Epílogo

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Mirio

Bajé de la habitación ya que me había despertado y quería desayunar. Entré encontrando a mi padre haciendo el desayuno y una foto colgando de la nevera, él más joven con Mikan y Hikaru.

-¿Ya te has despertado?

-Sí.-respondí bostezando.

-Pues date prisa y desayuna si no quieres llegar tarde.

-Llegar tarde es lo último que quiero.-dije sentandome tras coger un vaso de agua.

-Pues corre.

Desayuné rápidamente y volví a subir a la habitación cogiendo una bolsa con ropa dentro y bajando a la misma velocidad.

-¡Espera! ¡Que tengo que prepararme yo también!

Reí viendo como mi padre subía corriendo y esperé a que bajara, aunque no tardó mucho en hacerlo.

-¡Corre corre, lo mismo él ya está allí!.-gritó prácticamente empujandome fuera de casa.

-Que no vamos a llegar tarde.-dije andando con tranquilidad.-Aún faltan como tres horas.

-¡Entre que llega la gente y entre que no llega esas tres horas se pasan volando, además, tenemos casi media hora de viaje hasta allí!

-Estas más nervioso tú que yo.-dije metiendome en el coche.

-¡Normal! ¡Tu hijo no se casa todos los días!.-dijo metiéndose él también en el coche y arrancandolo lo más rápido que pudo.

Tamaki 🌙

-¡No te muerdas las uñas!

-¡No puedo evitarlo!.-dije separando mis uñas de mi boca.

-¡No tardará en llegar!.-dijo Nejire.-Aunque es increíble que la dama de honor haya llegado antes.

-G-gracias por estar aquí....-dije.

-¡No quisiera estar en ningún otro lado ahora mismo!

Nejire vestía un vestido azul marino con un collar de estrellitas y unos tacones plateados.

-No es como si tus dos mejores amigos se fueran a casar otra vez.-rió.-Oye, oye ¿Cuándo pensáis ir?

-No lo sabemos Nejire, ni siquiera nos hemos casado para ir, aunque creo que no dentro de mucho....-susurré.

-¡Ya se lo que falla!

-¿Qué?.-pregunté preocupado.

-¡Te has puesto mal la pajarita! ¡Está al revés! Déjame ayudarte.

-V-vale...

•~•

Presionó sus labios contra los míos por fin, y los único que podíamos escuchar eran los aplausos y los gritos de la gente que habían venido hoy a acompañarnos en un día tan especial.

-Cuatro años y por fín puedo llamarte mi marido.-rió el rubio dándome otro beso.-Te quiero...

-Yo también te quiero, Mirio.-dije sonriendo.

-¡Señor Togata, deje ya de llorar!.-escuchamos a Nejire.

-¡No puedo!.-y también al padre de Mirio.

•~•

-Tamaki, ¿Estás seguro?

-Claro que estoy seguro, tan seguro como el día que me casé contigo.-dije sonriendo.

-Tú solo me das alegría tras alegría.-dijo besandome la frente.-Ahora corre y entremos.

Abrimos la puerta de un orfanato que se encontraba muy a las afueras de la ciudad y fuimos recibidos por el sonido de los niños.

-¡Bienvenidos!.-dijo una señorita al lado de unos cuantos niños.-¿Han venido a adoptar a alguno?

-Esa es la idea....-susurré.

-¡Sí!.-respondió Mirio alegremente.

-Pues pasen y vayan a verlos.

Pasamos y fuimos de sala en sala encontrándonos con más y más niños.

-Es increíble la cantidad de gente que deja a sus hijos...-susurré tomando la mano de Mirio.

Me fijé en una pequeña niña de pelo rubio y ojos marrones, estaba sola rodeada de juguetes y por inercia fui a su lado, seguido del que ahora se hacía llamar mi esposo.

-¿Por qué no juegas con los demás niños?.-pregunté haciendo que que la pequeña me mirara.

-M-me pongo nerviosa c-cuando intento hablar c-con ellos.-dijo abrazando uno de sus peluches el cual le abrazó de vuelta.

-El peluche te ha abrazado, ¿Es ese tu quirk?-preguntó Mirio.

-Puedo darles vida a mis juguetes, aunque me cuesta energía....-respondió.

Miré al rubio y sonreí.

-Hey, ¿Quieres venir a casa con nosotros?.-pregunté viendo como la mirada de la niña se iluminaba.

-¡Sí!.-exclamó felizmente.

Mirio tomó a la pequeña en brazos y comenzamos a caminar a donde estaba la señora de la entrada.

-Dime, ¿Cómo te llamas?.-preguntó Mirio.

-Hikari.

-Pues vamos Hikari, tenemos que llegar pronto a casa que esta noche hay eclipse.

EclipseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora