Capítulo 14

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      - Eh, Tsuna... - ¿Cómo lo decía sin ofenderlo o salir muerto? -... ¿de dónde sacaste ese traje?


      - Abuelito me lo dio. – Internamente Takeshi se palmeo la frente ante la respuesta, lo dijo aburrido como si no le importara.


      Tsuyoshi no pudo hacer nada más que reír mientras preparaba el pescado y los demás ingredientes, muy pronto abriría la tienda, y de seguro Tsuna haría uno que otro desastre... por tratar de comer sushi. Que un vampiro le gustara su trabajo sin duda aumentaba su ego, pero eso no se lo diría a nadie. Al parecer, Primo había decidido que Tsuna no fue lo suficientemente tierno ayer, porque... Bueno, si salía lo haría solo, no querían morir tan pronto.


      Pasaron las horas tranquilamente, Tsuna había logrado capturar a Latios y a Latias, y por más extraño que suene, había conseguido a un shinny Lugia, muy pronto atraparía al otro dragón que tanto le gustaba... bueno, dragones en realidad. Si antes tenía dudas, ya no, tenía una fijación con los pokemon de tipo dragón, fuego, hielo, oscuridad y psíquicos, pero sobre todo los dragones. No obstante, eso no quería decir que les gustaran todos los de esas clases... por ejemplo, la tortuga de fuego, Torkoal si no se equivocaba, no le gustaba para nada, le recordaba a cierto anciano que había conocido hace como dos o tres días...


      Iba caminando en la hierba alta, quería atrapar a un Eevee, o varios en verdad, era tan lindo y todas sus evoluciones también lo eran, pero por alguna razón... solo estaba encontrando el "que feo" hongo y la "horripilante" bolsa de basura con ojos. Si, lo admitiría, esos dos no le gustaban, para nada, le daba hasta un poco de asco, Muk era mil veces más lindo que cualquiera de ellos. Todo iba tranquilo, Charizard solo abría la boca y quemaba a todos los pokemon que no quería ver, cuando de la nada, algo le llamo mucho la atención:


      -... pero si es... - Voces sumamente sorprendidas. - ¡Salamander! – Dijeron otras cosas más, pero Tsuna no les prestó atención, centrado en el personaje que sonreía de oreja a oreja una sonrisa bastante maliciosa y ardiendo... ¡Estaba prendido en fuego!


      Apagando el juego, Tsuna se enfocó curiosamente en ese personaje y en la pelea. Estaba rodeado de fuego en todos lados, y no se estaba quemando... quizás no tenía una flama en la frente como los otros fantasmas locos que había conocido, pero tal vez de allí venia la idea... no sabría decir. Tsuna termino riendo hasta más no poder, durante todo el maratón de 3 horas, y cuando termino, Tsuna decidió salir a dar una vuelta, quería probar algo...


      - Tsuna, ¿quieres-bueno, más para mí. – Dijo el beisbolista sentándose en el sillón que Tsuna había secuestrado la mayor parte del día, poniendo una película y comenzando a hacer desastre con todos los dulces que había traído.


      Originalmente eran para Tsuna, pero si él no estaba allí entonces no había más remedio que comérselos el... ¿verdad?


      -... ¿Qué le pasa a la gente hoy...? – Se preguntó en un murmullo Tsuna, escondiéndose detrás de un árbol.


      Sin embargo, Tsuna nunca admitiría que estaba asustado así fuera verdad. Aunque en este caso, estaba mucho más nervioso que asustado, y no debido a que la gente lo estaba mirando (algo que aún no se había acostumbrado lamentablemente), sino debido a que los chicos tenían un leve sonrojo mientras lo observaban, a algunos les sangraba la nariz a cascadas por alguna razón, mientras que las chicas chillaban, lo miraban con celos o querían secuestrarlo para abrazarlo, apretarle los cachetes o llevarlo a una tienda de ropa. Por alguna razón él no quería saber porque querrían llevarlo a una tienda de ropa, o porque los chicos estaban decorando el piso de sangre... le daba hambre pero no planeaba lamer el piso o acercárseles, para nada.

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