John Wells. Reencarnación.

Capítulo 41 Fatal

Perspectiva John Wells.

Alessia me acompaño a la tienda, donde vi una multitud, me acerque abriéndome paso entre la gente.

Ahí vi a Yui, los esclavos estaban heridos y Rub hacia lo posible por defenderla.

Salte entre la gente y corrí a toda velocidad pateando a uno de los hombres.

—Son valientes al mostrar su cara frente a mi... —libere gran parte de mi maná.

Estaba tan enojado, que el aire alrededor se volvió negro.

Uno de los hombres retrocedió.

—Quédate quieto niño, no te metas en esto —grito uno de los hombres, tenia un cuerpo bien trabajado.

Eran 12 hombres, tenían algunas cicatrices y parecían acostumbrados a pelear.

Uno de ellos trato de atraparme, le di una patada y le torcí un tobillo, lo tiré al suelo y le di un rodillazo que lo dejo noqueado.

Todo en una fracción de segundos.

Todos estaban sorprendidos, no esperaban que pudiera hacer eso, se le veía en los ojos.

—Estas metiéndote donde no te llaman niño, si fuera tú, me iría por donde vine —volvió a decir el hombre de músculos grandes.

Yui se veía conmocionada, no sabia como actuar, parece que Rub hizo todo lo posible.

—Silencio —dije enojado, me interpuse entre Rub y ese hombre, lo miré a los ojos, el hombre me sobrepasa por 40 cm más o menos.

—Si no te apartas te aplastaremos al igual que a ellos.

—Hablas mucho, si eres hombre ataca —respondí.

El dio un paso adelante, quiso abofetearme, pero bloqueé su brazo y lo torcí aprovechando su impulso, le di la vuelta a su brazo y lo tiré al suelo.

Luego le di un rodillazo en las costillas, creo que algo se rompió, pero no es importante.

Los demás avanzaron a pelear, me retire unos pasos, deje que avanzaran, la gente como siempre solo estaban ahí como pendejos mirando.

—No sabes con quien te metes niño... —uno de ellos comenzó a recitar magia, le lance una piedra a la cara, exploto al contacto con su piel.

Todos estaban sorprendidos, no entendían nada.

Alessia avanzo por detrás de uno y de un puñetazo lo tiro al suelo, ella cubrió sus brazos con magia de tierra, con la túnica lo único que podía ver eran sus ojos, parecían brillar de un color verde.

Mientras estaban descuidados los tiré al suelo con rapidez, y rompí un par de huesos.

—Esta es una advertencia —les dije—. Si vuelven a molestar a mi hermana los matare.

Todos se levantaron como pudieron y corrieron de ahí.

Mire a los idiotas que solo me veían como un espectáculo.

—Se acabo, largo de aquí —les dije, comenzaron a moverse sin mirar atrás, parece que los asusté.

—John, ¿estás bien? —Me pregunto Alessia, parecía algo mas motivada de lo normal, ella no pelea de esa forma; parece que ha estado practicando...

— Si, gracias por la ayuda —respondí.

Ayude a Rub, que estaba agotado, el solo defendió nuestra empresa de una docena de hombres.