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África Woods




Quien se cree este tipo para hablarme de esa manera, era más que obvio que no iría esa gala, eso no está dentro de mis obligaciones a de mas hoy es viernes y ya tengo planes con mi pequeña.
Todos los viernes transmiten una película de época en los jardines de Central Park, hace unos meses lo descubrimos y hasta la fecha no hemos faltado a ninguna. Si hay algo que le gusta a Sofí es el césped por qué le gusta no tengo ni la menor idea.

Salí de Marriott Company con dirección a casa para cambiarnos por lago más cómodo, platique por teléfono con mi amigo Alex por un rato e emprendimos el viaje de aventuras solo nosotras dos. Compre unas bebidas para pasar el rato viendo la película, Sofí rodaba por el césped sin que le molestara. La película termino y mi pequeña también. Llegamos a nuestro edificio dejando su pañalera en el carro mañana vendría por ella, tome a mi bebe en brazos y nos dirigimos a nuestros piso, solo al llegar a recepción olí el perfume de mi jefe más bien el que mi jefe usa, sonreí y fui directo al ascensor.

— ¡Cómo te atreves a humillarme de esa manera!- no fue necesario girarme para saber quién era el imbécil que está gritando y tampoco a quien le gritaban, Sofí se asustó y empezó a llorar como solo ella sabe hacerlo, no me gire, no me detuve, no le hice caso, llame al ascensor y no tardo ni un minuto y sus puertas se abrieron

— ¡Te estoy hablando maldita sea!— grite todo lo que quiera estúpido animal, entre y me gire para verlo y decirle que esto no se va a quedar así solo con la mirada, sofí no dejaba de llorar y no lo hizo por un largo rato, la dormí y le di en baño con toallitas húmedas, en eso si se parece a mí cuando duerme no hay poder humano que la despierte.

Nicholas, Nicholas, Nicholas esta de saldrá caro pedazo de estúpido, sexy estúpido, está bien sexy, caliente y todos los demás adjetivos para describir a mi jefazo. Todos estos días me siento más nerviosa su mirada es muy penetrante, veo como me observa y me siento cohibida y a la vez excitada, quien no se excitaría con un hombre como el, me deberían de dar algún premio por haber aguantado todo este tiempo sin tirarme a sus brazos

El día de hoy subió de tono sus intentos de seducirme, primero me dio el susto del siglo al entrar a su oficina y ver todo el desastre y ha el sentado tomándose la cabeza con las dos manos, pero no fue nada grabe el muy estúpido se emborracho y al parecer quiso decorar su oficina.
Segundo; el cual fue lo mejor, entre a su oficina pero no lo vi por ningún lado, escuche el agua caer y me gire con dirección a su baño y ahí estaba el, en todo su esplendor y desnudes frente a mi cubierto por el agua que caía por todo su cuerpo de infarto, dejo la puerta abierta el muy cabron para que lo viera, se lo agradezco pero no me quede más tiempo aunque quisiera no solo ver, salí de la oficina y me senté a mi silla recordando la silueta de ese hombre y cada una de sus partes.

¿Si me acuesto con el que pasaría después? ¿Mi trabajo se vería afectado? ¿Por qué Nicholas? ¿Porque haces eso? y yo que llevo casi dos año sin sexo. Me cambie de ropa y me prepare para dormir.

Son las 11am y sofí rueda por la alfombra de la sala mientras yo desayuno, estos días se ha intentado parar y lo ha logrado con ayuda de los muebles y también ya le salió un diente. Tranquilamente la observo hasta terminar de comer, la meto en su corral para tomar un baño rápido. El maldito timbre esta suene y suene que acaso no puedo tomar una ducha tranquila y decente, lo deje sonar hasta que se cansaron, a medio vestir volvió a sonar, me puse una polera sin sujetador encima y abrí la puerta.

¡Sorpresa! Sí que sorpresa, ¡el jefazo!, mi jefe parado con cara de idiota frente a mí.

— ¿Si?
—Buenos días señorita Woods— porque tiene que lucir tan caliente.
—Buenos días
—yo... mmm... yo— hasta tartamudeando el estúpido luce caliente
—Es fin de semana, descanso de usted, ¿Que necesita?
—Quería... yo...— maldito me está mirando las tetas, me cubro con mis brazos y eso lo casa de embobamiento
—Me va a decir que es lo que quiere o ¿Me seguirá mirando las tetas?— su rostro se ruborizo y realmente me gusto, desde que trabajo con él nunca lo he visto así, hay Nicholas ya sé cómo vengarte lo de ayer.
—No... Yo... digo si...no, no le estoy viendo...
—Al grano Nicholas que no tengo tiempo
—Este... vine a disculparme
— ¿Porque?
—Por lo de ayer, discúlpame— el muy patán de reojo me seguía viendo las tetas, baje mis brazo y el trago en seco.
—Con respecto a eso, que le quede claro, usted no es nadie para gritarme, fuera del trabajo usted están común como yo, así que si lo vuelvo hacer créame que ese rostro que tiene no lo va a salvar y ahora si no tiene otra cosa que hacer vaya a molestar a alguien más...
—Traje esto— dijo con un conejo en mano e irrumpiendo en mi casa, eso no, no, no, no
—Hey alto ahí— lo detuve antes de que terminara de entrar
—Ya te pedí disculpas, es de mala educación dejar a las personas fuera- así, ya recobro su carácter bipolar
—Pues me vale, así que tome su regalo y salga de mi casa
—Deja el drama quieres
—Se lo advierto
—Que va hacer— no quería hacer pero usted me obligo, tome fuerza y prepare mi puño tal como los chicos me habían enseñado y lo lleve justo en su barbilla, me dolió lastimar ese rostro
—¡Qué diablos te pasa carajos!— grita retrocediendo y limpiando el labio partido, dios bendito que hice ahora, si me he pasado, por los nervios lo termine de empujar afuera y cerré la puerta de golpe.

Estoy muerta, madre santa ¿y ahora que are?, aunque yo no tuve la culpa él fue quien me provoco, ¿y si me despide? ¿Empiezo a buscar trabajo nuevo?, yo digo que sí, tenías que golpearlo África. Pase todo el resto del día pensando en los posibles resultados y cada uno me llevaba al despido. Me arregle y a sofí, teníamos que salir de ahí y Central Park fue la solución, sofí disfrutaba del paseo en su carrito mientras yo no podía olvidar lo que había hecho.

Al regresa antes de entrar a la casa vi el conejo que traía mi jefe hoy en la mañana, antes de que lo tomara sofí se estiro y logro alcanzarlo desde su carrito.

Solo al entrar a mi trabajo los nervios se estaban apoderando de mí, fui a dejar sofí creo que hoy seria nuestro último día, reuní fuerza o eso intente, subí al ascensor y hoy el viaje a mi piso se hizo eterno. Las puertas se abrieron y deje salir el aire que tenía acumulado, tome asiento en mi lugar y creo que por inercia empecé a redactar mi carta de renuncia. El sonido emitido por el elevador me hizo ponerme alerta y nervosa al máximo, podía escuchar los pasos de Nicholas sabía que era el por ese aroma tan suyo, perfume y del caro, no levante la vista y tampoco lo salude.

Los nervios estaban jugando conmigo, respire varias veces antes de levantarme e ir a realizar mi trabajo
— ¿Piensa venir o qué?— la voz de Nicholas me saco de mis pensamiento lo vi y traje saliva cuando vi el moretón en su lindo rostro.

¡Estoy despedía!









Sedúceme despacio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora