John Wells. Reencarnación.

Capitulo 16 El ataque de los Orcos

Perspectiva: John Wells

Pronto tendremos que cambiar de misión, los Slime se estaban agotando.

—Pequeño John, pasa, la señorita Violet te espera en el bar —saludo Adai.

—Buen día Adai —dije guiñándole un ojo, lo cual sorprendió a todas las recepcionistas.

Las chicas se rieron al ver la reacción de Adai, ser intimidada por un niño no le hizo mucha gracia, pero solo pudo sentirse deprimida.

Al verla de nuevo, volví a sentir la misma dulce sensación en mi mano... pienso que valió la pena.

Gracias a ella gane una segunda marca demoniaca.

Justo al entrar al bar la gorda se tiro sobre mí, era muy lenta así que di varios pasos atrás y ella callo de cara al suelo.

—John... estoy lista para entrenar –Violet uso toda su fuerza para levantarse... sus brazos temblaban como gelatinas y sus piernas no tenían fuerza...

—Perfecto –le dije luego mire a la Sucubu—. Amy, ve y pide algo de comer...

Levante a la gorda y la lleve a la mesa, y esperamos a que Amy regresara con su desayuno.

Comió rápidamente como si no hubiera un futuro, es más, no pude ver qué fue lo que pidió.

—Bien Amy, ahora carga a la gorda —ordene.

— ¿Qué? —Grito la gorda—Ella no podrá levantarme.

—Está bien señor —dijo Amy, la subió a su espalda como si nada.

—Ahora harás sentadillas hasta que llegue Alessia.

—Si señor —grito.

En medio del bar ella hacia sentadillas, 120... 121...

Cuando por fin entro Alessia, Amy estaba por desfallecer...

—Hola John... que pasa, que están haciendo.

—Solo unas sentadillas —le dije.

—Tus métodos de entrenamiento son extraños —me dijo.

La pequeña Sucubu tiro a la gorda al suelo, Violet ya estaba dormida y Amy se dejo caer sobre ella.

— ¿Por qué tardo tanto señorita Alessia? —pregunto Amy toda agotada.

—Pues tuve que pasar a comprar algunas cosas —explico la Alessia—. Tela para vendar las heridas... ¿Por qué, me estabas esperando?

Amy dejo caer una pequeña lagrimita...

—El señor es un bárbaro.

—Bueno es tu turno, Alessia, sin usar fortalecimientos, levanta a Amy y la gorda en los hombros y sígueme.

Alessia se quedo pasmada un segundo...

— ¿Cómo?

—Hazlo, o te obligare a cargarme a mí también —le dije con una sonrisa...

No me estoy excediendo con el entrenamiento, puedo ver su gran físico, se cual es el peso máximo que puede levantar Alessia, ella entrena arduamente todos los días...

Así que luego de ayudarle a ponerlas en sus hombros, primero a la gorda y encima Amy, salimos caminando al rio...

—John —grito Adai—. Creo... que te has excedido un poco, si se mueren no podrán pagarte...

—No te preocupes, solo déjamelo a mí —le dije con mi mejor sonrisa, ella se asusto mucho porque dio varios pasos hasta chocar con la pared, no sabía que tenía ese tipo de cara terrorífica...