Accidente

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En una mansión apagada, a oscuras, de colores dolorosos y amargos, con escasa luz, alberga a 34 personas, de las cuales 24 son mafiosos armados, 9 eran sirvientes de la casa, y solo 1 era el propietario de la enorme y descomunal mansión, y ese era Abraxas Malfoy. El rubio hombre, viudo (no es novedad, él mismo asesinó a su esposa por haber sido "impura" tras una violación contra su voluntad), con un hijo a su semejanza física, leía y releía algunos documentos que su "Dark Lord" le había ordenado que estudiara y modificara para que estuvieran a su favor moral. Abraxas no desobedeció. Lo hacía con gusto.

- amo, en la línea cuatro...-avisó un mayordomo, asomando apenas su cabeza por la puerta para así mirar al hombre frío e indiferente, para luego retirarse cuando este le hizo un ademán despectivo para que se marchara.

- ¿hola?- contestó la llamada.

- Hola, ¿si?, eh... ¿Abraxas Malfoy?- le habló una voz masculina, titubeante y seca, al otro lado de la línea telefónica.

- él habla...-respondió impaciente.

- le habla el doctor Mcgonagall (N.A: es el padre de Minerva :3)- Malfoy no contestó y solo enarcó una ceja a modo de desconcierto- del hospital San Mungo...- al hombre rubio le estaba dando un tic en el ojo de la desesperación que le causaba la cobardía y lentitud del sujeto al hablar- s-su... su hijo está aquí...- Malfoy abrió los ojos sorprendido- ah... - el doctor solo suspiró antes de seguir- Lucius Malfoy a tenido un accidente automovilístico...- Malfoy solo gruñó, odiando al que haya chocado a su hijo, bien sabía que este era incapaz de chocar.

- ¿cuál es su estado?- preguntó serio.

- está en coma...- Abraxas boqueó unos segundos, sin saber que responder- necesitamos que venga a San Mungo para resolver algunos asuntos...-pidió el doctor, pero Abraxas no podía hacer mas que temblar.

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- Señor Riddle, amo, señor... tiene una llamada en la 2da linea...- le avisó una adolescente de aspecto lunático y cabellos rizados oscuros.

- de acuerdo, gracias Bella....-la anunciada asintió con una sonrisa inhumana, para luego retirarse del despacho del hombre frío- Más vale que sea importante...-siseó, causando temblor a la enfermera que le llamaba.

- señor Riddle... soy la enfermera Lovegood, del hospital de San Mungo, quería avisarle que su hijo, Tomhas Riddle, está aquí, ah chocado con otro auto...- anunció, asiendo que el Dark Lord dejara de respirar.

- ¿él está bien?- preguntó siseante, deseando que la respuesta fuese afirmativa.

- s-si... solo que... por el momento está anestesiado, y en plena cirugía... necesitamos que venga a San Mungo, para arreglar unos papeles... por favor...- pidió amable/titubeante la enfermera.

- iré...-gruñó, atemorizando a la enfermera.

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- Albus, hola...- dijo Minerva, mientras observaba al director en el café público.

- hola, Minerva, querida... ¿que puedo hacer por usted?- preguntó con una linda y simpática sonrisa, mientras daba indicios de que la mujer se sentara frente a el.

- Albus, eh recibido una llamada de San Mungo... -advirtió Minerva, a lo que Dumbledore asintió sin ver el motivo de preocupación- Severus tuvo un accidente automovilístico, y ahora... se encuentra inconsciente...-dijo Minerva, siendo testigo de la inusual ocasión, en la que por fin, Dumbledore, se mostró asustado.

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- ¡Orión, Orión, Orión!- gritaba una mujer, asustada, mientras entraba de golpe al despacho de su esposo, quién hablaba animadamente con un viejo amigo suyo.

- ¿Walburga? ¿que manera de entrar son esas?- preguntó su esposo.

- ¡Orión, Siri y Reg están en San Mungo!- exclamó horrorizada la dama.

- ¿y a mi que con esos vagos desalmados?- preguntó con desdén el hombre al oír el nombre de lo que él supone, alguna vez fueron sus hijos.

- ¡ORIÓN! ¡JAMES TAMBIÉN!- el tal amigo de Orión, volteó a verla asustado.

- ¿James? ¿que pasó con mi hijo?- preguntó asustado el hombre.

- los tres están en coma y cirugía, debemos ir a verlos a San Mungo...- rogó la mujer entre lagrimas.

- pero el hospital está a tres días de aquí...-dijo Charlus Potter.

- no importa, iremos, aunque me tome 2 meses llegar allá...- sentenció la mujer fría, al ver que su esposo iba a negar.

- ve tú sola... Charlus va contigo si le interesa, pero yo no iré a ver a esas escorias humanas...-sentenció Orión, sintiéndose deshonrado al recordar como sus hijos eran llevados por los oficiales de Irlanda.

- Orión... ¡son tus hijos maldita sea!- bramó la mujer horrorizada.

- ¡yo nunca pedía a dos bastardos asesinos y drogadictos como hijos! ¡Esas lacras no son mis herederos, mucho menos mi familia!- bramó el hombre, haciendo que su mujer corriera fuera del despacho, y consiguiendo que Charlus se encogiera en su asiento.

- lo lamento, pero yo iré con Wal....-dijo Charlus, seguro de su decisión.

- bien, hazle como quieras, pero luego no me menciones nada de esos dos estúpidos...- sentenció enojado.

- yo se que todavía los quieres... que estés segado por el dolor de la traición, es otra cosa...-le dijo Charlus, antes de retirarse a consolar a Walburga.

- aún no lo supero...-susurró el último hombre, cuando ya no había nadie.

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- ¿ya llamaron a todos los padres y responsables de los muchachos....?- preguntó un doctor en San Mungo.

- no, señor... todavía no conseguimos dar con la familia de Lupin ni de los Weasley...-dijo l enfermera.

- ya veo...- dijo vacilante el hombre canoso- ¿cómo están los bebés?- preguntó.

- están en perfecto estado, señor... tanto Weasley como el menor de los Black has conseguido amortiguar el golpe justo a tiempo...-dijo la chica, orgullosa de la reacción de los adolescentes inconscientes.

- ya veo... son buenos padres...-dijo pícaro, tratando de aliviar el ambiente.

- ¡señor!- chilló toda colorada la mujer, haciendo reír al doctor.

- ¿que dijeron los padres que contestaron?- preguntó el hombre.

- el señor Malfoy, vendrá ahora, el señor Riddle, vendrá en unos minutos, y sobre la familia Black y Potter... tendrán que viajar durante tres días, señor...-informó, a lo que el hombre suspiró.

- espero que estén bien los chicos, no desearía tener a sus padres a punto de saltarme a la yugular ni a madres llorando, mucho menos ser consciente que fue por culpa mía...-dijo el hombre.


¡Batalla de bandas Rock! (Harry Potter) (YAOI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora