John Wells. Reencarnación.

Capítulo 25 Mi padre ha vuelto...

Perspectiva: John Wells.

—¡¡¡Papá!!! —grito Yui y lo abrazo.

—Hola mi pequeña —la saludo acariciando su cabello.

—Te extrañe mucho, porque tardaste en regresar.

—Eres un sinvergüenza hombre, te atreves a volver a mostrar tu cara en mi casa —dijo la abuela que saco su bastón y le dio un golpecillo en la cabeza.

—Ritsu... creí que me habían abandonado —dijo mi madre casi a punto de llorar.

—Kimi, nosotras no podíamos llevarte, la misión a la que fuimos era muy difícil y peligrosa, y sabemos que eres una terca y querrías venir de todas formas —la espadachín la consoló, y explicó sus motivos... por otro lado, parece que todos se olvidaron que volví...

—Amelia... —dijo mi madre mirando a la espadachín—. Pensé que me odiaban.

Amelia es una mujer rubia de cabello corto, cuerpo trabajado y definido, con armadura de un color rojo, de ojos verdes, y nariz respingada.

Por el momento solo miraba la escena, hasta que vi ha Impher acercarse a la puerta, parece que ella me vio.

—Señorita, que hace una flor tan delicada en un lugar como este —dijo Ritsu que se abrió camino frente a ella.

Impher no dijo nada, solo lo miro indiferente, ninguna de las mujeres, ni siquiera mamá se sorprendió por esto.

—Joven amo, ha vuelto —dijo Impher apartando a Ritsu, lo que hizo que todas las mujeres voltearan a verme, además se sorprendieron por las acciones de Impher.

Parece que, al no caer en los "encantos" de mi padre es algo sorprendente.

—John, volviste.

—Si, parece que ya lo han notado —respondí.

Me abrí camino entre todas y pase a la casa.

Impher me ayudo a quitar la armadura, Amy se acerco con un balde con agua limpia para lavarme las manos.

Deje a un lado mi armamento y tome asiento, Ena se paro a mi lado derecho, ella estaba emocionada, enojada... y nerviosa al mismo tiempo.

Rub solo nos miraba desde la habitación de al lado... el lugar donde dormimos todos.

Impher se paró detrás de mí y Amy al lado izquierdo, no sin antes poner una cesta con algunas frutas frescas para mí.

—Así que tu eres Ritsu —dije mirándolo fijamente, estaba con los ojos cuadrados sin entender porque había pasado a su casa.

—¿Quién eres, porque has pasado a una casa ajena? —pregunto molesto y mirando de reojo a Impher.

—¿Casa ajena? —pregunte—. Parece que aun no entiendes la situación...

—No hay nada que deba entender, debes salir de aquí ahora mismo, esta es...

—Mi casa —respondió mi madre que ahora estaba molesta—. No puedo creer que no puedas reconocerlo... pero lo entiendo —suspiro—. después de todo, se fueron antes de que el naciera.

Ritsu abrió los ojos como platos...

—El es tu hijo... —dijo mi madre, ninguna de las mujeres entendía nada, mientras yo me cagaba de risa por dentro.

—Pero lo has llamado John.

—En efecto, ese es mi nombre —dije—. Antes fui conocido como Jim, pero por varios motivos me cambié el nombre a John Wells.