ÁFRICA WOODS
¿Cuantas veces han visto a su jefe desnudo?, pues yo varias veces contado lo de ayer, aun no me puedo quitar las imágenes de mi cabeza. Todos estos días sus miradas y palabras son muy directas, algunas veces he estado a punto de flaquear y caer en la tentación, ¿pero quién no caería antes un hombre como él?
El debe tener a montones de mujeres a su alrededor y él lo sabe muy bien, ayer quería hablar acerca de todo lo que está pasando, todo este rumor me está comiendo la cabeza, a veces siento que me siguen pero por mas que busco no logro acertar en mis sospechas. Regresando al tema del jefe desnudo, la primera vez fue en su oficina cogiendo se a su novia o no sé qué sea de ella, otras veces lo he escuchado en el baño masturbándose y ayer.
Flash back
Cuando estaciono el auto enfrente de ese lugar mi cuerpo se puso alerta, pensé que se vería con una de sus putas lo cual descarte ya que me había traído con él y según él tenía un compromiso impórtate, bajo del auto y espero a que bajara pero por más que mi cuerpo quería bajar me quede sentada, no sabré que encontraría o la situación que vendría después.
[...]
Al estar en el área de lokers aún no me cabía la idea de tomar un masaje el cual mi jefe había pagado, ¿pero quien se resistir a eso?, un masajes era lo que necesitaba, mi cuerpo lo pedía agritos, salí de ahí y entre a la cabina que me habían indicado antes. ¡Wow! ¡Si Wow! ¡Santa virgen de la papaya!, sus ojos me miraban con más intensidad de lo normal, me sentía cohibida estar desnuda, bueno la bata me cubría pero aun así me sentía rara. No pensé que el masaje lo tomaríamos junto, pero lo poco que llevo trabajando para el debí de suponerlo.
Este no pierde la ocasión para hacerme caer en tentación, me acerque a la cama de masaje que esta aun lado de él, me acosté boca bajo con la bata puesta, la señorita me cubrió con una sábana muy ligera y me desnude, mi cuerpo ardía, sentía su mirada en todo mi cuerpo, di un largo suspiro y decide disfrutar del masaje. Las manos de esta chica eran mágicas, mi cuerpo esta flojito y cooperando, cuando me pidió girarme lo dude un segundo, mire a mi jefe y estaba con los ojos serrados así pensé que estaba dormido, me gire y la chica empezó a trabajar mi cuerpo nuevamente.
Por un momento me perdí en el placer que estaba recibiendo y no hablo de uno con final feliz, abrí los ojos y lo primero que vi fue a la terapeuta que atendía a mi jefe más animada, la cara de mi jefe decía que lo estaba disfrutando, la chica se movió un poco y pude ver porque tenía esa maldita sonrisa, la muy zorra le estaba dando su masaje pero este si incluía el final feliz.
Hice que mi terapeuta se detuviera, por ende la otra dejo de hacer lo que estaba haciendo, les pedí que salieran, me cubrí con mi bata y me acerque a él, ver otra ves el miembro de mi jefazo era algo difícil de creer pero de buen aprecio, está dotado de eso no hay duda, la toalla que cubría su erección esta levantada dejando nada a la imaginación. Le hable dos veces pero no despertó intente una vez más pero lo único que conseguí fue que se volteara, si con la toalla ya era algo excitante y de buen ver ahora sin ella era mucho mejor. Al girarse la pequeña tolla que cubría su virilidad se calló, al igual que un poco de mi baba, el muy maldito esta súper bueno.
No tenía por qué tener estos pensamientos pero soy mujer y a cualquiera al ver un hombre así definitivamente fantasearía con él. Pensé en dejarlo ahí e irme y que él se las arreglará cuando despertara pero algo me diecia que eso sería una completa estupidez. Tome valor nuevamente y le volvía hablar unas 2 veces más pero fue en vano al igual que las anteriores, no quería hacerlo pero es por mi trabajo, con una sonrisa de oreja a oreja tome vuelo para que mi palma tocara ese trasero.
No sé quién de los dos se llevó el susto de su vida, yo por haber nalgueado a mi jefe o el por el golpe sorpresivo que recibió, como pudo se sentó y le arroje una toalla, el la acodo pero todo con su mira en mí, si me sigue mirando sin duda caeré en la tentación. —Eres un pervertido— señale su entrepierna y lo único que recibí a cambio fue esa sonrisa tan suya, no, no me acostare con él, Salí y fui a tomar una ducha y a reglarme. Según yo las mujeres tardamos más para arreglarnos pero esto ya es el colmo, se estar tardado demasiado, a paso firme fu a buscarlo eso implica entra en el área de caballeros pero no me importo.
No fue necesario ir por toda el área a buscarlo, al avanzar unos pasos dentro del lugar se podía escuchar un golpeteo y un sinfín de gemidos, consciente de lo que encontraría seguí de donde provenían todo ese alboroto, verlo tomar a la terapeuta me sentí roja de la pena por ver tal acto pero mi cuerpo no respondía, me quede ahí viendo como él la tomaba con fuerza y la cara de placer de ambos. Todos hemos visto alguna película porno de eso no hay duda pero verlo tomar a esa mujer me resulto muy excitante sin duda esa imágenes las recordaría por mucho tiempo.
Fin del flash back
No si usted podría aguantar caer ante el pero yo digo que estoy a nada de ceder, el teléfono empezó a sonar y era Raúl el esposo de Susan. Ella ya empezó con la labor de parto me pidió que le avisa a mi jefe. La hermosa familia que está dentro del cuarto está completamente feliz, me recordó al día en mi tuve en mis brazos a mi pequeña. No tardamos mucho en el lugar yo regrese a trabajo solo tenía algunos trabajos que realizar y podría salir antes. El jefe se retiró y eso fue un gran alivio termine lo más rápido que pude y baje hasta la guardería para buscar mi pequeña.
Estaba por llegar a mi auto pero podía sentir que alguien me esta siguiendo, Sofí no dejaba de reír, yo apresure el paso, busque las llaves en mi bolso y cuando las encontré desactive la alarma y abrí la puerta del piloto, me subí en ella y le puse seguro, intente ver si era real mi paranoia o solo mi imaginación. Pude respirar tranquila al no encontrar a nadie, no salí del auto eso fue más que obvio, solo me pase al asiento de atrás y acomode Sofía en su asiento, unas luces iluminaron toda la parte de tras del auto un rechinido de llantas me puso alerta me aferre a la silla de seguridad de Sofí y la envolvía con mi cuerpo.

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Sedúceme despacio.
RomanceAveces no es necesario tanta frialdad en una persona, aveces el calor que buscamos no esta en la gran lista de cuerpos que fueron usados para avivarnos, aveces no buscamos esa manera de salir y nos adentramos mas. Aveces solo basta una mirada cál...