- ¡HHHHIIIIIIIIIEEEEE!
Como un gato, el chico término colgado de una rama muy alta debido al susto, todo el sueño y el cansancio olvidados. Al medio recuperarse y aún con su corazón a mil por hora, miró con molestia a los culpables de tal grito... imitadores más bien, no hacían nada más que asustarlo y recordarle cuán afeminado sonaba cada vez que gritaba asustado. Las aves parecieron sonreírle antes de volver a gritar, la madre esta por ningún lado... tenían hambre, obviamente. ¿Por qué tenían que despertarlo a él?, a quién debían de quejarse era su madre. Además, ¿que demonios comían los pajaritos?
Luego de casi media hora de oír las quejas (la imitación de sus propios gritos) tan temprano en la mañana, el pobre chico se arto. Para cuando la madre llegó con el desayuno para sus bebés (gusanitos tiernos y recién capturados), se encontró con que su "padre" ya les había conseguido desayuno y se había ido a dormir de nuevo. Dejando los gusanitos en el nido para que no se perdieran, muertos por cia acaso, se acercó a ver el desayuno, no eran gusanos... pero por como sus bebés estaban comiendo (mucho más animados que cuando les traía los gusanitos) debía de ser algo bueno. Con suma curiosidad, el ave metió la cabeza en la bolsa plástica y picoteo las cosas amarillas y planas que allí habían... su conclusión: esto era mil veces mejor que sus gusanitos.
Desde su cuarto de habitación, Gokudera llamaba y escribía furiosamente, había visto a un usuario de las llamas del cielo algo que creía que no iba a volver a ver más en su vida (contando a Nono), en una ciudad invadida de extraterrestres que iban a matarlos a todos. Necesitaba mejores equipos para poder detener a los malos aliens y luego encontrar a ese usuario... tal vez podría ser de utilidad o tal vez incluso un descendiente de alguno de los jefes Vongola, ¿quién sabe?, eso sí... los aliens no habían logrado hacerse con esas llamas también. Si lo habían hecho... ¡Estaban acabados!, ¡totalmente acabados!, esas llamas podían simular muy bien la mayoría de las otras llamas, y no solo eran raras sino poderosas. Hay Dios mío, esto era mucho más grande que lo que había pensado antes...
- Señor, tiene un mensaje. - Nono levantó la vista de sus papeles.
- ¿De parte? - Preguntó con curiosidad, y de muy buen ánimo. Nada de lo que le dijeran le haría borrar su sonrisa, ¡ya tenía un sucesor!, ¡y posiblemente su adorable nieto!, ¿quién no estaría feliz?
- De parte de Gokudera Hayato. - Esto hizo a Nono darle toda su atención al mensajero, él no había oído de ser chico en un buen tiempo. - Esta es el mensaje jefe, ya ha sido verificado, puede abrirlo con seguridad. - Dicho esto, se inclinó respetuosamente y en silencio salió de la habitación, cerrando la puerta detrás de él.
Sin nada más que curiosidad, Nono abrió la carta sin saber que esperar, la carta decía lo siguiente:
"Querido Noveno Vongola,
Le escribo para informarle que ayer alrededor de la media noche, en la ciudad de Namimori, Japón, me encontré con un usuario de las llamas del cielo mientras investigaba el lugar. No vi su rostro ni sus características, estaba en las sombras y desapareció tan rápido como apareció, lo único que pude determinar gracias a la localización de las llamas es que es un usuario bastante joven. Me pareció que esta información le sería útil, si no es así por favor discúlpeme. En cualquier caso, trataré de encontrar más información sobre este usuario.

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Night's Games
Fanfiction¿Quién dijo que buscar un heredero era algo fácil?, quien sea que lo dijo, sería saludado con una pistola en la frente, debido a que "fácil" debería haber sido algo en las líneas de: impredecible y fuera de tu control, algo que no le gustaba. Sin em...