Los pensamientos de Aleida: Capitulo 18

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-Querida madre, has que mi principe aparezca te lo ruego...y es que necesito a un amado para quitarme el dolor de tu despedida, no me dejes caer en el desprecio y haz que mis ojos brillen de nuevo con ese desconocido que me robará el corazón...

-¡¡Levantate del suelo señorita!!- Su madrastra se acerca.

-¡Dejadme en paz señora, estaba rezando a mi madre!- Su mano corrompe la voz de la joven...Su mejilla roja de la forzada golpeada, la mirada despreciada de su nueva "madre".

La puerta se cierra, y la joven espera en la ventana, a su querido rompecorazones...cierra los ojos deseando que todo esto desaparesca y los volvio a abrir, no creía lo que veía y se asustó, lo que venía a conocer era algo nuevo para ella...Miraba alrededor de todo el entorno, muchas luces de colores fríos brillaban en su cara, su sonrisa...Y por fin sus ojos miel brillaban, de ilusión, de felicidad y no de sufrimiento.

-¿Dónde estoy...?- Empieza a caminar por toda la cueva...no tenía miedo...piedras preciosas, flores espectaculares, no temía a nada de eso...al contrarío, tenía intriga por conocer más cosas de este sitio tan hermoso...-¿Hay alguien?- Su voz daba eco por todo el camino.

Se paro un momento por mirar hacía un lado, y su rostro cambio por completo...Y una enorme criatura la esperaba con entusiasmo por conocerla...

-Usted debe de ser la princesa de la que hablan...la princesa de hermoso rostro y esbelto corazón.

La cabeza de la joven miraba hacía arriba, y la criatura se acerco a su rostro...

-Debes de ser tu, joven princesa...- La muchacha quedo petrificada con esos enormes ojos color lunar, esas escamas brillantes, esas alas esplendidas tan descomunales.

-Eres...eres, un...un...- No tenía palabras en su boca, le temblaba todo el cuerpo.

-¿Un monstruo? Lo sé...- Se dio la vuelta, y la joven quedo impresiodada por sus eridas en el costado y en la espalda, ella noto enseguida que esa criatura se ruborizaba por su temible aspecto.

- Lo siento princesa, se que doy miedo...perdoneme mi joven realeza...- El dragón agacho la cabeza y se asumio a su delicada situación...- Por favor, no me mire...

Ella se acerco y le acarisio una cicatriz que tenía cerca de la cola...Sus cicatrices eran de gran admiración, pues luchaba con honor y eso le impresiono. El dragón la miro con curiosidad, él la apreciaba, con importancia, aunque apenas se hallan conocido.

-No me es molestia...pero por favor señorita...¿podría parar...?- Una lágrima calló y ella se entusiasmo por contestar...

-¡Perdoneme gran dragón de escamas doradas! 

-Llameme Ladon princesa...

-Ladon...- Sus ojos chocaron y gran angustia le dio al dragón, puesto que nunca había hablado con una humana tan hermosa...

Comensaron a caminar por la ruta más cercana hacía la salida de la cueva.

-Ladon, ¿dónde me encuentro exactamente?

-Usted mi princesa, se encuentra en mi cueva...

-¿Y vives tu solo?

-...- Ladon miro al suelo.- Por desgracia si, mi princesa...

-¡Por favor Ladon, llameme Talía! 

-Perdoneme...Talía- La sonrisa de la princesa le llego al corazón del dragón...

Ladon le hizo una reberencia para que se subiera en su espalda, para poder llevarla a casa y saber que estaría más segura lo tranquilizaba...pero...nunca olvidará a esa joven princesa de mechones rubios, la princesa que le sonrió para darle las gracias.

-¿A dónde me llevas Ladon? - El viento revoloteaba su cabellera dorada, el sol brillaba con fuerza y el paisaje era tan glorioso...

-La llevo a casa, Talía, a un  castillo seguro...

-¡¡No!! ¡Yo quiero quedarme fuera del reino, no quiero volver, Ladon se lo suplico!- La princesa le agarro con fuerza, lo abrazo...Aunque ella no lo podía creer, se enamoro perdidamente de su gran amigo.

No se lo podía creer una humana le estaba abrazando...nunca había tenido el cariño de un humano.

-De acuerdo hermosa joven...

El dragón dio media vuelta y se dirigio hacía el bosque...llegaron a el arbol más grande de la zona y se acercaron a el, dando una gran vista a ese hermoso ser vivo...

Ella correteaba por los alrededores, siendo libre, haciendo sacar una sonrisa tan brillante como las perlas más profundas del mar. El dragón la observaba y pensaba, tantas personas en el mundo y muy pocas como ella, sobreviven...Pero él la miraba de otra forma, y no podía creer que un dragón se enamorará de una princesa...

-Mi querida, debemos irnos antes de que anochesca.

-Si...- Se dió la vuelta y vio el arbol, de arriba a abajo.

-¡¡Alto ahí!!- Muchos hombres se acercaron. 

-¿¡Quienes sois ustedes para que nos molestaís!?

-¡Querida dama, alejaos de ese monstruo y venid con nosotros!- Los soldados quedaron con miedo del grandioso dragón de ojos lunar...

-¡¡No, él es mi amigo!! ¡¡No dejaré que lo toqueís!! - Talía se interpuso delante de Ladon, cortando el paso a los soldados de brillante armadura.

-Mi princesa...- Ladon quedó conmovido...

-¡¡Él no es malo!!- Los soldados la cogieron de los brazos.

-Es por su bien joven princesa, su señora la espera.

Un soldado preparaba su arco, con la flecha envenenada que podría matar a cualquier ser vivo que la rozaba, apuntaba al gran dragón Ladon.

-Por favor no le agaís daño a la princesa...- Su última mirada atraveso a Talía...cerró los ojos y espero a la señal del superior.

-¡¡¡No!!! - Las lágrimas de una princesa y la sangre de su amado se mesclaron.

Talía consiguio salir de las manos de sus enemigos, rodeando los obtaculos, aunque se caía por su largo bestido teñido, ella seguía levantandose...lo unico que quería era a un amado, pero consiguio algo más que eso.

-¡Mi querido Ladon, como puedo ayudarte! - Sus pequeñas lágrimas caían encima de la gran cabeza de su querido dragón...

-Mi princesa, tu ya me distes algo...tu gran simpatía y belleza llego a este gran y viejo corazón.

Los soldados quedaron impresionados por el amor que desprendía aquella muchacha ante esa bestia.

-¡¡Por favor, no me dejes...te lo suplico!! - Sus manos llenas de sangre, sus ojos derramando dolor, y es que una princesa enamorada de alguien a quien no debe amar, es muy cruel por parte de la vida...-¡¡¡Te amo!!! - Su dulce voz se quebrajo, los soldados mirando la dolorosa escena, el cielo observando el amor de una joven  hacía su "principe azul"...

El superior decidió dejarla para que se recuperase de su dolor, y decidieron irse al castillo, la dejaron sola, y el sol se ocultaba cada vez más detrás de la densa montaña.

Dos enamorados bajo las mismas estrellas, esperando a que venga el mañana.

*

-Te eh traido algo.- Se agacho y colocó un ramo de las flores de su cueva, las maravillosas flores que brillan cuando llega la noche.- Mi gran amor...

-Mamá, ¿quién es él?- Sus pequeñas manitas tocaban el gran arbol  de tensas ramas...

- Él fue mi primer amor, hija mia...- Su sencible sonrisa, mesclada con la brisa del bosque, marcando un gran recuerdo que la conmovio para toda su vida...

La flecha enterrada en el tronco con los flequillos bailan al ritmo del viento...

-Mi querido el gran Ladon...

 *

-Laurea...despierta...- Sus ojos empezaron a abrirse hasta encontrarse con los de Nick.

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⏰ Última actualización: May 22, 2014 ⏰

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