Capítulo 3

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Mirio

Había pasado ya un tiempo desde que tuvimos aquel encuentro con el director y Eraserhead, y desde aquel entonces había estado practicando lo que iba a decir aunque sabía que me inventaría todo cuando llegara el día. Aunque no me esperaba nada de un secuestro en el campamento.

-Que sí, que sí, lo he escuchado de los profesor, un chico ha sido secuestrado por la liga de villanos.-dijo Nejire una vez que nos habíamos reunido los tres (es siempre la que más habla, pero no nos quejamos, es su forma de ser).

-¿Pero no han dicho que ya está bien? Si no recuerdo mal unos chicos de su clase fueron a salvarlo también.-añadió Tamaki.

Ese fue el día en el que el símbolo de la paz cayó y All Might dejó de ser el héroe número 1, dejó de serlo tras salir de una pelea contra el símbolo del mal. Eso fue algo que ha muchos nos quito nuestro héroe y nuestra inspiración.

-¡Mirio!.-escuché a mi padre llamarme desde la planta baja.

Sin segundos pensamientos, bajé y me acerqué a donde él estaba, cogiendo un papel en sus manos, parecía que lo estaba releyendo.

-¿Qué pasa?.-pregunté acercándome.

-Lee esto.-respondió dándome el papel.

Lo que decía es que, tras el suceso del secuestro de aquel chaval de la clase 1-A y tras la pérdida del símbolo de la paz habían decidido meter a todos los alumnos en unos edificios donde se hospedarian durante el curso para tenerlos más protegidos y bajo control, también decía que un profesor se pasaría por casa de cada uno para hablar con sus padres y convencerles si no les gustaba la idea o para ver que daban el visto bueno a la idea.

-No me parece mala idea.-dije devolviendo el folio escrito.

-Ya, solo era para que lo leyeras, se que contigo no hay problema, pero prométeme que tendrás cuidado pase lo que pase.

-Ya te lo prometí cuando fui aceptado en Yuuei.-dije riendo un poco.

-Vuelve a promterlo.

-Lo prometo.-dije poniendome una mano en el pecho.

Decidí subir a hacer las maletas para esa mudanza que solo duraría un año, la hoja decía que podíamos llevar cualquier cosa de aprecio para hacer la habitación más acogedora para uno mismo, aparte de la ropa, claro está.

Terminé de meter las cosas en la maleta y como había durado tanto decidí ir a dar una vuelta, había que aprovechar el día libre.

-Voy a salir a caminar.-dije abriendo la puerta.

-¡Vale!.-escuché a mi padre y sin más dilación salí a la calle.

Comencé a caminar sin un rumbo fijo al principio, o por lo menos eso pensaba, hasta que llegué a una cafetería conocida, viendo un pelo rosa conocido.

-¿Otra vez por aquí?.-preguntó Hikaru acercándose.

-Hola a ti también.-dije sonriendo.

-¿Venías por algo en especifico?.-preguntó, aunque no era una pregunta desafiante o borde, sino algo más como curiosidad.

-No, tenía día libre y decidí dar una vuelta.

-¿Quieres ir a hablar al parque?

-¡Vale!

Nos sentamos en el mismo sitio de la última vez y comenzamos a hablar, le expliqué sobre el internado con Sir Nighteye y lo que había pasado con el chico en el campamento.

-¿Está bien?.-preguntó con un tono de preocupación.

-Sí, sí, fueron a recogerlo el mismo día de la pérdida del símbolo de la paz.

Continué explicando todo lo que sabía sobre lo que había pasado, aunque en realidad solo sabía lo que me habían contando Nejire y Tamaki. Cambié de tema para hablar sobre la mudanza a los nuevos edificios que iban a hacer a diez minutos de Yuuei.

-Me pregunto que llevará Tamaki...-susurré mirando las nubes del cielo.

-¿Quién es Tamaki?.-al parecer me había escuchado.

-Mi mejor amigo, Suneater, le conozco desde que íbamos a primaria, debería presentaros, seguro que le caes bien.

-Preferiría que no lo hicieras...

-¿Por?

-No hay razón, simplemente no quiero...

-Ah, pues... Bueno, entonces nada.-dije sonriendo para que supiera que no pasaba nada.

-¡Pero puedes hablarme de él! ¿Cómo es?

Comencé a hablar de él, de como nos conocimos, él tenía demasiada vergüenza para hablar delante de la clase cuando tenía que presentarse como un alumno nuevo, aún así me acerqué a él y pude preguntarle sobre héroes y cosas así, le expliqué que cuando se ponía nervioso ponía su cabeza contra la pared pensando que así se tranquilizaría, le expliqué prácticamente todo.

-Awwww, que bonito.-dijo sonriendo con dulzura.

-¿Por qué esa sonrisa?.-pregunté, aunque no me molestaba, me gustaba ver a la gente sonreir.

-Hablas de él como si hubiera puesto las estrellas en el cielo.-dijo sin sonreír.-Estás enamorado.

-¿Qué? Claro que no, solo somos amigos.-expliqué riendo.

-Amigos que se quieren.

-De todas maneras no podríamos salir juntos, él está ocupado y yo también, no podríamos vernos.

-Uno, acabas de decir que os ibais a mudar a Yuuei, allí os podéis ver y está la opción de que os toque habitación junto a habitación, y con tu quirk no habría problema en atravesar la pared, dos, has dicho ''no podríamos salir juntos'', es decir, lo has pensado.

-Uno, te recuerdo que pierdo la ropa cuando lo utilizo y dos, no lo he pensado.

-Sí lo has pensado.

-No.

-Sí.

-No.

-Sí, es más, tus ojos tenían un brillo especial cuando estabas hablando de él y tus mejillas se habían pintado de un leve rojo.

-¿Y qué si lo he hecho?.-dije cruzandome de brazos sintiendo mi cara arder, la conocía de tres días y ya había sacado mis sentimientos a la superficie.

-Solo te voy a decir que si sigues dejando a la bestia morirse de hambre, su hambre va a aumentar.

-¿Qué quieres decir con eso?

-Que mientras más lo sigas ignorando, más fuertemente te vas a enamorar.

EclipseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora