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NICHOLAS


—No quiero nada de ti, entiéndelo, solo te use, no lo ves... ¿Acaso crees que una mujer como yo podría estar con alguien como tú?

—Yo... yo...

— ¿Tú qué? Por favor Nicholas, mírate, mírame, eres patético, hazme el favor de alejarte, ya no me sirves, no me hagas perder el tiempo...

—Disculpa... no quería quitar tu tiempo

—solo vete...

—Yo...

—¡Que te vayas!

Despierto todo sudado, esa maldita escena se repite cada noche ahuyentando el sueño — ¡malditos bastardos! — grito con todas mis fuerzas, me levanto de la cama en busca de mi dulce sueños, abro la puerta y como siempre bruno asiendo guardia, —todo está bien campeón, ven vamos— los dos nos dirigimos a mi estudio, me sirvo una copa de whiskey y la tomo mientras me pierdo en el silencio, puedo escuchar mi respiración y la de bruno, mi fiel compañero, un segundo copa al igual que una tercera y cuarta se hicieron presente, con el cuerpo más relajado empiezo el camino de regreso a mi cuarto y bruno siguiendo detrás. Un baño con agua fría termina de relajar mi cuerpo, mi cuerpo esta tan casado que no recuerdo el momento en el que me quede dormido.

Desperté con ánimos de hacer sufrir a mis hermanos, estoy por salir de la casa pero decidí no abrir la reja, una horda de buitres me estaban esperando fuera de mi casa, apenas vieron mi auto se lanzaron como si pudieran trapazar la reja. Mientras los de seguridad despejaban la entrada llame a Susan

— ¿Ya está en la empresa?

— Aun no, es muy tempano para molestar Nicholas, ¿Necesitas algo?— creo que es la segunda mujer que le permito hablar así, la primera es mi madre

— Mi casa está llena de reporteros, así que cuando llegues a la empresa encárgate de que no haya ninguno, yo me encargo de estos

— Yo lo arreglo— "Acelera Raúl..." escuche decir antes de colgar

Los de seguridad hicieron sus trabajo al despejar la entrada, bajo del auto dispuesto a responder todas sus preguntas si no estarán jodiendo todo el día

—No sé cuál sea el motivo o la razón de estar estorbando mi camino así que se los pregunto ahora, ¿Que hacen fuera de mi casa?— espere a que respondieran pero nadie lo hacía, como siempre mi semblante era frio.

—Si no hay nada entonces me retiro— estoy adentrarme al auto cuando las preguntas empiezan a llover como vinagre

— ¿Qué tan cierto es la declaración de la modelo Natasha Waber?

— ¿Que nos pude decir respecto a eso?

— ¿Usted fue el responsable de la muerte de Amelia Faeway?

Con esa última pregunta mi mundo se descontrolo, todo en mí se descompuso, no sé si mantuve mi postura tras esa pregunta, no sé cuánto tiempo guarde silencio pero intente responder esa pregunta, aunque no tuviera respuesta, todos los días me preguntaba eso, y cada vez estoy más seguro que yo soy el culpable.

— ¿Aún no sé qué fue lo que dijo la tal Natasha alguien me podría decir algo al respecto?

— Usted como responsable de la muerte de su mejor amiga- esa maldita perra

— Bueno eso es algo que esta aclarado con pruebas, no sé de donde la señorita saca eso pero sin pruebas no hay nada que discutir, por cierto una amiga como dice ella ser, porque es así como presume la señorita, la mejor amiga de Amelia Faeway, una mejor amiga no intenta llevarse a la cama al novio de su difunta mejor amiga el mismo día de su funeral

Todos quedaron impresionados por mi declaración, mi compostura tenía que ser la misma de siempre, Nicholas Marriott no se amedrenta por nada, si ella quiere seguir su estúpido juego que se atenga a las consecuencias, me canse de disculparla siempre, pero ahora si me ha colmado la paciencia.

El día había comenzado mal, frene de golpe ante semáforo en rojo, no me había percatado de eso, mi enojo era inmenso y todo por esa, pero en algo tenía razón, yo soy el culpable de su muerte, cada acción mía la orillo a su final, todos mis días son los mismos, fríos y sin ganas, por más que intento llevarlo bien con mi familia con un carácter falso ante ellos o ante todos, solo me miento esperando creerme esa mentira cuando la realidad es total mente diferente. Todas las noches los recuerdos de ella me abrazan impidiendo dormir.

El sonido de la bocinas del auto de tras me hizo salir de mi estúpido trance, tome una desviación y en vez de ir a la oficina fui al gym de alguna manera tenia tengo que sacar todo esto. Voy directo a mi loker, lo bueno de tener algún cambio disponible en él. Antes de empezar a cansar el cuerpo me comunico otra vez con Susan

— Necesito que canceles todo lo de hoy, que llames al representante de Natasha y que nuestros abogados preparen una demanda por difamación cuando tengas todo me avisas

— Claro Nicholas,... ¿Tu estas bien?

— Claro que estoy bien Susan

—... ok, yo te aviso

Colgué y fui directo a que mi cuerpo se cansara con cada aparato disponible. Tras unas dos horas mi cuerpo pedía descanso, las piernas me dolían al igual que los brazos, ya no podía dar ningún golpe más, me deje caer en una de las bancas y relaje el cuerpo. Tras estar recostado en la pared un largo rato mi cuerpo dolía como pude me levante y fui a las duchas, el agua fría cubrió mi cuerpo y deje que se llevara todo.

Salí de ahí con rumbo a casa, antes llame a mi fisioterapeuta para que trabaja mi cuerpo y poder descansar un poco. Eran las 5 de la tarde cuando desperté desorientado en la habitación de masajes, estire el cuerpo quite la tolla que cubría mi trasero y fui directo a regadera para terminar de despertar.

Aún tenía estrés y ya sabía la manera de como quitarla, llame a Diana la chica actual o eso creo, aun no sé qué es lo que hay entre nosotros, pero solo es placer y quiero pensar que ella lo sabe. Después de intenta nuevamente no tengo respuesta, ni modos alguien más estará disponible. Eran las 8 y estaba en un bar en busca de una que me quitara el estrés y las ganas, pero no sería cualquiera, una morena de piernas largas y un trasero aceptable fue la elegida de la noche, tras varios tragos por ambas partes nos fuimos a su departamento, placer a cambio de placer, eso iba conmigo.


Sedúceme despacio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora