Esperanza: El gran viaje

Ángel Caído

El pequeño Wyatt se había debilitado bastante en los últimos minutos. Kevin y Luke se resignaron pues el virus ya había tomado posesión de la criatura. Decidieron recostarlo de una forma más cómoda; Luke salió a buscar algún arma... sabía lo que podía ocurrir. Mientras tanto, Kevin acompañaba en todo momento al pequeño Wyatt. Intentaba charlar con él para que olvidara por un instante aquel dolor que parecía acabar con el cuerpo y el alma del niño.

— Hey, amigo... ¿qué sientes? - preguntó Kevin -.

— Siento mucho ardor en mi pierna... me duele el cuerpo y no puedo mover nada - contestó con voz debilitada -.

— Tranquilo amigo - le acaricia el cabello -, aquí estamos... junto a ti. 

— Gra... gracias...

— ¿Quieres seguir hablando?

— Quiero que sepas un secreto...

— Dime...

— Cuando me encontraba junto a mis padres buscando algún lugar estable, escuchamos rumores que al sur del país se encontraban refugios dispuestos a recibir supervivientes. -tosió- El problema es que esos sitios se hallaban en lugares difíciles de atravesar. Había mucha nieve y el frío imposibilitaba la presencia de zombis... 

— ¿Nunca se dispusieron a encontrar ese lugar?

— Queríamos... pero ocurrió algo que nos lo impidió... Nos raptaron - tosió -.

— ¿Quién?

— Nos llevaron a un lugar que se llamaba Montes Nevados...

En ese instante, Kevin se sorprendió de tal manera, que guardó silencio... Wyatt, en la medida de sus posibilidades prosiguió.

— Había un hombre llamado William... era una mala persona.

— Lo conocí... pero... murió.

— Oh, dios... me alegra saber... eso...

— ¿Conociste de casualidad a Óscar? 

— Eran mi familia... él era hermano de mi padre.

— ¿Por qué no estuvieron juntos? ¿Qué ocurrió?

— Las cosas no se dieron como se planearon... y tuvimos que... tomar caminos distintos.

— Él era un buen hombre...

— Lo tengo más que claro...

— Me sorprende que ustedes hayan sido familiares de Óscar. Nunca nos contó acerca de eso. Formamos una especie de familia junto a él y su grupo, tras la muerte de Joanne y Paul...

—¿Qué? - dijo sorprendido el niño -. 

— Lo siento...

— Está bien... de hecho, es lo que le pasa a todos... no te sientas mal... mira cómo estoy...

— Tranquilo amigo.

— No quiero convertirme en uno de ellos... 

— Wyatt...

— Me hubiese gustado llegar junto a ustedes a ese refugio...

— A nosotros también...

— Ayúdame a no convertirme en esto...

Tarde fue, puesto que el pequeño estaba en sus últimos minutos de vida.

— Por fin podré ver a mis padres... los extraño mucho 

— Podrán estar juntos para siempre - dijo esperanzado Kevin -.

— Sólo quiero acabar con esto...

Kevin sorprendido fue a buscar a Luke, quien trajo consigo un hacha que se hallaba en la parte trasera de la tienda. Al regresar, Wyatt se había convertido en un zombi... Kevin comenzó a sollozar... El pequeño, ya muerto, se intentaba levantar del sueño, mas sus piernas no se movían.

— Tenemos que hacer algo, Kevin - dijo Luke -.

— Acaba con esto - contestó -.

Luke suspiró... no quería hacerlo. Se acercó con el hacha sujeta fuertemente con sus manos y golpeó fuertemente el cráneo del pequeño. Murió en el instante. 

— Vamos a enterrarlo... - dijo -.

Y salieron a cavar un agujero en la tierra para guardar el cadáver del difunto. Cuando terminaron, cubrieron la tierra con flores que se hallaban por el camino. Debían continuar.

— No quiero más muertes, Luke - dijo Kevin -.

— Tampoco yo... - contestó -.

Kevin lo abrazó y comenzó a llorar.

— Sólo quiero llegar al refugio y acabar con esta vida... - confesó Kevin -.

Luke correspondió y consoló a su amigo. Pasado un largo rato, los muchachos retomaron las fuerzas que tenían. Tomaron todo lo que encontraron y emprendieron rumbo a Diamond Bay caminando lentamente por la abandonada autopista.

Mientras tanto en la bahía...

— Bajen las armas... ¡es una orden! - exclamo Tyler -.

— Queremos todo lo que tienen. Déjennos pasar - gritó uno de los asaltantes -.

— ¡No den un paso más! - ordenó Steph -.

Ambos bandos estaban con arma en mano. Steph y Tyler intentaban ahuyentarlos, mas los asaltantes no obedecían. En la torre de vigilancia, Julie supervisaba la situación.

— Autumn, ¿qué hacemos? - preguntó Julie -.

— Pues defender lo que es nuestro - contestó con seguridad -. 

Y las armas de Tyler y Steph sonaron en la soledad del pueblo...