- ¿Dónde vamos Peter? - digo riendome.
- Espera y verás - me coje de la mano y empieza a correr.
- Más lento que no puedo seguirte el ritmo.
- ¡Pues corre!
Nos pasamos corriendo unos cinco minutos hasta llegar a una calle en la que Peter me tapa los ojos.
- ¿Pero qué haces loco?
- Ya veras.
Me da la vuelta y quita sus manos de mis ojos.
- Cuando yo te diga te das la vuelta - no le da tiempo a terminar la frase porque ya me he girado.
Al ver lo que hay enfrente mia empiezo a reir.
- Pero tu si que eres tonto.
- ¿No te ha gustado? - dice haciendome pucheritos.
- Claro que si feo - sigo riendome.
- Pues entonces entremos.
Peter me ha traido a un Starbucks, en mi pueblo no hay y siempre digo que me habría gustado ir a uno. Como soy tan gorda pues todo lo relacionado con dulce y comida o bebida me emociona.
Miramos a ver que pedir, claro no habíamos venido antes pues no tenemos ni idea de que pedir.
Pedimos dos cada uno para probar y nos sale caro pero hemos traido muchos ahorros así que da igual. Al terminar nuestros batidos salimos corriendo otra vez. Derrepente me doy cuenta de lo que tengo enfrente. El Big Ben, socorro que bonito es. Pasado el puente que cruza el río Támesis lado está el London Eye. Es todo precioso.
En este momento me doy cuanta de que uno de mis sueños se está cumpliendo. Estoy tan feliz, no puedo parar de sonreir.
Peter y yo nos hacemos como diez mil fotos con caras graciosas y luego otras más serias para enviarlas a familiares.
Acabadas las fotos cruzamos en puente de Westminster y llegamos al London Eye. Oh Dios que grande.
- ¿Subimos?
- No se... Es que es muy alta.
- No te preocupes que no te va a pasar nada.
- Pero no me gustan las alturas.
- Ya lo se, pero te va a encantar, se ve todo Londres desde arriba, además por encima de mi cadaver te pasa algo.
- Bueno vale...
- Vamos - susurra Peter
Asiento. Llegamos a la taquilla y compramos dos tickets. Ay que nervios.
- Pasen - dice una especie de azafata. - disfrutad de las vistas.
Entramos, la cabina es bastante más grande de lo que me imaginaba. Nos sentamos y la noria empieza a girar. Madre mia, no va tan rápido pero yo tengo un vertigo. Cierro los ojos y cuando los vuelvo a abrir se me ha pasado el mareo.
- ¿Estás bien?, tienes la cara muy palida.
- Si, no te preocupes que era un mareillo y ya se me ha pasado.
- Vale pero si te vuelves a marear me lo dices.
- Claro - digo sonriendo.
La noria ya ha llegado a su punto más alto, por un lado veo el Big Ben y la abadía de Westminster, por el otro puedo ver Trafalgar Square con la columna del general Nelson en el centro, por el siguiente lado veo el río Támesis y varios puentes, y al fondo muy al fondo Tower Bridge, el puente más famoso de todo Londres. Esto es precioso, ha merecido la pena subir sin duda.
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DIANA
Teen FictionSiento unas manos envolviendome la cintura y una respiracion en mi cuello. Doy un respingo del susto, y me doy la vuelta. - ¿Te asusto pequeña? - Como no voy a asustarme con la cara esa fea que tienes. - En realidad me amas. - No, pero tu a mi si. ...