Los pensamientos de Aleida: Capitulo 8

15 0 0
                                    

Abrí los ojos y empecé a mirar por toda la habitación, me encontré apoyada en la camilla de mi hermano y lo mire… ” ¿Cómo pudiste hacerle esto a mi hermano, destino?  ” . Mire hacía la puerta y allí estaban mis padres, sentados en unos sillones, cogidos de la mano, con unas mantas alrededor de ellos. Me di cuenta, de que yo también tenía una manta por encima y me la quite. Levantándome vi el reloj de la pared eran las 4 de la tarde, nos habíamos acostado tarde ( a las 7 ) y no nos habíamos dado cuenta de la hora, ya que me preocupa más mi hermano, que el instituto… Fui a coger el móvil, lo encendí y encontré 18 llamadas perdidas, entre Ylenia, Cindy, Laurea, Noah  y Nick (Nick nunca me llama…).Marcó número y espero a que alguien lo coja…

-¡¡¡Aleida!!!-Eran mis amigos que pusieron el altavoz.-¡¡Nos tenias preocupados!! – Contestaron todos a la vez.

-Estoy bien…-Tenía la voz ronca de llorar toda la noche.- Solo que…- empecé a llorar.-... a mi hermano…le ha… atropellado un coche.- Por fin pude decir.

-¿¡¡Qué!!?- Gritaron a la vez.- ¡¡Enseguida vamos todos!!

-Daos… prisa…- Colgué el teléfono y lo puse encima de la mesa. Mire a mi hermano y me sentía culpable de no poder haber sido yo…Solo tiene 7 años y le queda toda una vida por delante…

Me fui a desayunar a la cafetería de abajo, les deje una nota a mis padres diciendo que iba a comer. Al llegar me senté en la mesa más próxima a la ventana, desde ahí veía la habitación de mi hermano…Vino un camarero con un bolígrafo y una libreta pequeña en las manos. Tendrá unos 20 o 21 años.

-¿Estás sola? ¿Y tus padres?- Me preguntó con cara extrañada.-Ver a una chica sola es demasiado peligroso.- El sonríe.

-Tengo 16 años…-Se lo dije…- ¡Y mis padres están en el hospital con mi hermano de 7 años atropellado! – Me dolió decirlo.

-Lo…lo siento yo no…-Me contesto bajando la cabeza.

-No se preocupe…-Mirándolo a los ojos, se me derramo una lagrima en la mejilla.- Tráigame un sándwich mixto, con un jugo de melocotón, por favor…

-De acuerdo…-Mientras, escribe en su libretita y se fue alejando.

Les había mandado un mensaje a Julia y a los chicos, diciéndoles que no se acerquen a la habitación, que mis padres están durmiendo, que estoy en la cafetería desayunando.

El camarero me trajo el pedido, empecé a comer y miraba por la ventana todas las personas que pasaban y me ponía a pensar cómo serían sus vidas. Acabe de comer, me levante y fui hacia la caja.

-¿Perdone?-Pregunté al camarero.- ¿Cuánto es la cuenta?- Él  se dio la vuelta y me miro. Tenía los ojos de color marrón oscuro, es muy guapo…

-Ya está pago…-

-¿Qué?-Estaba impresionada.

-¡Invita la casa! - ¿Siempre esta sonriente?-Para que me perdones pequeña…

-Pues…muchas gracias…-Por fin saque una pequeña sonrisa.

-¡No hay de que!- Me picó el ojo. Y me puse roja…

-¡¡¡Aleida!!!- Mire hacia atrás y vi a Noah, vino asía mi corriendo y me abrazo con fuerza…el camarero me miro y me sonrió.

-Así que te llamas Aleida… ¡Encantado!- Respondió el camarero.- Yo soy Nate. (Como el chico que sale en el libro de “El club de los corazones solitarios” de Elizabeth Eulberg. Y ese chico era un capullo, “entonces no me fio de este”). Noah me miro y miro al chico…

-Enserio…Te enamoras muy rápido, a saber cuántos años tiene este hombre…-(¡¡Como pudo decir eso!!) Me puse colorada. El camarero se rió, y acto seguido siguió limpiando. Noah me cogió de la barbilla y me miro.- Te eh echado de menos…-Estábamos muy cerca el uno al otro… más…y más…

-Oigan si quieren la habitación de un hotel, no me importaría pagarlo, ¡¡pero,  aquí no!!- Reconocería esa voz en todas partes. Noah se separo de mí y yo de él. (¡¡Casi!! ¡No me lo podía creer casi beso a Noah!).

-¡¡Chicos!!- Fui corriendo a sus brazos y los agarré con todas mi fuerzas.

-¡¡¡Que nos ahogas!!!- Gritan todos…Todo lo demás ya no me importaba…menos mi hermano.

Los pensamientos de AleidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora