Pacto Con Un Demonio [PAUSADA]

Cap.9

—Oh, Mierda—Escuché un murmullo.

Giré mi cabeza hacía la ventana y me encontré a Zac acompañado de Hunter.

Iba a retirar la figura de mi piel pero la voz de Hunter me interrumpió.

—No.—se acercó a mi y la retiro él

Sus ojos cambiarón de ser grises a rojos carmesí

La sangre no dejaba de salir y derramarse por mi antebrazo.
Hunter entró a mi baño y salió con un botiquín de primeros auxilios.

—Yo... Hunter—balbuceé.

—Se lo que pasó, lo vi todo—abrí los ojos en plato.

—Tú sabes lo que pasa, ¿No es así?—
susurré—¿Qué mierda esta pasando?, ¡Diablos! estoy tan asustada—Tomó mi brazo y sacó las cosas del botiquín.

—¿Sabes, Megan?, eres muy preguntona.—dijo mientras me curaba y yo hacía muecas.

—¿No me dirás cierto?—terminó de vendarme la mano y depositó un pequeño beso en ella.

—Hay cosas que te podría contar, probablemente te asustarías y tardarías en asimilarlo, otras cosas que podrían lastimarte o quizá confundirte—apreté mis ojos.

—¿No crees que ya es hora?—se escuchó la voz de Zac, que hasta el momento había permanecido undido en sus pensamientos.

—¿Hora... de qué?—pregunté mientras me sentaba en mi cama.

—Tal vez—chasqueó la lengua—Pero hoy no—me miró serio.

Bipolar, sexy bipolar.

—¿Qué te detiene?, vamos... lo entenderé—supliqué—Prometo no asustarme.

—Bien Emma—suspiró con frustración—Somos Demonios.—Solté una carcajada

—Si claro—sostenia mi estomago, me dolía de tanto reir—... y yo soy lily collins—me reí aún más fuerte

—¿Ya terminaste?—me miró con cansansio y enojo.

—¿Es una broma, cierto?—mi risa se volvió nerviosa, tanto Hunter como Zac me miraban serios. Deje de reir.

—¿Quieres que te lo muestre?—el ojiverde elevó sus cejas haciendo un baile con ellas, recibiendo un codazo de el otro.

Doble sentido, dile que sí picarona.

(...)

—Vamos Emma, abre los ojos—No lo podia creer.

Me encontraba literalmente volando, cargada por un chico ojiverde con alas gigantescas, acompañado de el chico de ojos grises.

Abrí mis ojos lentamente, al abrirlos del todo por instinto posé mi vista en la cara de Zac y la bajé a el suelo.

Grité.

—Me dejaras sordo—gruñó y grité más fuerte.

—Ya, ya ¡Te creo, Bajame!.

(...)

Volvímos a mi habitación.

—¿No diras nada?—preguntó Hunter.

—Debo irme, los dejo—Zac salió por la ventana.

—¡Así sin más, se va! Já—exclamé, Hunter se encontraba notablemente tenso—Tranquilo—tomé su mano—
No estoy asustada ni nada por el estilo, me costará asimilarlo pero... lo entenderé—me sonrió—Ahora...— hable calmada sin soltar su mano
—¿Serías amable de decirme?...—
carraspée—¡Qué tienen que ver conmigo, Maldita sea—Grité nerviosa.

—Venimos por tí, para llevarte con él...—me tensé.

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