Prisionera |Mabill| •FINALIZADA•

¿Bill, qué te pasa?

El triángulo la iba a llevar a uno de sus lugares favoritos haber si ganaba algo se confianza pero antes tenía que cambiar los trapos que tenía Mabel.

- primero te lavaras- dijo dibujando una muestra de asco en su cara.

- ¿Qué?- dijo, ella se inspecciono a si misma y entendió la expresión de tres lados, ella también sentiría asco s se viera en un espejo.

- sigue me- era la primera vez que Mabel veía la casa del rubio, era más una mansión con algunos detalles terroríficos que una casa de la perdición y dolor. Mabel caminaba mirando las paredes, había cuadros hasta que vio uno que le pareció curioso, este estaba tapado con una manta con los signos de la estrella fugaz, en las escrituras para destruir a Bill estaba la estrella fugaz, Mabel representaba la Estrella fugaz.

- ammm Bill- el triángulo solo hizo un ademán para que continúe.

- ese cuadro ¿Por qué está tapado con el símbolo de la estrella fugaz?- dijo curiosa, el triángulo arrugó la frente se había olvidado ese detalle por completo.

- no lo sé, no puedo quitar el sello por el signo de la estrella fugaz, pero no debe ser nada importante- dijo, la castaña lo miro con curiosidad.

- linda ¿Casa?- dijo subiendo los hombros, el triángulo no contesto.

- ¿Tú la diseñaste?- dijo, Bill no se detuvo solo se metió en sus pensamientos con la pregunta de la castaña. Mabel seguía haciendo preguntas que el de amarillo no prestaba atención.

- llegamos- dijo, al fin, la castaña ya se impacientaba, no tenía respuestas y el camino se hacía cada vez más largo a su parecer.

- bueno.....- el triángulo abrió la puerta y ella asomó su cabeza. Tenía una pinta extraña.

- ¿Qué esperas, invitación? Pasa- dijo impaciente.

- jeje creo que estoy bien así- dijo nerviosa, no quería entrar en aquella habitación pero tampoco quería seguir sucia.

- ni que te fuera a tragar- dijo burlón, Mabel pasó saliva y entro, al entrar ya no tenía tanto temor pero se quedó boquiabierta al ver la habitación está era más decorada y con cosas de monstruos, no se imaginaba cómo sería la bañera.

- amm Bill, podrías hacerlo no sé, ¿Más humano?- dijo sería con los brazos cruzados, Bill rodó el ojo y en un chasquido la puerta brillo.

- ya- dijo, Mabel fue a ver la extraña puerta que seguro era el baño, al entrar pudo ver una bañera ordinaria, un lavador, un baño normal, se alegró por primera vez de ver un baño. Quiso empezar ya con las burbujas y el agua rozar su piel pero había un pequeño problema, el triángulo aún no se iba.

- Bill, sal- dijo, el triángulo se hizo el ofendido sin saber por qué.

- Bill, voy a bañarme, quiero privacidad- dijo autoritaria, el de un ojo río.

- como si alguien quisiera verte desnuda- dijo saliendo del baño riendo, Mabel se ofendió por así decirlo sus amigas decían que era bonita y con buen cuerpo, tal vez mentían. Se fue quitando su ropa, ya había prendido la regadera y la bañera estaba llena, metió un pie y luego el otro se sentó con cuidado y se relajo.

- Ahhhh- suspiro- podría quedarme aquí el resto de mi vida- dijo feliz, sintió un cosquilleo por su nuca, el agua había llegado hasta ahí, le hacia cosquillas. Río todo el baño, Bill ya se estaba impacientando.

- ¿Por qué se demora tanto?- dijo, el bastón que está a su costado lo seguía hasta que llamó su atención.

- ohh tienes razón- dijo olvidando ese problema, Mabel necesitaba ropa nueva, no llevaría sus mismos trapos rasgados y sucios, ella igual se negaría.

- ¿Dónde consigo eso?- dijo, el bastón dio giros.

- algo que ella use, un suéter con tentáculo de calamar y un pantalón de cocodrilo, ¿Puede ser?- dijo haciendo una sonrisa con su ojo, el bastón rápidamente le golpeó la punta otra vez.

- ¿Te atreviste a golpearme? ¿¡Otra vez!?- dijo enojado, pero se calmó no podía arruinar este momento, su plan debía funcionar.

- entonces dime tu, Sr. Moda- le dijo dándole la espalda al bastón.

- dime algo.... ¿Por qué te fuiste con ella?- dijo mirándolo, el bastón no respondió.

- bueno sea lo que sea lo sabré- para quitar el tema, el bastón le dio una idea a Bill.

- ¿Enserio? No quiero gastar mi magia en ese atuendo- dijo haciendo un puchero del mal.

- Ash, está bien- con un chasquido apareció ropa en el baño con toallas, Mabel se asustó ya que salió de la nada, al menos ya había terminado de bañarse.

- ¿Y esto?- dijo dudosa, miro que era una toalla y la tomo, enrollo su cuerpo en ella y vio la ropa, una lágrima resbaló por su mejilla al ver que era.

- las mujeres se demoran la vida- dijo dando la 1000 vuelta, la puerta sonó y detrás de ella vio a la castaña, tenía puesto la ropa que le había dado, se quedó mirándola, fijamente con su solo ojo, podía ver su belleza.

- desde cuándo.... ¿¡Se volvió así!?- dijo en su mente, su corbata se tornó de un tono más claro color rojo, palpitaba, o al menos eso parecía ser.
Pero cuando vio la sonrisa de la castaña explotó, ahora estaba de un color más claro, casi llegando al rosa. Aunque no pudo pasar desapercibido los ojos rojos que tenía la castaña, ¿Habrá llorado? Se pregunto.

Mabel vestía, un polo naranja con una chaqueta, unos shorts, unas medias largas, unas zapatillas negras y por último una gorra con un pino en medio ¿Ya saben de quien es?

(Créditos al autor)

Mabel vestía como Dipper, por eso las lágrimas que soltó en el baño y por eso la sonrisa que le regaló a Bill, sin darse cuenta la castaña se acercó al de amarillo.

- ¿Bill, qué te pasa?- le dijo, el Nacho dio un brinco y se alejó de ella.

- n-nada vamos- dijo volando más lejos de ella.

- ¡Hey! Espérame- dijo dando un brinco al hacer esto roza sus dedos con su mano, estos sintieron a la par una electricidad, la castaña rió pues lo sintió por su nuca y eso le dio risa, en cambio al de amarillo no sabía nada de lo que experimentaba y no sabía si quería seguir sintiéndolo.