Capítulo 7

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Tamaki 🌙

-G-gracias...-dije fijandome solo en las alas de mariposa que tenía esa chica en la parte de las orejas.

-N-no hay de que.-dijo sonrojandose antes de irse.

Miré al techo, tratando de asumir lo que estaba pasando, Mirio había perdido su quirk e iba a ser expulsado de Yuuei, aunque había conseguido salvar a la chica como el héroe que se hacía llamar.

-¡Que alegría verte bien!.-escuché a Fatgum.

-¡Senpai! Lo que hiciste fue increíble, derrotaste a tres personas tú solo, ¡es super masculino!.-y no nos podíamos olvidar de Kirishima.

-¿Qué tal está Mirio?.-es lo único que pude preguntar.

-Los doctores y Nighteye dicen que se recuperará, no te preocupes, está en buenas manos.-dijo Fatgum.

Asentí y volví a relajarme en la camilla, él era un héroe, me parecía una injusticia que fuera a ser expulsado de Yuuei.

Mirio

-Te dije que no lo intentaras.

-Hikaru...

No sabía que decir, me estaba mirando con esos ojos marrones como si me fuera a penetrar el alma.

-No lo intenté, conseguí salvar a la niña, eso era lo importante.

No dijo nada y se sentó a los pies de la camilla y suspiró.

-Lo se...-dijo mirando al suelo.

-Si es por lo de mi quirk, no te preocupes, voy a seguir en el internado con Sir Nighteye, seré un héroe sin quirk.-dije levantando el brazo de manera triunfadora.-No te preocupes.

-No puedes pedirme que no me preocupe, eres la primera persona que me habla después de mucho tiempo y no se cuanto tiempo durará.

-¿El qué?.-pregunté muy confundido.

-Que me hables...-soltó mirándome fijamente.-Será mejor que me vaya, por cierto, tu padre está abajo.

-Espera, ¿cómo sabes quién es mi padre?

-Tiene tus mismos ojos.-dijo antes de salir de la habitación, dejándome solo.

Tamaki 🌙

-Senpai... No creo que sea buena idea...-dijo Kirishima andando detrás de mí.

Andaba como podía, llevando conmigo rodando un extraño palo metálico con bolsas llenas de líquido que estaban enganchadas a mi cuerpo.

-Kirishima tiene razón.-dijo Fatgum.

-Tengo que ver a Mirio...-dije sujetando mi brazo por el dolor, pero me daba igual, tenía que llegar a su habitación.

Ambos dejaron de seguirme a mitad del pasillo, sabiendo que no iba a parar hasta que llegara. Finalmente lo hice y abrí la puerta, viendo a Mirio tumbado en su camilla.

-Mirio...-dije dejándome caer a su lado.

Compartimos un beso, un beso que pensábamos que no ibamos a compartir después de la pelea que tuvo con Overhaul, pero lo hicimos, y se sentía genial, como si pudiera sentir el universo rendirse ante nosotros.

-Pensé que no volvería a verte.-dije dándole otro pequeño beso.

-Yo tenía el mismo miedo.-respondió sonriendo levemente y no pude evitar sonreir yo también, volviendo a besarle.

-¿Interrumpo algo?

Nos separamos rápidamente y nos fijamos en que, el que estaba hablando, era nada más y nada menos que el padre de Mirio.

-Creo que debería irme...-dije levantándome de la camilla.

-No pasa nada, puedes quedarte si quieres.-dijo el padre de mi actual pareja.-No es como si fuera a castrarte por salir con mi hijo.

Sentí todos los colores salir de mi cuerpo con ese comentario.

-Déjalo, papá, ya sabes que esos comentarios le afectan.-dijo Mirio.-Aunque lamento que hayas tenido que enterarte así de nuestra relación.

-¿No estabais saliendo antes?.-preguntó.

-No...-dije agarrando el palo con ruedas metalico.-Os voy a dejar a solas...

-Hasta luego Amajiki.-volvió a decir el hombre de pelo negro.

-¡Mirio!.-y Nejire apareció, claro, no podía faltar.

-Nejire, vamonos.-dije empujandola suavemente fuera de la habitación.

Nejire se fijó en el padre del rubio y soltó un ''oh'' antes de salir delante de mí de la habitación.

Mirio

Nada más salir los otros dos integrantes de los Tres Grandes de Yuuei (ahora los Dos Grandes) de mi habitación de hospital, sentí los brazos de mi padre rodearme, y no pude evitar abrazarle también.

-Estoy orgulloso de ti.-escuché que lo dijo.

-... Voy a ser expulsado de UA....-dije tristemente.

-Lo se, ya me lo había comunicado el director.

Comenzó un silencio, aunque no era de los incómodos, eran más de esos silencios con una persona donde se transmite un ''estoy aquí'' y no podía evitar sentirme bien..

-Ahora en serio, ¿Cuándo pensabas decirmelo? ¿Lo de tu relación?

Aunque se terminó más rápido de lo que esperaba.

-Verás, es que empezó antes del rescate de Eri y no podía comunicartelo antes, no te enfades, por favor.

-¿Cuándo me he enfadado yo contigo por cosas como estas? Por lo menos me alegro de que haya sido Tamaki y no otra persona que no conociera.-dijo riendo levemente.

-Siento interrumpir, pero tengo que cambiar las vendas de Togata-san.-dijo la enfermera de alas de mariposa entrando en la habitación.

-Claro, ya me voy.-dijo mi padre antes de lanzarme una sonrisa y salir de la habitación.

La enfermera comenzó a cambiarme las vendas, primero de la cabeza y más tarde de los brazos, tronco y finalmente piernas. Un sonido de campana sonó en la habitación al terminar de poner la venda.

-Lo siento, tengo que contestar.

-No se disculpe, por favor.-dije dejando que cogiera su teléfono, desbloqueandolo primero.

Aunque la foto de la pantalla de bloqueo me llamó la atención, principalmente la chica de pelo rosa que abrazaba a la enfermera, aunque en esa foto tenía unos años menos.

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