África
Después de todo el numerito que se cargó mi jefe no ha salido de su oficina, y faltaba menos, follar en la oficina es normal y más con el mujeriego más solicitado de todo Nueva york o será del país, me da igual. No pude concentrarme en la carta que tenía que redactar, la imagen De mi jefecito exhibiendo su desnudes estaba más que grabada en mi memoria y muy difícil saldría de ahí.
Justo antes de tomar mis cosas para retírarme el rey de roma apareció
—Haz una cita con la secretaria de Wong y lo que vio ahí dentro esta demás decirle que no puede salir de aquí
—La cita ya está hecha, es el 23 de agosto a las 11 y respecto a la otro, no se preocupe lo que usted haga o deje de hacer me tiene sin cuidado, usted es el jefe y listo, ¿Algo más que necesite antes de retirarme?
—Nada más
Tome mis cosas y fui por mi pequeña a la guardería, en recepción me encontré a mi anterior jefe, Ares Marriott, podía ver la mirada lasciva que muchas de ahí le brindaba y quien no lo haría esta para comérselo lento y de avocados pequeños para dure más.
—Como te fue en el primer día
—Si supieras
—Su bipolaridad
—Eso y más... y ¿A usted como le fue?
—Ya hablamos de eso, somos amigos áfrica
—Ok, Ares
—Pues más o menos, no sé quién demonios la contrato
— ¿No da el ancho?
—Es muy lenta
—Ni modos, tendrás que aguantar dos meses
—Espero seguir con vida para eso
—Lo estarás
Me dio un beso en la mejilla y procedió salir igual que yo, llegamos a casa y procedí a realizar las tareas de hogar, Sofí se durmió y aproveche para ver algo en la televisión, la escena de os personas teniendo sexo en una oficina de inmediato me recordó a mi jefe. Apague la televisión y me dispuse a dormir.
—Señorita Woods a mi oficina— pasó delante de mí y su aroma a menta me gustó mucho, entre a su oficina y él estaba parado en el gran ventanal que deja ver a toda la ciudad despertar
—Tome asiento por favor— obedecí rápidamente, se giró y que anonadada por tan bello hombre, no traía corbata, su camisa tenía dos botones sin abrochar dejando ver un pecho firme y marcado, aparte la vista rápidamente para que no se diera cuenta de mi estupidez, pero creo que fue demasiado tarde. Se acercó a mí con sigilo como si fuera un felino casando a su presa, cada vez podía sentir su presencia más cerca no sé si era paranoia mía o ahí dentro había mucha calor.
Un pequeño brinco de susto fue dado por mi reacción al sentir sus manos sobre mi hombros, empezó a masajear con la fuerza perfecta para doblegarme y mantenerme callada, seque estaba mal pero quería seguir sintiendo ese rico placer, cerré los ojos y rápidamente la imagen de él desnudo, me hizo abrirlos nuevamente.
—Relájese señorita Woods— hasta su vos era placentera, mi cuerpo quería mas pero mi mente decía que tenía que pararlo, esto está Mal pero se sentía tan bien.
—Esto está mal señor— dije con todas mi fuerza o eso intente
—Está más que mal— susurro cerca de mi oreja siendo que mi cuerpo temblara como gelatina, sus manos fueron bajando hasta llegar al primer botón de mi camisa y abrirlo, el segundo cedió sin problema alguno al igual que un tercero asta dejara expuesto mi cuerpo.

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Sedúceme despacio.
RomanceAveces no es necesario tanta frialdad en una persona, aveces el calor que buscamos no esta en la gran lista de cuerpos que fueron usados para avivarnos, aveces no buscamos esa manera de salir y nos adentramos mas. Aveces solo basta una mirada cál...