Prisionera |Mabill| •FINALIZADA•

Opposite Falls

Más tarde ese mismo día, con Pyronica más calmada y Bill aún encerrado en su habitación, Mabel decidió ir a visitar el nuevo lugar.

- Pyronica... ¿Quieres ir a ver el lugar? - pregunto tímida mientras veía a la pelirosada secando sus lágrimas con otro papel, el cesto ya se estaba desbordando con tantos papeles en el.

- aunque la oferta es tentadora, tendré que decir que no...- dijo mirándola.

- ¿Por qué? Parece agradable el lugar de afuera- sonrió tímida.

- verás Mabel, cuando eres un demonio y es la primera vez que pasa algo como esto-  se señaló, Mabel la miro extrañada- me refiero a que cuando el cuerpo cambia de forma a una no demoníaca ocurre un descontrol en los poderes- estornudo y fuego rosa hizo quemar su papel.

- ves a lo que me refiero- agarro otro y siguió con lo suyo.

- ya entendí, ¿cuánto dura ese descontrol?- jugo con sus manos.

- no lo sé, hasta que el cuerpo se acostumbre- se encogió de brazos y volvió a estornudar haciendo aparecer una calavera parlante.

- ¡Rose! ¿Eres tú?- dijo la calavera, haciendo que se le ponga la piel de gallina a Mabel.

- ¡Cierra la boca, Jack!- Pyronica le aplastó el cráneo.

- ¡Rose!- termino diciendo para desaparecer.

- eso fue como otra versión de la muerte de Jack en vida de Titanic- dijo Mabel con la mirada de horror por ver la escena.

- ¿Ah, eso? Bueno me gusta esa película del barco y que todos se mueren, me gustó el chico que quise comerlo así que lo saque de su película y pum me comí su alma aunque estaba algo fría y ahora quedó su calavera parlante que había de "Rose" "Rose" "Rose" No la pienso revivir a ella no como mujeres- contó la historia mientras que Mabel escuchaba con atención.

- ¿Ok? Entonces supongo que iré sola- dijo sonriendo nerviosa mientras que salía hacia las calles para soltar un suspiro y que su alma regrese a su cuerpo.

Con su alma ya en su cuerpo, contempló el lugar donde estaba. Era un pueblo como el de Gravity Falls, pero este no era Gravity Falls.

"Bienvenidos a Opposite Falls"

Un cartel estaba colgado en una de las tiendas.

- ¿Opposite Falls? Que original- rodó los ojos y camino por su lado derecho.

Se podía ver que más al fondo había un bosque cruzando un puente. Vio la primera tienda, está era de periódicos.

La segunda era de muebles y otras cosas hogareñas, la tercera de instrumentos musicales y así con las demás.

- bien, Mabel, comencemos con lo más básico; la ropa- mientras caminaba veía a niños jugando le recordó a cuando ella jugaba con Dipper, sonrió con melancolía y siguió su camino.

- la ropa la conseguiré en el centro comercial ¿Verdad? Pero...- hizo una pausa- no conozco nada de acá- termino para girar su cabeza hacia atrás y no ver su camino de regreso.

«Bien hecho Mabel»

¡Cállate!

«Relajate amiga»

Está bien, lo siento.

«Bueno, sigamos, ¡¿Cómo rayos no se te ocurrió ver la casa?!»

¡No sé! Lo siento, lo siento, no se me ocurrió además no creo que sea tan malo.

«Mejor me voy, luego hablamos»

Ok, adiós.

Después de hablar con su conciencia, decidió seguir caminando por los lugares con más personas.

- bien, Mabel debes pedir indicaciones - entro en una tienda, una campanilla sonó.

Se acercó al mostrador donde estaba una persona con un periódico, no se le veía la cara.

Tomo aire y suspiro.

- ¡Hola!- se acercó con una sonrisa. La persona dejo de ver el periódico para darle una sonrisa mostrando hoyuelos en su rostro, Mabel no había visto a una persona con hoyuelos ya tenía que borrar eso de su lista.

- ¡Hola! ¿Qué se le ofrece?- una mujer con cabellos rubios y ojos verdes, la saludo.

- esto, soy nueva en la ciudad y quería ver si me podía dar indicaciones- sonrisa nerviosa.

- ¿Nueva? Llegaste hace poco entonces - dijo la señora, Mabel asintió.

- si, llegué recién hoy pero me olvidé mi maleta y no tengo otra ropa aparte de esta, así que quisiera ir al centro comercial- la mujer rió.

- ¿Centro comercial? Jaja, querida en Opposite Falls no hay centro comercial no somos tan modernos como crees, preferimos las cosas no tan llamativas como esa pero si tenemos un local donde hay cine, algunos restaurantes y otras cosas que podría ver en un centro comercial, pero nosotros lo llamamos centro comercial para no quedarnos demasiado atrás, nos gusta lo antiguo pero no somos dinosaurios tampoco- dijo riendo.

- vaya, no tenía idea, lamento si mi comentario la molesto- la mujer le regaló una sonrisa tierna.

- no te preocupes, esto....- Mabel entendió que quería saber su nombre.

- Mabel, me llamo Mabel- la mujer sonrió.

- un gusto Mabel, soy Loren- se estrecharon las manos y sonrieron.

- ¿Siempre has vivido aquí, señora Loren?- la mujer tardo en responder.

- bueno, nací aquí pero tuve mi infancia en otro lado regrese aquí cuando me gradué de la universidad con mi marido, mis hijos nacieron aquí- Mabel asintió.

- vaya, yo solía pasar los veranos en casa de mi tío abuelo con mi hermano pero.... Bueno, hubo un problema y ya no estoy con ellos- le dio una sonrisa triste.

- oh, debes de extrañarlos mucho, ¿verdad?- pregunto.

- no lo puedo negar, si los extraño pero fue por su bien yo era un problema para ellos- mintió en lo último, no era un problema sacrificar su libertad.

- oh no te vez como una persona problemática- Mabel se rasco la nuca.

- gracias, pero no me conoce- la mujer rió.

- por como entraste saludando con energía y tus actitudes hasta ahora no me pareces una mala persona, mucho menos problemática no necesito conocer por completo a una persona para saber cómo es, la mirada de las personas dice mucho de ellas tu mirada es tierna y alegre- Mabel se sonrojo por el comentario.

- jeje gracias, señora Loren ah sido muy amable conmigo desde que ingresé pero me podría decir dónde puedo comprar ropa- sonrió.

- ¡Por supuesto! Mira es en...- Mabel esperaba con ansias la respuesta.

- ¡Mamá! ¡Iré al centro! ¡¿Quieres algo?!- una voz masculina interrumpió su respuesta.

- ¡Thomas! ¡Si quiero algo!- dijo gritando, se escucharon pasos y salió un chico con cabellera negra y ojos verdes.

- Thomas, ella es Mabel- presentó a Mabel al muchacho- Mabel, el es mi hijo mayor, Tomás- termino.

- hola- dijeron ambos, el chico sonrió mostrando sus hoyuelos en su rostro, Mabel se sonrojo.

- hijo quiero que lleves a Mabel, al centro es nueva y no sabe dónde está- dijo sobando la cabeza de su hijo.

- con gusto mamá- dijo quitando la mano de su mamá de su cabello.

- ¿No es mucha molestia?- la señora negó.

- para nada, Mabel- sonrió.

- bueno mamá, nos vemos después ¿Vamos, Mabel?- vio a la muchacha.

- gracias por todo señora Loren- sonrió.

- regresa pronto- se despidió con la mano.

- vamos- le contesto a Thomas. Y ambos salieron rumbo al centro.