Capítulo 2

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Tamaki 🌙

Muy bien, intento número uno... ¿Intento número uno? ¿Acaso hay intentos? Da igual. Me vestí y rápidamente metí el cuaderno usado en la mochila junto todos los demás libros, desayuné y comencé a caminar hacia Yuuei algo nervioso, ¿De verdad debería hacer esto?

-¡Buenos días, Tamaki!.-me tensé al sentir a Nejire gritando con alegría mientras prácticamente corría hacia mi, aunque solo me quedé quieto esperandola.-¿Qué tal has dormido? ¿Has tenido algún sueño? ¿Ha sido raro?

-Eh... No... No soñé nada.

-¿Qué? ¡Pero si siempre tenemos sueños, que no te acuerdes es otra cosa!.-explicó.

-Pues no me acuerdo, entonces.-finalmente respondí encogiendome de hombros.

Llegamos a clase y me senté en mi sitio, sacando el cuaderno usado de la mochila y colocandolo enfrente mía, no faltaría mucho para que Mirio llegara.

-¿Y este cuaderno?.-preguntó Nejire cogiendolo.

-Devuélvemelo, por favor.-dije extendiendo el brazo para tratar de cogerlo.

-Pero quiero ver que tiene.-respondió abriendolo y pasando las páginas, por suerte lo único que tenía era antiguos prototipos de traje de héroe, algo que no me importaba mucho que viera.-¿Para que lo vas a utilizar?

-Preferiría no decirlo...-solté en un pequeño murmuro.

Me devolvió el cuaderno y justo en ese momento entró Mirio bostezando por la puerta y sin darme cuenta, una sonrisa estúpida apareció en mi rostro.

-Alguien se ha alegrado.-dijo Nejire sonriendo también.

¿Debería añadir esto al cuaderno?

Abrí el cuaderno y saqué un bolígrafo del estuche y comencé a escribir al final del cuaderno.

''Sonreir cada vez que entra en clase''.

-Hola.-saludó acercándose a mi mesa donde estaba con Nejire.

-Parece que te vas a caer del sueño.-comentó la chica.

-Ayer me quedé hablando con alguien hasta tarde y me fui a dormir demasiado tarde.-explicó rascandose la nuca mientras reía.

-¿Alguien?.-solté casi sin pensarlo.

¿Alguien? ¿Qué alguien? ¿Debería importarme? Solo somos amigos.

-¿Tamaki está celoso?.-preguntó Nejire puntuando lo último que había dicho.

-Claro que no.-respondí abriendo el cuaderno otra vez.

''¿Celos?''

-No tienes de que preocuparte Tamaki, la conozco de solo dos días.-añadió Mirio sonriendo, con esa sonrisa que cegaba el sol y todas las estrellas de alrededor.

-No me preocupa.-respondí cruzandome de brazos, aunque en realidad, tenía un poco de miedo.

-Por favor, que los tres grandes se presenten en el despacho del director.-se escuchó desde megafonía.

Me levanté y junto a únicos dos amigos que tenía me dirigí hacia el despacho del director Nedzu.

-¿Para que creeis que nos ha llamado?.-preguntó Nejire prácticamente dando saltitos por el pasillo.

-Ni idea.-respondí encogiendome de hombros.

-¿Ya habéis matado otra mosca y no me lo habéis dicho?.-preguntó el rubio con su típico humor, causando carcajadas de ambos lados.

Entramos al despacho del director viendo que no estaba solo, sino que también estaba con Aizawa-sensei, también conocido como Eraserhead.

-¡Ah! Buenos días.-saludó el director.-Por favor, tomad asiento.

Y como un dominó, nos sentamos todos a las vez y en silencio.

-No hace falta que estéis tan rectos, no os voy a regañar, no habéis hecho nada.-dijo el roedor tratando de calmarnos.-Os hemos llamado porque pensamos que podéis ayudar a Aizawa con una cosa de su clase.

-¿De qué se trata?.-preguntó Nejire.

-El internado.-comenzó a decir el hombre de larga melena negra.-Necesito que habléis del internado a mi clase.

-¿Ahora?.-pregunté demasiado nervioso.

-No, mañana nos vamos al campamento asique no creo que podaís hablarles hasta dentro de un tiempo.-comenzó a explicar.-Os dejamos tiempo para preparar lo que vais a decir y para organizar vuestra apretada agenda.

-¡No se arrepentirá!.-dijo Mirio alegremente, asustandome por el salto repentino.

Pudimos salir del despacho y volver a clase sin ningún otro problema.

-Menos mal que era solo eso.-suspiré.

-¿Cómo? Tamaki, vas a tener que hablar a veinte personas.-recordó el rubio.

Ay no... Eso no...

Sentí su brazo rodearme y todo lo que sentía en ese momento se derritió mientras sentía mi cuerpo cálido contra el suyo.

-No te preocupes, nosotros también estaremos allí.-añadió sonriendo.

Definitivamente tenía que añadir esto en el cuaderno.

-¿Os daís prisa? ¡Vamos a llegar tarde a Inglés!.-gritó Nejire desde casi el final del pasillo.

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