Capítulo 14

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No se cuanto tiempo estuve inconsciente, pero al momento de despertar un fuerte dolor de cabeza y sed me invadieron. Al ver a mi alrededor, me di cuenta que me encontraba en mi habitación.

Intenté levantarme de la cama pero caí directo al suelo; mis piernas no tenían fuerza. Deben de ser los efectos de la droga que aun no dejan mi cuerpo, por lo que me encontraba algo débil. No sabía en qué momento aparecería el acosador, pero su último mensaje dejó en claro que vendría por mí y no podía quedarme quieto.

Justo en el momento en el que decidí intentar moverme a la puerta, escuche unos pasos que se acercaban a la habitación. Pensando que se trataría del acosador, me escondí lo más rápido que pude debajo de mi cama.

Los pasos se detuvieron frente a la puerta y escuche como la abrían. Contuve la respiración y cerré los ojos mientras escuchaba a la persona entrar.

—¿Basil?—La voz me era familiar—. ¿Estás aquí? No entiendo qué está sucediendo pero planeo ayudar.

Al pensar un poco más, me di cuenta que se trataba de Gilbert. Me asomé un poco y me di cuenta que su rostro se mostraba preocupado y algo nervioso, lo que me decía que no debe de saber lo que sucede, por lo que decidí salir de mi escondite.

Tal vez él pueda ayudarme a salir de aquí.

—Estoy aquí —me levanté del suelo y lo mire—. ¿Has visto a los demás?

Gilbert, al verme salir debajo de la cama, lució algo sorprendido antes de sonreír y acercarse a mi lado.

Antes de poder reaccionar, sus brazos me rodearon.

—No sabes lo aliviado que me siento al ver que estas bien. —Su cuerpo temblaba un poco, lo que me hizo preguntarme si estaba demasiado preocupado antes—. Pero lo que más agradezco en estos momentos... es haber sido el primero en encontrarte.

Lo miré confundido cuando sus brazos me empujaron directamente a la cama. Cuando me di cuenta que algo estaba mal, mis manos habían sido inmovilizadas encima de mi cabeza por su fuerte agarre.

Intenté golpear su abdomen con mi rodilla pero mi pierna fue detenida fácilmente.

—Niño travieso —sus labios se acercaron a mi oreja, susurrando—. Está mal intentar golpear a tu profesor. Debo castigarte.

Mordió mi oreja luego de decir esas palabras, causándome algo de dolor. Su otra mano comenzó a acariciar mi cuerpo mientras deslizaba su lengua por mi cuello.

Mi cuerpo comenzó a temblar por el miedo y comencé a forcejear para librarme de su agarre, pero todos mis intentos eran fútiles y solo lograba detener sus avances un poco hasta que recibí un fuerte golpe en la mejilla. Me había abofeteado.

—Debes comportarte un poco, Basil. —Lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas por el dolor y el miedo, causando que mi cuerpo temblara aún más fuerte, pero mis reacciones sólo lograban excitarlo aún más—. Ah~ no sabes cuánto he deseado ver ese tipo de expresión en tu rostro. Eres tan hermoso, tan perfecto. Siempre he esperado el día en el que pudiera poner mis manos sobre ti y nunca pensé que llegaría ese día.

Su rostro se sonrojaba de la emoción, su respiración agitada mientras su mano apretaba mi cuello con la fuerza suficiente para dificultarme respirar, deteniéndose sólo cuando sentía que ya no podía resistir más.

Comencé a toser mientras trataba de recuperar el aire con fuerza apenas me soltó. Por un momento pensé que moriría de verdad.

—No te preocupes, Basil —sonrió mientras limpiaba mis lágrimas para luego llevarlas a su boca—. No planeo romperte tan rápido, me tomaré mi tiempo contigo. Tendremos mucha diversión juntos, lo prometo.

Sentí como su mano apretaba mi trasero, dándome a entender a lo que se refería con sus últimas palabras.

Mi rostro palideció al darme cuenta lo que me sucedería.

Por favor.

Alguien ayúdeme.

¡Por favor!

Acosado Por Un Psicópata [BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora