NICHOLAS
Nueve días ha pasado desde que África Woods esta como mi secretaria, cada uno de los malditos días luce mejor de lo que espero, todos los días al llegar puedo percibir ese maldito pero afrodisíaco aroma suyo. Por más que le he tirado cada uno de mis arma para llevarla a la cama, en ninguna ha caído, a veces he pensado que es lesbiana pero la descarto rápidamente.
Un mujer como ella debería estar en mi cama aunque sea una sola vez, todos estos malditos días agonizo al verla, parezco un adolecente hormonado, por lo menos una vez me tengo que auto satisfacer en el baño de mi oficina, suena mal, lo sé pero no sé qué está haciendo esta mujer conmigo.
Ayer sin querer la vi observándome, su mirada era de deseo, esa mi rada la conozco muy bien, pero aun no entiendo porque maldita sea no se anima a darme una maldita señal para que la aborde y hacerla sucumbir ante mí. Hoy tendría que decir sí o sí, no había otra opción, y vaya plan que me he montado para que eso suceda.
Le di tantas vueltas ayer que he logrado el mejor plan para llevarla a la cama, sabiendo que puedo tener a cualquiera hago todo esto para que todo lo que se dice de mi como el mujeriego estrella y todas caen en sus redes sea verdad. Es una completa estupidez lo sé pero creo que el que habla es mi maldito orgullo pero me importa una mierda de una u otra forma ella será mía.
Me levanto del maldito sofá de mi oficina con una resaca de los mil demonios, entre abro los ojos y veo mi oficina hecho un desastre, de tan solo recordar me da hasta pena. Veo el reloj y son exactamente las 9 maldigo en voz alta y para mi sorpresa la puerta se abre de golpe dejando ver a mi sexi secretaria con cara de susto.
Preferiría verla con cara de placer pero eso será después, entra a la oficina y ve todo el desorden que ocasione, lleva sus manos a la boca y su expresión es muy notoria
— ¡Joder!— termino por entrar y examino todo el lugar, reparo en mi estado y se acerca a mi
— ¿Se encuentra bien señor?- no hacia otra cosa que grabar todo su figura en mi mente, hoy trae un pantalón ajustado color negro y uno zapatos de tacón con una blusa color rosa o algo parecido que la combinaba a la perfección, inhalo profundo cerrando los ojos y ese aroma que me pone a mil se impregno en mi nariz y podía jurara que en la oficia también.
Abrí nuevamente los ojos y ella está algo desconcertada con la botella de whiskey en la mano, des pues de dar uno que otro consejo o más bien diría reprendas salió de mi oficina, el dolor de cabeza era insoportable pero verla ahí para en mi oficina enojada me excitaba. Parezco u maldito psicópata sexual, pero esas malditas ganas no las he podido saciar con ninguna de las mujeres que he llevado a mi cama, con ninguna.
No tarda ni 5 minutos y vuelve a entrar con una taza de café, me lo entrega y tan solo de olerlo puedo decir que está súper cargado, dos pastillas para el dolor de cabeza acompañaron el café, según ella ese remedio es infalible. El sabor a margo del cabezo aun esta mi boca, me despabilo un poco y me levanto para tomar una ducha, empiezo a desvestirme y entro al baño dejando la puerta abierta de manera adrede por si ella llegara entrar viera lo que se está perdiendo.
Dejo que el agua fría cubra y relaje mi cuerpo por un largo rato, se escuchó la puerta de mi oficina abrirse y sonreí para mí, empecé acaricia mi cuerpo, de una manera excitante para que ella viera todo, aunque técnicamente ya me vio desnudo y no de la manera que yo quería.
Cualquier mujer no dudaría en entra a serme compañía pero ella es diferente, por más que me tarde un buen rato más, no hizo acto de presencia, cubrí mi cuerpo con una toalla y me seque de manera que mi cuerpo se viera por la puerta, nada de nada, tome uno de los trajes de emergencia y me vestí con un maldito humor de poco amigos.
La oficina seguía igual y como la deje, la puerta está abierta por lo que deduje que no la cerraron cuando salieron o ella salió, salí de mi oficina y la vi sentada en su escritorio simulando que hacía algo, ella me vio y le guiñe un ojo esperando respuesta alguna, se levantó con todo la maltita elegancia y me sonríe.
Sentí como mi amigo ahí abajo iba creciendo poco apoco, la tuve enfrente de mí, la quería tomar de la cintura y apretarla junto para que sintiera mi hombría, besar sus labios y lamer cada parte de ella
— ¿Señor se encuentra bien?— su vos me saco de mi pequeño momento de placer imaginario
—Claro que si señorita Woods— dije acomodándome el saco sin darle importancia
—Antes de llamar seguridad dígame que eso lo provoco usted para no hacer la llamada en balde
—Tuve un pequeño mal momento, descuida mejor llama para que vengan a reglarla oficina
—Claro señor..., ¿dese a que cancele su agenda hasta medio día o que siga corriendo como esta?
—Déjela así, ahora saldré a desayunar algo y regreso
—Está bien señor
—Usted ya desayuno
—Si señor
—Ok regreso en un momento cualquier cosa márcame al celular
—Si señor
Ese maldito si señor ya lo estoy empezando a odiar. Salí de la empresa para ir a comer algo al restaurante de lado, no tenía mucho tiempo. Hoy hubo demasiado trabajo pero no para dejar de pasar el plan de un lado, eran las 4 cuando tome el teléfono y la llame
—Señorita Woods la necesito presente hoy en la gala
—Lo siento señor pero no puedo
—No pregunte si puede o no, le estoy diciendo que debe estar en la gala— no le di tiempo de contestar, esperaba a que entrara para que me contradijera pero al final tendría que asistir quiera o no, no paso, dieron las 5 y ella entro para despedirse, no toco ni siquiera el tema así que sonreí como niño con juguete nuevo.
No tarde mucho ahí, tenía que arreglarme y terminar de encajar todo. Dieron las 8 en punto y estoy esperando a mi acompañante adentro en el salón acompañado de mis amigos, algunos conocidos y hermanos, todos reía de lo lindo mientras yo me concentraba en mira el reloj y la puerta casi al mismo tiempo.
—¿Todo bien querido hermano?— el gesto de burla de Ares me da un poco de rabia, sé que solo está jugando pero hace que todos concentre su atención en mí, ya son las 8 y 20 y mi secretaria no se ha dignado a presentarse, tiene que llegar maldita sea, se habrá retrasado como todas la mujeres, es normal.
Le di otro sorbo más a mi baso con whiskey para tragar mi orgullo, mientras eso imbéciles se burlaban de mí y mi falta de compañía, después de describirle a mi cita de esta noche ellos quedaron asombrados por su descripción pero ahora no hacen más que burlarse los malditos, mis hermano asiendo comentarios estúpidos sobre mi reputación.
Ya en la mesa con mi familia, las acompañantes de mis hermanos no hacen otra cosa que terminar de joder la maldita noche. Me hierve la sangre de coraje, mis hermano hablan de mi al igual que muchos, África Woods no sabes la que te espera.
No espero que terminara la gala y salí de ahí, coloco la dirección de ella en el GPS. No tarde ni 20 minuto en llegar, respire muchas veces para calmarme, salí con dirección a su piso, toco un montos de veces su puerta y nadie respondía si no fuera por uno de sus vecino la hubiera tirado a patadas, baje hasta recepción y decidí esperarla hi.
No tardo ni 15 mi minutos cuando me percate de su presencia y fue por su afrodisiaco aroma, el meneo de sus caderas me tenía en trance, lucia sexi con esos vaqueros y su blusa de tirantes, pero hubiese lucido mejor enfundada con un vestido de noche o mejor aún sin nada puesto
El enojo de hace un rato volvió a mí y termine por explotar
— ¡Como te atreves a humillarme de esa manera!— grite sin importar que las demás personas ve vieran, puede ver como se tensó por mi voz pero no se giró, siguió caminando asiendo que me enojara mas
— ¡Te estoy hablando maldita sea!— volví a gritar a un más cerca de ella, el llanto de un bebe empezó a resonar en el lugar, ella está frente al ascensor, sus puertas abrieron de par en par ella entro y al girarse vi un bebe en su brazo y ella tratando de calmar. Y ahora que hice maldita sea.
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Sedúceme despacio.
RomanceAveces no es necesario tanta frialdad en una persona, aveces el calor que buscamos no esta en la gran lista de cuerpos que fueron usados para avivarnos, aveces no buscamos esa manera de salir y nos adentramos mas. Aveces solo basta una mirada cál...