Recuerdos, Y Una Fría Sonrisa

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Tom miraba la contratapa del libro oscuro sobre mitología y rituales vudú con desgano, como si la lectura ya no fuera su más sana satisfacción. Se sentía decaído y deshecho. Vacío.

Desde que James le dijo que no le ocurría nada... Este no le había vuelto a mirar o hablar, lo ignoraba de forma olímpica y fría, cada vez que intentó sacar una ligera conversación con su pequeño Citrino este siempre     chasqueaba la lengua con fastidio u frustración, como si su presencia le fuera una moles esta retornable. Las 12 veces que lo intento... Las 12 veces fue ignorado.

Alto con el castaño no estaba bien, y él vería que era aquello que no funcionaba con James. Él descubriría que rayos era lo que le ocurría a la persona que le había llamado la atención desde aquella vez que lo vio preocuparse por Severus.

- James... - pronunció en el silencio, escuchando como respuesta ese frío chasquido de fastidio de parte del aludido, pero haciendo omisión a ello prosiguió-...¿Que te pasa? Desee hace varias horas que estás de ortibo conmigo... ¿Se puede saber que mierda te hice? - gruñó molesto y asqueado por el arisco carácter del chico.

- no te importa... - espeto sin paciencia ni recoro.

- si no lo hiciera no te preguntaría... - secuenció frustrado por la evasión.

- pues soy no quiero hablar, ¿si? ¿Lo comprendes, no me interesa, si? - siseo molesto, sin mirar ni por casualidad a su respectivo novio.

- ¿así te vas a poner? - gruñó -  bien, como quieras... - decretó al ver que el menor no tenía ni la menor intención de dar respuestas-... No es mi problema si tu cabeza se enmarañó, es asunto tuyo... - frustrado se recostó en su camilla, tratando de dormir, y escuchando el ligero susurro de su amado antes de caer inconsciente por efecto d en mareo y dolor de cabeza.

- tú también estás involucrado con lo que me ocurre... - se entristeció James, desviando la mirada de sus manos a la cortina celeste.

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- ¿esta seguro señor? El joven podría llegar a tener desniveles de azúcar y algún ataque de broncoespasmo, y esto puede llevarlo al asma, ¿esta seguro de que no quiere que el joven Malfoy permanezca una semana más en San Mungo? - titubeó la receptora, tendiendo la tablilla con el alta al serio y frío Sr. Tom Dark Riddle.

- usted solo obedezca a lo que le digo, si quiero sacarlo lo sacaré... Eso me corresponde a mi y esta bajo mi poder decidir aquello... Y digo que saldrá... - gruñó mientras devolvía la tablilla ya firmada por su parte a la enfermera de recepción, quien rápidamente colocó el sello de aceptación de San Mungo, permitiendo que Lucius pudiera salir ya mismo de él hospital-... Ve por Lucius y lleva su ropa, yo mismo lo llevaré a Beauxbatons... - dijo serio a Abraxas, quien estaba serio detrás suyo, mientras que él sin despegar su mirada de la temblorosa e intimidada enfermera, se alejaba unos pasos para que otros pacientes transitaban con facilidad por el estrecho pasillo.

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- Remus, ya es la sexta vez este mes... No... Espera... Es la cuartigésima vez que vienes aquí... - le reprendió la rubia enfermera de ojos plateados. Mientras que Remus solo cabezeaba un poco por la falta de energía, tratando de levantarse de la camilla.

- perdón Madame Trisha...-susurró mareado, sentándose al filo de la camilla.

- no me vengas con tus disculpas, igual se que te voy a tener que curar mañana... - gruñó preocupada la enfermera.

¡Batalla de bandas Rock! (Harry Potter) (YAOI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora