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NICHOLAS




Al salir del elevador esperaba ver a mi secretaria pero no fue así, tenía que guardar reposo por unos días, le di una semana. Hoy no había descanso alguno, junta tras junta, quería un respiro, una de las chicas de recepción me hizo el favor de traerme la comida que había encargado, apenas estaba a punto de probarla cuando el alboroto afuera de mi oficina me saco de quicio. ¿Quién demonios hace tanto escándalo?

—se les ha dicho que no pueden pasar— el jefe de seguridad de mi empresa está deteniendo a unos tipos
—no haga cosas estúpidas señor...
— ¿qué es todo este escándalo?— me pare justo enfrente de ellos
—Nicholas Marriott queda bajo arresto por amenaza de muerte y agresión física y psicológica— uno de sus mastodontes me tomo con fuerza, coloco mis brazos tras mi espalda y me esposo. Aun no salía del shock
— ¿me pueden explicar que está sucediendo? ¿Amenaza de muerte? De ¿qué diablos están hablando?
—le pedimos que guarde silencio, todo lo que diga será usado en su contra- no entiendo nada.
—llama a mi hermano Ares coméntale lo que acaba de pasar y dile que llame a mi abogado— le dije al de seguridad, el asintió y se dirigió al teléfono.

No sé qué es todo esto, no tengo ni las remota idea de lo que está pasando, pero definitivamente esto no se va a quedar así. Al salir del elevador todos me ven con cara de asombro y quien no, se están llevando al jefe esposado como si fuese un vil criminal. Al llegar a la delegación donde me procesarían me volvieron a repetir los cargos y fue ahí donde todo se aclaró, Natasha Weber está de tras de todo esto. Mis ganas de destruirla se incrementaron, no habrá lugar en la tierra donde se pueda esconder de mí.

No fue necesario usar mi llamada, Ares y mi abogado llegaron enseguida, empezaron a realizar su trabajo y se me explico mejor la situación. Natasha realizo la demanda y con ella las evidencias que me incrimina, en el estado en que presento a realizar la dicha demanda le favorece mucho. Alguien le había proporcionado una paliza, no digo que estoy feliz por lo que le pasó, a ninguna mujer se le debe golpear por más que sea una... dejémoslo que no se deben golpear a las mujeres. Me explicaron cuál sería mi defensa, aunque se veía complicado, según mi abogado no iría a prisión y más le valía por todo el dinero que se le está pagando. Pase la maldita noche tras las rejas, no me hizo nada de gracia pero me tuve que aguantar, a primera hora mis padres, hermanos y el abogado llegaron. Mi padre está furioso con esta situación, mi madre lloraba por verme tras los barrotes y mis hermanos pue ellos solo esta ahí.

El abogado movió sus contactos y saco un amparo, pude salir de la cárcel pero aun los cargos siguen y el juicio se llevaría acabo el día de mañana. Al salir del lugar una ola de reporteros nos asecharon como aves de rapiña, no hubo nada que decir cada uno subió a sus autos y fuimos todos a mi casa. Agradecí al tomar una ducha, realmente la necesita, mi cuerpo se relajó bajo el chorro de agua fría. Me puse un pans y un playera de cuello V, baje a la sala para hablar con mi familia, estuvimos unos minutos cuando un ruido espantoso nos hizo detener la conversación, ¿de dónde provenía dichoso ruido? Nada y nada menos que de mi estómago. No había probado bocado alguno desde la mañana del día de ayer, es más que justo que mi cuerpo me pida comida. Mi madre fue a la cocina a preparar algo, aunque hay alguien que lo puede hacer ella decido hacerlo. Después de unas horas mi familia y abogado se retiraron, la casa volvió a quedar sola, salía al patio trasero y me entretuve con bruno, jugamos por unos minutos y después decidí tirarme a la piscina con todo y ropa, así estuve por unos 20 minutos o más hasta que decidí quitarme la toda y quedar en bóxer, empecé a nada, le di tres vueltas completas a la piscina hasta que por instinto me de tuve ya que sentía que alguien me estaba mirando. Mis ojos se fueron alzando desde sus piernas hasta su rostro, mi sexi secretaria esta parada frente a mí y en sus brazos tenia a Sofí, las dos sonrieron al verme y les respondí del mismo modo. Me acerque hasta donde estaban ellas y de un impulso salí de agua, camine hasta donde había toallas y tome dos y regrese hasta donde estaban ellas. Me enrolle una toalla en la cintura y con la otra terminaba de secar mi cuerpo, todo bajo la mirada de la señorita Woods. Era obvio que yo lo hacía con intención de provocarla.

—Me entere de lo que paso, ¿estás bien?
—Sí, gracias por preocuparte
—No me preocupe, solo que mi lado chismoso quería saber de primera mano lo que había pasado— reí ante su respuesta
— ¿piensas vendérselo a alguna revista acaso?
—Tal vez ¿Cuánto crees que me paguen por una exclusiva así?— seguía riendo, tome a Sofí y coloque en mis brazos, ella no decía nada solo jugaba con sus dedos.
— ¿Y tú como sigues?— pregunte observándola
—bien
— ¿Y dónde está Hugo?— busque al guardaespaldas que le había asignado
—Se quedó con los otros en la entrada
—Se supone que no las dejaría solas
—No tiene por qué hacerlo, no lo necesito —Chocaron tu auto con hazaña y me dices que no los necesitas! Vaya estupidez la mía entonces— alce demasiado la voz que sofí comenzó a llorar. Me enoje más por provocar eso y no porque ella esta negada a que la cuiden. Le devolví a sofí y me levante de donde está sentado dándome la vuelta, no las deje solas solo suspire largamente y me acerque para tomar a Sofí nuevamente, la calme muy rápido pero yo creo que fue al revés. Sus manitas acariciaban mi rostro, y en su idioma me decía lo guapo que me veo o eso espero
—Papá
—Así es mi pequeña papá— los dos nos reímos no hay duda que ella es mi hija. Regreso a sentarme a lado de su madre y ella me mira incrédula, abre la boca y la cierra nuevamente, quiere decir algo pero no logra hacerlo, me jactaría de provocar eso en las mujeres pero conociendo a la señorita Woods dudo que sea impresión lo que le haya causado.

— ¿Qué pasa?— pregunte apartando a sofí de la toalla que tenía en el hombro
—Nada... ¿podrías ponerte algo de ropa?— no me acordaba que solo traía la toalla, nos encaminamos a la casa, de di a sofí y subí para ponerme algo cómodo, baje lo más rápido que puede y solo para encontrarme con Natasha en la sala de mi casa. La pregunta del millón de dólares es, ¿quién demonios la dejo pasar?
— ¿Que estas asiendo en mi casa?— esa mujer hace sacar lo peor de mí, me muestro recio ante su presencia
— ¿Veo que tienes compañía querido?— que estas tramando, tome el teléfono y le marque al guardia de seguridad para que viniera y la sacara de mi casa, hizo un drama por la forma en que la sacaron pero no me importa, ni por más que la golpearon aun no aprende esa mujer, aclaro yo no provoque esa situación, alguien no le habrá caído bien y se la porreo, conociéndola estoy seguro que fue su altanería.
—Recuerda el dicho querido "ojo por ojo y diente por diente"— su mirada no estaba en mi si no en mi reina y mi princesa. Maldita sea.
— ¿Una de tus amantes locas?— me gire a verla tanto ella como la bebe me miraba seriamente, no pude evitar reír, pero esta vez lo hice solo, la pequeña no me acompaño como siempre.
—No, solo una loca desquiciada que se cruzó con su pesadilla— son reí falsamente y me acerque para tomar a Sofí pero ella me lo impidió
—Ven con papá cariño— esta vez mis dotes estaban fallando, la niña no quería venir conmigo
—tú no eres su padre y te pido que arregles esa con función sino yo lo haré y créeme que no te gustara la forma en que hago las cosas— con esa palabras me dejo ahí parado, solo, solin, solito.

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⏰ Última actualización: Jan 27, 2018 ⏰

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