¡Batalla de bandas Rock! (Harry Potter) (YAOI)

Primer castigo

   Luego de varios minutos, Madame Pomfrey curó con la, ya acostumbrada, delicadeza y destreza con la que siempre trataba al trío de Plata luego de sus pleitos, casi semanales. A veces se preguntaba si los adolescentes tenían algún tipo de cronograma con el que los chicos se organizaban las peleas con los demás estudiantes, como si plantearán que los lunes tocan patadas a los alumnos de 6to, el jueves a puño limpio contra los de 7mo. No sabía.

   Luego de de tratar las heridas, mayormente inofensivas y superficiales, de los leones, Pomfrey le indicó a los 5 alumnos presentes en la enfermeria que no intentaran nada raro, para luego salir de la enfermería en busca de el tutor responsable de cada uno. Esta era una muy mala noticia, dado que el encargado de cuidar y guiar a nivel educativo y social en el ambiente escolar a Malfoy, Riddle, y Snape, era Dumbledore. Y para mayor desgracia; Black y Potter, estaban bajo el cuidado de la estricta profesora Mcgonagall, quién aparentemente solo le tenía paciencia y aprecio a Remus, no a ellos dos. James u Sirius, sentían que esa mujer los miraba, casi con la misma, desesperación que a "Los Mortífagos".

- James, ¿Crees que Remus nos mate?- preguntó el de cabellos rizados, mirando al mencionado de reojo.

- No solo lo creo, sino que lo sé, ya casi y hasta puedo verlo- dijo con la mirada fija en la pared de enfrente.

- ¿Tanto miedo le tienen esos dos al castaño ese?- preguntó Riddle, desdeñoso.

- Si le temen por algo a de ser- dijo Lucius todavía pensando en la llave que Sirius le había aplicado a Tom, ¿Estará molesto por eso todavía? se preguntó Lucius, mirando de reojo a su amigo.

- No se olviden que vienen de una penitenciaría, casi una cárcel, debieron tener algún conflicto fuerte para reaccionar así de él- objetó Severus mientras se sobaba el estómago, tenía hambre de nuevo, y el impacto que había recibido en la pelea (en donde gracias a Merlín, no se había metido) solo consiguió acrecentar el vació que sentía, atentando aún más contra el hambre.

   Snape no estaba muy lejos de la realidad con sus insinuación. En Dumstrang, Remus y los otros dos leones, si habían tenido una pelea años antes de ser transferidos a Hogwarts. Remus salió vencedor, los otros dos no. Sirius acabó con dos costillas rotas, el labio partido en tres partes, y un ojo morado. Y James, casi en coma acababa, 9 costillas echas puré, el brazo izquierdo dislocado, la muñeca torcida, y con 5 dientes menos, ni hablar de lo irreconocible de su cara, su cuerpo estaba bañado de sangre. Remus actuó así en defensa propia, ya que fue la primera vez que llegó al instituto Dumstrage, donde esos dos, no solo quisieron jugarle bromas pesadas, sino que también intentaron, bajo un fuerte efecto de droga que habían logrado traficar en contrabando, violarlo. Remus solo se defendió, y antes de llegar a hacerse compadre y colega, casi hermano, del dúo dorado, fue llevado al cuarto "Crucio". Muchas marcas le dejó ese salón esa vez, y se reflejaban claramente como cicatrices en cada parte de su cuerpo, muchas de las cuales, se esforzaba por tapar.

- Gracias Pomfrey, está bien- detrás de la puerta se escuchaba la voz del Director, dando a Severus las ganas de bajarse de su camilla, y corriendo, acostarse en la de Lucius.

- Esos niños malcriados, la van a pagar -los leones de estremecieron al oír el aullido de Mcgonagall.

   Pomfrey abrió las puertas de la enfermería y se hizo a un lado, dando paso a un Director muy sonriente, y una profesora muy enojada. Los leones se encogieron en sus camillas, nerviosos. Sirius incluso se escondió bajo las sábanas. Severus sintió que las ganas se volvieron deseo, y bajó de su camilla, para entrar en la del rubio, quién lo miró impasible y palmeó su espalda con calma.

- Niños - Dumbledore fue el primero en hablar- ¿Están bien?- preguntó calmado, colocándose entre medio de las dos camillas de Riddle, quién de veía claramente confundido por la actitud inusual del director, y en la otra Malfoy.

   Severus, casi con la mandíbula en el suelo, y se aferró más al cuerpo de Lucius, quién sonrió con satisfacción ante el cambio del director. Era bueno saber que al menos el mayor intentaba... ¿Reconciliarse con su nieto?

- Si, estamos bien, gracias por preguntar- contestó Lucius haciendo ademán de levantarse de la camilla, consiguiendo que Severus lo jalara de nuevo a la camilla.

- Me alegra saberlo, Pomfrey les dará algunos analgésicos y luego les daré el castigo - sonrió el anciano antes de dar paso a la mencionada para que esta les diera las pastillas a los tres, aunque Lucius prácticamente no las necesitaba.

- Ustedes dos, están en muchos problemas - se escuchó al fondo de la enfermería.

- LO SABEMOS - confirmaron los dos leones, mientras se levantaban para seguir a la profesora que iba diciéndoles de todo un poco sobre su mal comportamiento.

- Profesora, yo puedo quedarme un rato más ¿No es así? - McGonagall lo fulminó con la mirada- Es que me está matando la columna- se quejó Sirius sin el mas mínimo deje de mentira, realmente, las puntadas en la zona lo estaban obligando a retorcerse, cuya acción no pasó desapercibida ante los ojos de "Los Mortífagos", llamando levemente la atención y a la vez algo de preocupación de Tom, quién fue el responsable de aquel dolor.

- Ash, bien, pero solo una hora más, luego irá directamente a mi despacho - explicó Minerva sin detenerse, siendo seguida de lejos por James, quién le dedicó a su amigo una mirada de "Suerte", a lo que su amigo asintió.

- Vamos muchachos, a mi despacho- dijo suavemente el director, a lo que los adolescentes llamados asintieron y lo siguieron. 

   Una vez en el despacho del anciano, este les ofreció caramelos de limón a los tres, aunque el trío rechazó el ofrecimiento el director sonrió antes de ofrecerles asiento, eso si lo aceptaron. Una vez frente al director este suspiró, llamando levemente la atención de Severus, quién buscó algo de refugio en Tom esta vez, y este, rápidamente se lo dio, permitiendo que este se acercara más a él.

- Severus, cariño, ¿Puedes dejar de hacer eso?- preguntó el abuelo a su nieto, con suavidad, sintiéndose mal por la actitud insegura de Severus.

- No- respondió tajante.

- Al grano, director- sugirió Tom, serio.

- Bien- suspiró de nuevo, acomodándose mejor en su asiento-  Como castigo: deberán limpiar el salón de música, está muy sucio últimamente -dijo el director. El trío de plata no dijo nada sobre que ese castigo ya se los había asignado la profesora Minerva, quién los había descubierto el día anterior allí.

- Bien- contestaron los tres alumnos, con indiferencia. Cuando se levantaron para marcharse Albus llamó a Severus. Este paró, y lo miró, mientras que sus dos amigos le brindaron apoyo con la mirada.

- ¿Puedo hablar a solas contigo?- preguntó suave, a lo que los amigos del mencionado lo miraron, buscando su permiso o desacuerdo ante tal petición. Pero los dos, Malfoy y Riddle, se sorprendieron al ver un asentimiento de parte del morocho, para luego volver a sentarse. Ambos amigos salieron del despacho, con el corazón en la boca por lo que pudiera ocurrir.

- ¿Comenzamos ahora con el castigo?- le pregunto Lucius a Tom. Este asintió y ambos se dirigieron al salón de música.