Capítulo 11

2.7K 423 141
                                    

Tamaki 🌙

-Wow, senpai, parece que hoy tienes mucha energía.-dijo Kirishima mientras caminábamos juntos, a paso rápido, eso sí.-Es solo una patrulla, ya tendremos tiempo para correr cuando encontremos a un villano.

-No es eso, estoy buscando a alguien.-respondí mientras comía Takoyaki para que ayudara con mi quirk ya que algo podía pasar en cualquier momento.

-¿En serio?.-preguntó.-¿A quién?

-A un niño.-respondí de forma secante.

-Podrías habérselo dicho a Fatgum, él podría mirar por el lado en el que está.

-No me hace falta, prefiero encontrarlo yo.

Seguimos caminando durante un largo periodo de tiempo, lo máximo que encontrábamos era un ladrón que huía (al cual atrapaba fácilmente con los tentaculos de pulpo). Al final el turno había terminado y no había encontrado al pequeño todavía.

Volvimos con Fatgum para cambiarnos a ropa normal y tras cambiarnos fuimos a informar de al héroe profesional de que ya nos íbamos.

-¿Tan pronto?.-preguntó el héroe.-Iba a invitaros a cenar algo.

-La verdad es que tengo algo de prisa...-susurré mirando al suelo.

-Yo tengo que ir a ver a Bakugo.-añadió Kirishima.

-Pues nada, os dejo libre, pequeños pollitos.-dijo aceptando que nos íbamos.

Salimos y ya una vez fuera le pregunté:

-¿Bakugo?

-¿El chico de las explosiones? ¿El de problemas de ira?

-Sí, si se quien es... ¿Para que vas a verle? DIga, si está bien que me lo digas, claro...

-¡Por supuesto, senpai! Verás, iba a ir a verle e íbamos a ver una peli en su casa, algo así como una cita, supongo.

Asentí y por fin nos separamos para que el se fuera por su lado y yo por el mio, volvería a los dormitorios de Yuuei, pero antes quería pasar por la cafetería a la que Mirio solía llevarme para ver si podía encontrar al niño. Llegué y miré al rededor, había un montón de gente y en cierta manera, me estaba poniendo nervioso.

-¡Mamá!.-hasta que escuché un grito.

Giré rápidamente tratando de encontrar la fuente del grito: el niño que estaba buscando desde que había comenzado el día. Me acerqué a él y le pregunté que estaba pasando, él respondió que había perdido a su madre, otra vez perdido. Le cogí en brazos como pude y comencé a buscar a su madre.

-¿Puedo preguntarte algo?.-pregunté mientras caminaba en busca de su madre.

-Sí.-dijo el niño asintiendo.

-¿Cuál es tu quirk? Perdón si es demasiado directo...

-¡Oh! ¡No pasa nada!.-dijo sacudiendo la cabeza.-Puedo ver, oír y tocar fantasmas y puedo hacer que la gente vea, vea y toque a uno durante un mes si no paro mi quirk antes, eso sí, la persona ve al primer fantasma en el que se fija, es decir, si quieres ver a un familiar y sin querer ves a un desconocido, solo puede verle a él.

Atendí atentamente a la explicación del pequeño, para ser tan joven sabía explicarse bastante bien.

-¡Ahí está mi mamá!.-gritó señalando a una mujer.

Me paré en seco haciendo que el niño me mirara confuso.

-¿P-puedes utilizar tu quirk en mi?.-pregunté mirándole.

-¿A quién quieres ver?.-preguntó sonriendo un poco.

-Es una chica de pelo rosa...-susurré a lo que el niño señaló a la derecha.

-Esa tiene el pelo rapado por un lado, ¿es ella?.-giré mi mirada a donde él estaba señalando, aunque no había nadie con dicho pelo, asique solo asentí.-¿puedes acercarme a mi mamá y ya ahí utilizaré mi quirk?

Volví a asentir y me acerqué a su madre, dejando al niño en el suelo para que corriera hacia ella. La señora me dió las gracias y el pequeño volvió a acercarse, señalando ahora un poco más en diagonal.

-Fijate ahí si no quieres ver a nadie más.

Asentí y el niño colocó su mano en mi pierna y comencé a sentirme mareado.

-Corre, mira allí.

Giré como podía pero tuve que cerrar los ojos antes ya que había empezado a ver borroso, los volví a abrir viendo a la chica de pelo rosa sonriendo y caminando hacia mi.

-Tamaki, ¿verdad?

EclipseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora