John Wells. Reencarnación.

Capítulo 33 Despues de la pelea viene la calma, o eso pense...

Perspectiva John Wells.

Este día, estoy bastante deprimido, pude haber ganado mucho dinero, pero la avaricia volvió a jugármela. Aunque las niñas querían ir a pasear, yo solo quería volver a casa, tal vez pueda asaltar al gordo maldito.

Ahora que lo pienso, creo que ya debería empezar con mis planes.

La creación de la pólvora; por lo que he visto, la única manera en que ellos hacen fuego, es por la magia, nadie sabe otra forma.

Me aleje de la multitud de personas cuando todos festejaban.

Mineral Silvita, azufre, carbón y ácido sulfúrico; supongo que tendré que visitar algún volcán... pero donde hay un volcán, debo ir por un mapa antes.

Conozco todas las partes necesarias para crear lo que quiero, cada pequeña parte... ufff, supongo que me tomara algo de tiempo.

Cuando caminaba hacia el gremio Idrits me alcanzo.

—John, te has dio sin decir nada —dijo con las manos en la cintura.

—Hay cosas que debo hacer, no puedo festejar ahora —le respondí.

—Bueno, pero debiste decirnos.

—Idrits, acompáñame hoy —le dije.

Caminamos un rato en silencio, me senté a la sombra de un árbol, ella se puso de cuclillas a mi lado.

—John, tengo que preguntarte algo... —ella miraba la puesta del sol, que se escondía detrás de las montañas lejanas.

—Idrits, no te lo dije directamente, y ya que las cosas están de esta forma —la interrumpí—. ¿Quieres ser mi novia? —le pregunte rascando mi cabeza.

—Ah, en realidad, esperaba ser la primera, pero escogiste a Alessia —ella sonrió—. Claro que quiero serlo; aunque eres 5 años menor que yo, jajaja —ella se rio—. Esto no te salvara de nuestra pelea... aunque después de ver lo que has hecho con ese hombre... creo que me falta mucha fuerza todavía para poder ganarte.

Ella era un poco más alta que yo, solo por unos 7 centímetros, supongo que tanto entrenar hizo que mi físico fuera diferente.

Me levante y sujete su barbilla para besarla.

—Eso de ahora... —ella se enrojeció un poco—. Siempre soy yo la que te besa, es agradable que tú lo hayas hecho ahora...

—Jajaja, te has vuelto mucho más sincera que cuando te conocí, pequeña rubia.

—Oye, ya habías dejado de llamarme así... pero no importa, si eres tú, supongo que también me gusta.

—Escucha Idrits, he estado pensando en fabricar algunas armas.

—¿Armas, ¿porque no hablas con algún herrero? Sarly conoce a uno muy bueno.

—Es algo diferente —respondí—. Ese tipo de armas solo puedo fabricarlas yo, además estuve pensando en crear una armadura diferente.

—¿Diferente?

—Ya lo veras, aunque tardare algo de tiempo, ahora que tengo más dinero, podre comprar todo lo que necesito.

—No sé qué dices, siempre haces cosas sin sentido... pero eres muy divertido.

—Por ahora debemos incrementar nuestros ingresos.

—Ahora que recuerdo, hace días que no hacemos trabajos en equipo, necesitamos algo más de acción, y creo que incluiré a Violet, Amy e Impher al grupo.