Capítulo 1

6.6K 313 83
                                        

      - No puedo creer que tenga que venir a esta ciudad de todos los lugares... - se quejó de muy malhumor, el ceño fruncido y pisando fuertemente debido a la ira, molestia e irritación. -... ¿por qué aquí?, ¿es que no hay otro lugar mejor para buscar a un heredero?, por Dios, ¡está el resto del mundo! - siguió quejándose sin realmente prestar atención a donde iba. Las calles estaban vacías, y solo la luz de las farolas y la luna iluminaban su camino y las aceras del lugar. Ni siquiera había carros en la vía, todo estaba muy tranquilo, para bien o para mal. -... No me digan que es que están buscando a cualquier imbécil... - mascullo aún más molesto. -... no entiendo, ¡hay poderosos mafiosos allá!, ¿por qué tienen que venir aquí?, ¡nadie rechazaría ese puesto a menos que estuviera loco! - ¿quién sería capaz de rechazar un puesto con tanto poder?, tendría que estar loco, pero eso solo lo hacía más extraño... no entendía porque estaban buscando en otro sitio, en otro país, un heredero no debería ser tan difícil de conseguir... ¿Tal vez había algo que no sabía?, el que había sido enviado a encontrar a un heredero legítimo no había sido un hombre cualquiera después de todo...


      - Pero miren a quien tenemos aquí muchachos... - Saltó ante la voz burlona y vio a un grupito de mafiosos que habían salido de la nada en su opinión. Quizás de verdad habían aparecido de la mismísima nada, pero, ¿cómo podía saber?, no había estado prestando mucha atención a donde iba. -... Smoking bomb Hayato... - Mafiosos, no había duda. Sin pensarlo mucho, corrió a un callejón para ganar un poco de tiempo y sacar sus bombas, si ese brillo maniático que tenía no era un indicativo de que querían problemas entonces no sabía de qué era. - ¡Vuelve acá cobarde!


      ¿Cobarde?, no, él no era un cobarde, simplemente era uno temporalmente y muy inteligente, no era tan tonto como para quedarse en medio de la calle con 5 personas armadas en su contra. Hayato hizo una mueca al encontrarse con una pared, perfecto, lo que más necesitaba: un callejón sin salida. Rápidamente se giró y encendió las bombas que tenía en sus manos, tanto por pasar desapercibido... Los hombres se detuvieron, sonriendo al ver que habían acorralado a su presa, su cabeza les daría algo de dinero... un buen dinero.


      - No vas a ser tan idiota como para lanzar eso aquí, ¿o sí? - Confiado, comenzó a apuntar al cabeza de plata con su pistola. Estaba atrapado y listo para ser envuelto en una caja de regalo...


      - ¡Triple bomba! - Idiota o no, si creían que se entregaría así de fácil estaban locos. Los mafiosos huyeron al ver las bombas en el aire, volverían más tarde por los restos carbonizados, pero no se quedarían a sufrir la misma suerte por su estupidez. Hayato sonrió con suficiencia, eso les enseñaría a no subestimarlo, por nada era Smoking Bomb. No obstante, su sonrisa se borró totalmente al ver su nuevo predicamento, tal vez debió de haber pensado en otra cosa antes de lanzar tantas... no importa si corría, no le daría el tiempo para salir de allí antes de que las bombas explotarán, eso claro si no detonaba una antes de tiempo sin querer. Sin querer ver su futuro por más tiempo, cerró los ojos y espero a que su futuro llegar a él con solo el sonido del fuego quemando las mechas y su corazón acelerado en el miedo... nada ocurrió. Ya sea por curiosidad o desconfianza, o tal vez ambas, abrió un ojo luego de casi un minuto, y miró hacia abajo. Lentamente se agacho y tomo uno de los cartuchos de dinamita casi con timidez... las mechas estaban un poco quemadas, pero intactas al igual que el resto del cartucho... Lentamente miró a los demás solo para darse cuenta de que todos los demás estaban del mismo modo. Si no apareciera el hecho de que estaba vivo e intacto, hubiera preguntado como demonios se habían apagado, pero fuera lo que fuera estaba feliz de que así fuera, luego pensaría que demonios había pasado, pero por ahora se iría al primer hotel que encontrará, a tirarse en la cama e invernar.

Night's GamesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora