Mirio ☀
-¿Papá?.-pregunté viendo a mi padre junto a Mikan, la enfermera de alas de mariposa.
El hombre se giró revelando una lápida de mármol blanca de donde colgaba una pulsera azul fosforescente, la misma que estaba mirando unos días atrás.
-Pensé que ibais a devolver las películas.-respondió secamente.
-Ya lo hemos hecho.-respondí girando a ver a Tamaki, quien parecía que estaba buscando a alguien.-¿Pasa algo?
-No encuentro a Hikaru...-susurró mientras seguía buscando.
-Normal, está muerta....-y por primera vez aquella noche, la enfermera habló.-No se como la conocéis, pero no vais a poder encontrarla...
-¡No es cierto!.-exclamó haciendo que la mujer de pelo morado girara un poco su cabeza.
Tamaki 🌙
-¡Se que es una locura pero tenéis que creerme!.-exclamó el rubio.-¡Un niño utilizó su quirk sobre mi y pude verla! ¡Tamaki puede verla ahora mismo!
-B-bueno... Ahora no la encuentro....-dije escondiendome un poco tras Mirio.
Todos se quedaron en silencio, un silencio incomodo inundó el lugar, el padre de Mirio miraba al suelo, Mikan miraba la lápida y Mirio... Mirio miraba a su padre un tanto preocupado.
-Dile a Mikan que salte.-escuché cerca de mi.
Me giré rápidamente encontrando a Hikaru mirando fijamente a los dos adultos.
-Hikaru dice que saltes, Mikan...-dije en un hilo de vez, pero como estábamos todos callados, se pudo escuchar.
-¿Eh?.-preguntó girandose completamente, mostrando un bebé en su brazos envuelto en una manta.
-No pienses en lo terrorífico que es la altura, sino en la satisfacción de llegar abajo.
-Ha dicho que no pienses en lo terrorífico que es la altura... Sino en la satisfacción de llegar abajo.-repetí viendo como los ojos claros de Mikan se volvían cristalinos.
-Toma mi mano y saltemos juntas, la piscina nos espera.
-Dice que tomes su mano y saltad juntas, que la piscina os espera.-finalicé viendo como las lágrimas bajaban por el rostro de la chica con alas de mariposa.
-¿Nos creéis ahora?.-preguntó Mirio a lo que su padre asintió.
-Nunca hemos dudado de vosotros, simplemente es difícil aceptarlo.-respondió el adulto de pelo negro.
-¿C-cómo se llama?.-pregunté refiriéndome al bebé.
-Kaori.-respondió Mikan.-Hikaru decía de adoptar una niña cuando saliéramos del instituto.
Miré a la chica de pelo rosa, acercándose a ver al bebé a lo que la pequeña criatura rió.
-Dicen que los bebés puede sentir y ver cosas que los adultos no pueden.-explicó el señor Togata.-Eso explica porque Mirio no para de reír cuando era un bebé.
-¿Perdón?.-preguntó el rubio medio confuso.
-¡Mirio de peque era la cosa más adorable del mundo!
-Mirio de peque era la cosa más adorable del mundo.-repetí.-Es lo que ha dicho Hikaru.
-No te lo voy a negar.-rió su padre.
-¡Que sigo aquí!-exclamó Mirio.
Kaori comenzó a reír mientras estiraba sus pequeños brazos para intentar llegar a Hikaru, aunque no podía.
-Recuerdo cuando Hikaru repetía que cuando tuviera hijos iba a ser la mejor tía del mundo.-rió el padre de Mirio.
-Supongo que solo pude estar con el pequeño Mirio durante dos años y un mes.-dijo Hikaru.
-Dice que supone que solo pudo estar con el pequeño Mirio durante dos años y un mes.-repetí.
-Ahora, me gustaría disculparme.
-Dice que le gustaría disculparse.
Entonces el silencio volvió una vez más.
-Perdón por no haber llegado a ser la mejor tía del mundo para tu hijo.
-Dice que lo siente por no haber llegado a ser la mejor tía del mundo para Mirio.-dije mirando al padre de dicho chico.
-Perdón por no haber estado más contigo.
-Lo siente por no haber estado más contigo.-dije mirando a Mirio.
-¿Qué? Pero si prácticamente me ayudó a darme cuenta de mis sentimientos por ti.-dijo protestando.
-Ya lo sabías, desde hace mucho.
-Dice que ya sabias de eso desde hace mucho.
-Y Mikan, tengo tantas cosas por las cuales disculparme, pero de verdad lo siento por no poder cuidar de Kaori contigo.
-Y Mikan, dice que tiene que disculparse por demasiadas cosas pero de verdad lo siente por no poder cuidar de la pequeña contigo.-terminé de repetir mientras la enfermera abrazaba a la pequeña.
Nadie decidió hablar el silencio inundó el lugar una vez más hasta que...
-Gracias por todo.-dijo abrazandome.
-N-no hay de que...
-Es hora de que me vaya...
-¿Qué?
-¿Qué pasa Tamaki?.-preguntó Mirio preocupado.
-Ya puedo irme, y es gracias a vosotros.
-¡Acabais de reencontraros, no puedes irte ahora!
-¿Se va?.-preguntó Mikan.
-Habéis ayudado a un fantasma, no se como agradeceroslo lo suficiente...
-¡Quedate un poco más!
-Cuida de Mirio, ¿Vale?
-¡Espera!
-Sois mis héroes.
Y como si mis palabras no hubieran alcanzado, como si no hubieran servido de nada...
Desapareció.
Y ya para siempre.
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Eclipse
FanficA veces el único sol que uno necesita es la luz de otra persona. (Se añadió un oc para ayudar con la trama)