Capítulo 1

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Tamaki 🌙

-¿¡Qué!? ¿En serio no pasó nada? Pues en el pueblo que tenía que patrullar con Ryuku habían muchos robos, uno incluso utilizó su quirk y me hizo un pequeño corte en el brazo, mira mira.-Nejire y su hiperactividad, o por lo menos así lo veía yo, ya habíamos estado juntos el tiempo suficiente para que no me molestara, pero aún así seguía sintiendo extraño.

Se levantó la manga del uniforme de la academia, Yuuei, para enseñar un pequeño corte, casi invisible, en el brazo.

Yuuei era la academia top, la mejor academia para convertirse en un héroe hecho y derecho, se podía entrar de dos maneras: por recomendación y por el examen de entrada, si aprobabas podías ir al curso de héroes, sino, ibas a estudios generales o algo relacionado con las ventas y economía.

-Casi no se ve.-respondió Mirio, su voz siempre hacía que mi cuerpo entrara en calma, tenía suerte de tener un amigo como él.

-¡Porque lo conseguí esquivar! ¡Ryuku me llamó y me distraje, cuando me di cuenta intenté esquivarlo aunque me hizo este pequeño corte! Jo, sigo sin creerme que no haya pasado nada donde estabais.

-Bueno, cuando volvía a casa vi a un niño llorando, había perdido a sus padres.-comentó la persona a la que siempre había comparado con el sol, brillante, más que una simple estrella, cálido....-Aunque no pasaron ni veinte minutos y ya los había encontrado.

-Bueno, eso es una suerte.-dije, tratando de añadir algo a la conversación.

El profesor entró en clase, dando comienzo al día de estudio y, aunque para eso estábamos, me habría gustado escuchar un poco más del día de ambos.

-Me alegra ver que habéis mejorado tanto con vuestros quirks, puede que incluso un día podáis superar a Los Tres Grandes.-dijo el profesor.

Se me había olvidado mencionar que Nejire, Mirio y yo formábamos los conocidos ''Tres Grandes'' por haber mejorado lo suficiente con nuestros quirks para llegar a superar incluso a heroes profesionales.

Sentí los ojos de todos clavarse en mi (aunque sabía que también estaban mirando a Mirio y a Nejire) lo que me incomodaba y sentía mi ansiedad apoderarse de mi, oculté mi cara poniéndola contra la mesa, era un método para calmarme, sino era con la mesa, era con la pared (casi siempre era la pared ya que no siempre estaba enfrente de una mesa). Lo bueno es que la clase continuó normal y pude volver a levantar la cabeza para atender.

Llegó la hora del almuerzo y fuimos a sentarnos en la mesa en la que siempre lo hacíamos, los tres juntos.

-Matemáticas siempre será aburrido.-y ahí estaba la chica comenzando la conversación.

-Nunca entenderé matemáticas.-y ahí estaba el otro chico respondiendo.

-No es tan dificil....-dije comenzando a comer.

-¿Cómo que no? ¿De verdad lo entiendes?.-preguntó el rubio rodeándome con su brazo.

-¿Sí...?.-me agradaba ese gesto, de rodearme con su brazo, me hacía sentirme seguro.

-¿Podrías ayudarme?

-Claro.

-Si os casais, quiero ser la dama de honor.-saltó Nejire.

Y ahí entraron mis inseguridades, ¿Boda? ¿Casarse? Todo eso rondaba mi cabeza y no se iba, ni siquiera eramos pareja, ¿Me veía él como una pareja? Olvida eso, ¿Le veía YO como una pareja?

-No digas tonterías Nejire.-dijo Mirio riendo.-Solo somos amigos.

Amigos... Amigos.... Claro...

Continuamos hablando mientras comíamos, por suerte no hubieron más comentarios como esos, así que todo continuó normal.

Hasta que llegó la noche y con ella la hora de dormir, porque ¿Quién no piensa en cosas antes de irse a dormir y por eso al día siguiente no puedes moverte por la falta de sueño?

Comencé a pensar en eso, ¿pareja? Nunca había tenido una pareja antes y mucho menos un mejor amigo, asique pensar que esa amistad se podría arruinar por culpa de unos sentimientos indeseados me molestaba, pero a mi él no me gustaba ¿verdad? Hemos sido amigos demasiado tiempo para que ahora empezara a sentir eso, pero... ¿Y si lo sentía antes y no me había dado cuenta?

Me levanté de la cama y me acerqué a uno de los cajones de la mesilla, abriendolo para encontrarme con viejos cuadernos a los cuales aún les quedaban hojas para usar, cogí uno de ellos y decidí apuntar todo lo que sentía cada vez que estaba cerca de él, así podría aclararme de una vez por todas.

Mirio

-Prácticamente lo que hace es ayudarme a pasar por las paredes y cosas así.

-¡Que genial!

Había quedado con la chica de pelo rosa, cuyo nombre era Hikaru, ya que la última vez que la vi nos habíamos llevado bien y la había vuelto a ver cerca de la cafetería donde se perdió el niño, asique comenzamos a hablar mientras íbamos a un parque cercano.

-Supongo que sí, aunque pierdo mi ropa por el proceso, me quedo completamente desnudo si no utilizo mi ropa de héroe, el cual está hecho con mi pelo para poder pasar cuando utilizo mi quirk.

-Pero parece un quirk super fuerte.

-No es fuerte, yo lo hice fuerte.-comencé a explicar.-Cuando lo utilizo no puedo ver, ni oír, ni sentir nada más aparte de la sensación de estar cayendo.

-Parece terrorífico, pero seguro que haces buen uso de él y te conviertes en un héroe genial.

-Ese es mi plan, ¿Y que hay de ti? ¿Cuál es tu quirk?

-B-Bueno, es manipulación del neón, pero no es tan asombroso como el tuyo.

-¿Qué puedes hacer con él?

-Brillar como una lámpara.

Lo dijo con tanta seriedad que me hizo gracia, y no pude evitar reírme.

-Será mejor que me vaya, no quiero quitarte horas de sueño, mañana tienes clase ¿no?.-dijo levantándose del suelo en el que estábamos sentados.

-Sí.-respondí levantándome también.-Ha sido un placer hablar contigo.

-Volveremos a vernos, suelo estar cerca de esa cafetería casi todos los días.

-Entonces, nos volveremos a ver.

EclipseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora