Prisionera |Mabill| •FINALIZADA•

Bote

Después de unos días, Mabel estaba con una sonrisa radiante pues irían de pesca y aunque Bill no fuera fan de esa actividad debía ir.

- ¡Hola, ardillita!- dijo animada la castaña mientras que le lanzaba una bellota a una que bajaba de un árbol, Bill y Pyronica iban atrás callados, aunque cierto rubio no dejaba de verla con una sonrisa de embobado.

- mmm jefe, una pregunta ¿Le gusta Mabel?- aquella pregunta le hizo sobresaltar al rubio quién con un sonrojo no sabía que decir.

- ¿Q-qué di-dices Pyronica?- dijo con nerviosismo.

- lo que escucho, jefe. No puede negarlo, no a mí. Lo he visto, he visto como la mira, como sonríe cuando la ve reír, podrá quedarse como prisionera pero se está quedando con su corazón como la dueña- Bill miró a Pyronica y supo que podía confiar en ella.

- no se lo digas- apartó la mirada con un sornojo y las puntas de su cabello se tornaron rosa pastel.

- ¿Qué hará con Winner Kill?- aquella pregunta dejó pensando al rubio pues se había olvidado por completo de aquel ser.

- yo me encargare de él, de alguna manera- dijo con desconfianza, Pyronica suspiro.

- tu manera de conquistar, es muy poco efectiva ¿Sabes?- dijo la pelirosa mirando a la castaña perseguir a cierto animal.

- y-yo en ni-ningún mo-momento intente conquistarla, ¿debería hacerlo?- Pyronica rodó los ojos.

- Bill, con todo el respeto que te tengo por todo el tiempo que nos conocemos, no te ofendas pero eres un imbécil- Bill frunció el ceño.

- y eso ¿Por qué?- dijo en tono molesto.

-y todavía lo preguntas, cuando te decidas si quieres estar en una relación con Mabs, me avisas- se adelantó dejando al rubio pensativo y confundido.

Era cierto que había confirmado sus sentimientos hacía la castaña pero no podía decidir si seguir con estas emociones o solo dejarlas al olvido, en algunas ocasiones había imaginado una vida con la castaña y todas las probabilidades que salga terrible eran altas, no solo por el hecho de que el sea un demonio y ella una humana, sino el hecho de el peligro que correría.

Tal vez esa era la razón que hacían que no se acercara a ella.

Decidió creer eso.

- ¡Nacho!- escucho la voz melodiosa de la castaña y regreso a la realidad, las vio en la orilla del lago. Apresuró el paso hasta llegar a ellas.

- bien, ¿qué haremos primero?- pregunto animada Pyronica.

- pescar, para eso vinimos- dijo Bill, Pyronica se cruzó de brazos.

- no es por nada, pero no tenemos un bote o algo así- dijo tímida la castaña. Bill chasqueo los dedos e hizo aparecer una barca para los tres.

- listo- dijo con los brazos cruzados.

- bien, ¡Yo adelante!- dijo Pyronica. Se subió al bote seguido de Mabel, el bote tenía dos asientos uno personal dónde iba el piloto y dos atrás donde iban los pasajeros.

Esto parece "Planeado" ¿No?

Pero no por el rubio, sino por cierta pelirosa que esperaba que Bill subiera al lado de la castaña.

- vamo, Bill. Se hará más tarde y los peces se irán a dormir- Bill bufó.

- los peces no duermen- dijo con un suspiro.

- quién sabe- respondió Mabel, Bill la miró y fijo su vista en sus labios, despejó la vista a los segundos que el bote comenzó a moverse.

Pyronica era buena navegante, algo torpe pero de eso se aprende. Mabel iba mirando el borde donde su reflejo estaba presente, recordó la habitación que Bill le mostró en su casa donde pudo ver a su familia, una mirada de nostalgia apareció en su rostro pero luego la borro y esbozo una sonrisa.

- bien, creo que aquí está bien- dijo Pyronica dejando los remos a un lado.

Cada uno tuvo una caña y esperaron, era una actividad aburrida para algunos, como Bill.

Mabel recordó cuando fue a pescar con su hermano y el tío Stan, rió cusndo se acordó de los chistes malos de su tío.

- esto es inútil- dijo Pyronica. Mabel giró a verla, estaba enredada entre el hilo de la caña. Bill rodó los ojos.

- ¿Por qué serás tan torpe?- Pyronica rió.

- ¿Me hechan una mano? Por favor- pregunto.

- claro- musitó Mabel, dejo su caña a un lado y con cuidado se acercó a Pyronica. Bill a su par.

- veamos, si quitamos está podremos desenredar del otro lado aunque de este lado está más enredado ¿Pyronica cómo llegaste a enredarte?- Mabel cruzó los brazos y alzó la ceja.

- jejeje pues.... Tome la caña y quise darle vueltas al hilo pero se había atorado en mi ropa entonces con cuidado quise quitarla pero se enredo más :'v- sonrió nerviosa, Bill no confío tanto en su palabra.

- bueno, no importa. Ahora sólo queda desenredarte- dijo Bill.

Mabel tomo de un lado y Bill del otro y aunque por más esfuerzos que hagan siempre había un lado que se enredaba más y no les permitía avanzar.

- esto es imposible ¿Si lo cortamos?- pregunto.

- ¡No!- Mabel miró a Pyronica.

- quiero decir, no lo pueden cortar es una mala forma de desperdiciar una caña de pescar muchas personas quiseramos tener una y ustedes quieren cortarla, me niego- dijo girando su rostro.

- está bien, está bien- musitó Mabel, pensó como podrían sacar la caña y era peor que una ecuación matemática.

- ya se, estrella fugaz tú jala de este lado y yo del otro, encontré el hilo que lo desenreda- Mabel asintió.

- a la cuenta de tres- dijo Bill.

- 1, 2, ¡3!- ambos jalaron el hilo haciendo que el bote se tambaleara, Mabel estaba nerviosa, temía caer aunque supiera nadar.

El hilo se fue aflojando y Bill jalo más haciendo que la parte de Mabel se corriera un poco, cuando el rubio la soltó la pelirosa ya estaba libre.

- ¡Libre!- salto y el bote se fue para un lado haciendo que se escuchará un chapuzón.

- eso estuvo cerca- dijo Pyronica al levitar y no caer al igual que Bill.

- gracias amigos- dijo la pelirosa sonriente, busco a Mabel con la mirada pero no estaba.

- Bill, ¿Mabel?- el rubio al escuchar eso fijo su vista a todos lados, no estaba.

Vieron el agua y burbujas sobresalían de está, sus miradas se cruzaron y una mueca de terror, de Pyronica.

- ¡Mabel!- grito- Bill tienes que sacarla- pero el rubio se quedó paralizado.

- ¡Bill!- llamaba el demonio rosa. Pero era caso omiso.

Con la castaña, al caer se choco contra una roca que le hizo perder la consciencia ya estaba teniendo ataques cardíacos hasta que antes que cerrará sus ojos pudo ver una figura moverse frente a ella que se acercaba a ella, entonces cerró los ojos