Los pensamientos de Aleida: Capitulo 4

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Empecé a contárselo a mis mejores amigas, lo que me había ocurrido hace un rato, se habían callado durante toda mi explicación, (raro por Laurea) y en algunas ocasiones ponían expresiones de asombro. Aunque no era nada extraño, yo también estaba impresionada…

-¡¡¡En cerio!!! – Grito Laurea, aclarándose la garganta por el grito.

- ¿Es en cerio ale? –me pregunto Cindy sentada en las escaleras mientras yo daba vueltas de aquí para allá.

- Si... – Se los dije preocupada.

-Creo que le gustas…- Aclaro Cindy.

- ¿¡A quien!? – Con todas mis ganas…

- ¡A Noah tonta!

-¡¡Pero si es mi mejor amigo!! – Explique yo, con los ojos de par en par. Miré a Lau y Cindy y vi que ambas sonreían. – Pero le gustas…

-Eh, chicas, ¿Qué pasa? – Pregunto Reneesme acercándose a nosotras, con una lata de “Coca-Cola”.

-Reneesme, no te vas a creer que le paso a Ale hoy…-Dice Laurea, a tiempo de Rene que se sienta al lado de Cindy.

Se lo explique a Rene, siendo un poco exagerada…Tenia una cara, que no se lo creía…Bueno, como es Rene, seguro que no le importa… (Va muy a su rollo, pero es una gran chica).

 -¡Buenos días chicas!- Habló…

-¡Buenos días Srta. Sanders!- Contestamos todas nerviosas, por su entrada al pasillo.

Ella es muy guapa, tiene un cuerpo de modelo y se viste muy elegante con faldas y tacones altos, con el pelo corto al estilo Marilen Monroe (Y la verdad le da un aire). Tendrá unos 38 años. Dicen que se lio con el profesor de Educación Física el año pasado (no me extraña, que tenga un hijo y ni siquiera está casada y no tiene novio).

-Bueno chicas, me tengo que ir a…-Miré a las chicas y ellas tenían cara de “no me chupo el dedo”. -…¡¡mi taquilla!!

Se  miraron y se rieron.

-¡Ya, claro! – contestan las dos a la vez, mientras yo me iba alejando hacia mi camino.

-¡¡Ten cuidado, con tus ligues, guapa!! – Me grita Lau desde la escalera. Riéndose con Cindy y Rene  a carcajadas. (Que cabronas) Me rio yo.

“Pero las quiero…”

Al llegar a mi taquilla, para recoger mi almuerzo, que no eh comido por culpa de Noah (me acorde de aquel momento) y vi a una chica de espalda, rubia vestida de animadora,(esta no me suena) hablando con Tina Shannon: una de las animadoras mas envidiada de todo el instituto.

“Oh, oh”. Pensé desde que se dio la vuelta la rubia y Tina me miro con cara de asco, es Ana Taylor: animadora y la chica más popular del instituto, aparte de hermana de Jack Taylor, jugador del equipo de fútbol americano.(Es una creída, solo por estar en el club de las animadoras…porque si es así, no sabría que hacer en su vida…)

-Vaya, vaya, vaya… ¡Pero si es Rosita! – Dice Tina con voz de pito.

-Hola Tina…-conteste un poco cabreada por lo de “Rosita”. (No me llamaban así desde el  parvulario).

-Tina déjala…No merece la pena hablar con ella…-me lo dice a la cara mientras me mira de arriba abajo.-…Es una patética.

Me entraron ganas de destrozarle la cara, con mis uñas perfectamente pintadas al estilo francesitas.

-Mira…- Contesto yo.-… ¿Por qué no te callas, y así estamos en paz? – Por fin aclaré.

-Tss… ¡A mí no me mandes a callar, soy mayor que tú!, ¡niña de mamá!- ¿Y así sin más otra vez ganan las animadoras?  ¡NO!

El instituto entero había entrado y habían escuchado los griteríos de Ana, (entre todos estaba Zeyn, Cindy, René, Noah y que no falte Laurea) algunos se reían. Entonces sí que me cabreé.

-¡¡Sacad vuestros culos esquelético de mi vista, si no queréis que os de un puñetazo!! – Lo dije delante de todos, que se quedaron sin habla, porque nunca me habían escuchado gritar e insultar de esa manera, yo soy…bueno, era muy pacifista. “Hasta hoy”

Y así sin más se fueron de mi vista, con algunos mirándome mientras yo volvía a mi taquilla, para cerrarla y largarme lo antes posible. Me fui corriendo  de allí, y mis amigas me siguieron. Medio mucha vergüenza decirle eso a Ana sabiendo que Zeyn estaba delante de todo lo ocurrido.

Y peor aun Zeyn es el novio de Ana (que oportuno eso, ahora el chico que me gusta me odiará). Muchos problemas voy a tener, que tonta soy, pero como dice mi padre “la cachetada que más duele es la que no se da”. En mi idioma: que duele más la verdad, que darles una paliza. (Aunque no es cierto…)

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