leve mueca de disgusto ante el bajo precio- cuando acabes con el trabajo te doy lo que falta...-aseguró.

- ¿y cuanto sería eso?- preguntó.

- $400.580...- la respuesta a tanta naturalidad sorprendió a Sirius.

- ¿$1.100.150?- preguntó sorprendido- ¿tan importante es lo que quieres que haga?- preguntó aturdido, notando como Severus hace una mueca de tristeza.

- no lo vas a hacer solo...-aquello asustó a Sirius, ¡la recompensa se repartiría!- ... quiero que tú me ayudes a mi...- aquello calmó un poco al castaño.

- ¿quieres ayuda de mi parte? ¿solo por eso me vas a pagar $1.000.000?- preguntó con un deje de disgusto ante la sola idea de que Severus le pagase por todo lo que le pidiera. Él no quería que fuera así, él quería que Severus le pidiera este tipo de cosas de manera amistosa, no como un cliente a un asesino.

- no te voy a pedir que me ayudes a cruzar la calle, lo que te pediré no es sencillo...- suspiró con cierto deje de molestia- quiero que me ayudes a infiltrarme en el cuartel de la mafia "Italiana"- 

- ¡¿que?!- exclamó sorprendido.

- ¿ya ves? no es sencillo, es por eso que te ofrezco tanto dinero...- se resignó con vergüenza.

- ¿tanto dinero por infiltrarme allí?- reclamó aún sorprendido.

- puedo aumentar el precio si así lo prefieres...-ofreció Severus inquieto, asustado por lo que le pudiese suceder a la criatura que quería sacar de allí.

- ¡¿que?! ¡¿y piensas darme aún más?!- reclamó molesto- ¡no quiero ese dinero!- bramó molesto.

- ¿no?...- preguntó aterrado.

- ¡no!-le gritó con una sonrisa irónica- viejo, yo ya me eh infiltrado allí miles de veces, ya se como salir, como entrar, cuantos guardias hay allí, ya lo conozco todo...-rió Sirius.

- ¿eh?...-fue todo lo que pudo musitar el azabache, sin poderselo creer.

- entrar allí ya es un juego para mi...-rió Sirius.

- ¿entonces... me ayudaras?- preguntó con los ojos cristalinos por la desesperación.

- sin dudarlo, pero... ¿que es lo que quieres hacer allá?- intuyó con las manos en la cadera.

- Canuto...-fue su respuesta- Canuto está allí...-sollozó Severus.


¡Batalla de bandas Rock! (Harry Potter) (YAOI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora