•Dreamer In The Rain• ✿YeWook✿ ⁝⁞⁝⁞TERMINADA⁝⁞⁝⁝

||•Capítulo 8•||

—Cariño despierta, no me hagas esto por favor —susurraba Yesung mientras tomaba la mano del menor, había estado arrodillado a un lado de la cama desde hacia dos horas, el médico se acababa de ir para revisarlo pues habían pasado ya dos días desde el parto y éste no despertaba —Ryeomin te necesita...yo te necesito...por amor de dios...¡Soy un idiota!...

No aguantaba ver a su pequeño de esa forma, la mascarilla de oxigeno, le impedía besar sus labios y aunque le costara aceptarlo, su semblante reflejaba paz, se veía tan calmado de esa manera, solo el saber que al despertar volvería s estar tenso lo ponía mal.

Escuchó a través de los monitores que su pequeña se quejaba, se levantó y fue hasta ella para cargarla, su blanco rostro se veía perturbado, tal vez tenía hambre, fue hasta la cocina y colocó su biberón en el microondas, solo segundos después lo sacó y lo llevó a los labios de su hija, ésta comenzó a succionar de forma rápida, <<Valla que tenía hambre>> pensó mientras han traviesa sonrisa escapaba.

—¡Yesung!—escuchó desde la puerta, viendo a su madre entrar, ella era la que le había ayudado a cuidar a la bebé mientras el menor se recuperaba—¿cómo está?...

—No ha despertado, pero sus signos están bien, el médico dijo que le diéramos tiempo...que era probable que su cuerpo estuviera recuperando energías pérdidas.

—Bien, ¿ya comiste? —al verlo negar ella suspiró y se acercó a la estufa encendiéndola —haré algo de comer ¿si?, podemos cambiar de ropa a Wook después y también cambiar sus sabanas, tiene que estar bien limpio para cuando despierte y quiera cargar a la bebé... ¿Ella cómo está?

—Está bien ...tenia hambre y calenté el biberón como me dijiste anoche. No he revisado sus pañales pero creo que ya se ensució, hay un olor algo raro sabes.

—La cambiaré cuando termine de hacer la comida, ve a ver a Wook, no lo descuides...—sonríe—o sabes...mejor ve a darte una ducha, tienes un horrible olor...

—¡¡Omma!!

—No te haz duchado en dos días, hueles mal...—reprochó la mayor dándole un golpe con la cuchara.

El mas joven hizo un puchero y dejó a la bebé en su carriola, yendo a su habitación para darse una ducha, al pasar frente al menor, le regaló una dulce sonrisa y lo arropó bien.

—Tienes una hija muy agresiva EH...ayer me pateo dos veces porque no quería su biberón... Creo que es igual a ti!—reía contándole, como si realmente el pequeño pudiera contestar—Además de que solo quiere su leche en el biberón de jirafas que le compraste, los otros los lanzó y se rompieron, creo que iré a comprar mas tarde algunos iguales, pero no sé donde...¿crees que le gusten?, además tampoco se a que tiendas ibas...tratare de afinarme a una...—se levantó y besó su frente—iré a darme una ducha...Omma dice que Huelo mal.

Fue a bañarse rápidamente y al acabar bajó nuevamente a la cocina, vienendo a su madre servir dos platos.

—Huele delicioso...—se sentó y tomó sus palillos, hace mucho que no probaba comida casera, estaba feliz.

—Soy tu madre ¿Qué esperabas?—sonreía mientras que se sentaba frente a el y tomaba su propio plato para comer—la bebé se quedó dormida hace unos minutos, no me canso e decir que realmente ella es muy linda y tan tierna...¡Ah!, enamora en verdad.

—Omma...tengo miedo—susurraba Miéntras llevaba los bocados a su boca lentamente—¿Qué pasa si Wookie ya no despierta?...¿Qué haré estando solo?...Sabes que no puedo estar sin el tanto tiempo...

—Tranquilo hijo...—con una cálida y enternecida sonrisa la mayor tomó su mano y la acarició—el va a despertar, ya dijo el medico que está bien...no pienses esas cosas ¿vale?, el va a despertar, entonces tendrán su enorme boda, y también tendrán muchísimo mas tiempo para estar con su hija...y claro...para darme mas nietos...

—¿Nietos?...—esas palabras automáticamente lo hicieron sonreír.

—Claro, sabes que amo a los niños y que me encantaría tener más en casa...los consentiría mucho..

—No Omma...no los consientas tanto, no quiero que sean como yo...no soy un buen ejemplo a seguir sabes.

—Puedes cambiar esa imagen sobre ti, puedes ser un buen ejemplo.

—No sé... Ya prometí muchas veces que voy a cambiar y aunque lo intento no puedo... Yo creo que no tengo solución... Soy un idiota y una bestia...

Volteó hacia su hija y la vio abrir lento sus ojos, eran hermosos con ese tono castaño, los talló de forma risueña y después bostezó, su madre tenía razón, realmente enamoraba.