Había pasado, unos días desde el "Incidente" y Mabel no intercambiaba palabras con el rubio.
Uno, por vergüenza.
Dos, porque si.
Tres, porque su corazón latía tan fuerte cuando estaba con el que las palabras no salían.Pyronica, en cambio, ya había controlado sus poderes era la única que salía de esa casa, Bill salía a pensar o a caminar por ahí pero de noche y Mabel se quedaba sola en casa.
Era de mañana y Mabel comenzaba a abrir los ojos encontrándose con una cabellera rosada. Se había olvidado que el día anterior había hecho una pijamada con Pyronica, el demonio rosa no sabía que era eso pero le causó curiosidad así que acepto y no había duda que se habían divertido.
Se levantó sin hacer ruido y camino de puntas hacia la puerta. Vestía un camisón hasta un poco arriba de las rodillas color azul y descalza se fue a la cocina por algo de agua.
- hoy hace un día bonito- dijo al percatarse, a través de una ventana, que el sol comenzaba a salir y la lluvia había cesado. Camino estirando los brazos hasta la mesa del comedor donde había dejado una jarra con agua y un vaso por si le daba sed en la noche.
- bueno, salud Mabel- sonrió y sirvió el agua en el vaso para beberlo. Sintió el líquido bajando por su garganta, escucho un ruido de una puerta pensó que era Pyronica, pero no.
Al girar vio a un rubio despeinado, con solo unos pantalones y su torso desnudo, al darse cuenta de eso Mabel se atragantó con el agua y dejo el vaso rápidamente en la mesa para cerrar sus ojos y respirar o al menos tratar.
- ¿Estrella fugaz?- por el ruido hecho, anteriormente, el rubio supo que no estaba solo además que mientras caminaba bostezaba y lamentaba el hecho de tener sed.
- maldición- murmuró la castaña para sonreír nerviosa.
- ¡Bill! Que sorpresa verte, aquí en la cocina a las 6:30 de la mañana jeje- estaba hablando rápido, lo primero que se le venga a la mente.
- te recuerdo que vivo acá- contesto con una sonrisa de lado y las cejas alzadas.
- ¡Cierto! Bueno, yo ya hice lo que tenía que hacer así que me voy- termino.
- chicos, chicos ¿Por qué tanto ruido?- dijo Pyronica mientras entraba a la cocina, Mabel pasó por su costado y corrió hacia su habitación.
- ¿Pasó algo?- pregunto la pelirosa confundida.
- nada, Pyronica, nada- y el también se fue a su habitación.
- ¡Ponte un camisa!- le grito, el rubio entendió la referencia y se golpeó la cara para seguir su camino.
- al menos hubieran hecho el desayuno, ahora tengo que cocinar- gruñó.
Mabel se encerró en su habitación con la cabeza apoyada en la puerta mientras con ambas manos se tapaba la cara, su respiración era agitada y su corazón latía rápido.
- vamos Mabel controlate- pero las imágenes de ver el torso de Bill desnudo regresaban y hacían que se sonroje más.
«Tienes una mente, sucia Mabel»
¿De qué hablas?
«No te hagas, sé que te gustó verle el torso»
Bueno, no está mal.
«¿Enserio?»
Si, es un chico supongo que debe tener el torso bien formado te recuerdo que es un demonio y puede tener el cuerpo que quiera en este caso tuvo uno con los abdominales marcados y brazos fuertes pero no tanto.
«Solo eso dirás.. ¿Enserio?»
Si... ¿Tengo que decir algo más?
«¡Si! Bill es un maldito dios, tiene el cuerpo de un maldito dios y tú solo dices que es como un chico normal»
Bueno, ¿dios, dios? No tanto.
«Mejor cierra la boca, cierra la antes que te diga algo fuerte»
Se supone que, ¿yo sola me digo eso?
«Adios, maldita ciega»
¡Hey!
Después de debatir con su mente y terminar tomando un descanso, se dio un baño de burbujas. Quería relajarse el aire de la casa la asfixiaba, estar todo el día ahí no era lo que quería. Quería salir pero no sé lo iba a permitir y ella no podría hacer nada, después de todo es una prisionera en la casa de un demonio.
Pero.... Si le pedía ayuda a Pyronica, tal vez podría salir o si se escapaba solo por unos minutos tal vez, podría ser libre por un momento.
Mientras se pasaba el jabón por el cuerpo recordaba las veces que solía bañarse con sus juguetes o cuando Dipper le reclamaba ¿Por qué se demoraba tanto? Eran días de escuela pero aún así, ella disfrutaba su momento de burbujas. Eso no cambio en la cabaña aunque no estuvieran mucho tiempo ahí.
- tal vez, solo tal vez pueda ser libre por unos minutos- volvió a decir y sonriente salió con una toalla envuelta en su cuerpo y una toalla envuelta en su melena castaña.
La ropa era otro problema. Optó por elegir algo simple unos shorts y un polo grande, se preguntaran de dónde saco la ropa.
Cómo solo Bill y Pyronica salían, Mabel le pidió a Pyronica que le comprar ropa nunca creyó que un demonio tuviera estilo.
Por último unas sandalias su cabello aún mojado ya estaba peinado, ahora que veía no tenía celular solo habían libros en su habitación de los cuales ya había releído dos veces.
- huele a quemado- dijo y era verdad, en el aire se olía a quemado. Luego escucho un grito. Abrió la puerta y corrió hacia la cocina vio un trapo quemándose en el piso y Pyronica encima de la mesa.
- ¡Pyronica!- corrió hacia el fregadero y como este era removible lo apunto hacia el trapo incendiado.
- ¡Mabel apágalo!- dijo, Mabel abrió el caño y el agua salió disparada, el fuego poco a poco se fue apagando hasta que ya no quedo nada.
- ¡¿Qué sucede?!- un Bill preocupado vino corriendo desde su habitación. Al percatarse del humo y de la posición de las chicas, supuso que había pasado algo malo y gracioso.
- yo me encargo del trapo quemado- dijo Mabel nerviosa, lo agarró y sin importar que aún estaba algo caliente salió corriendo de ahí.
Y Bill había notado algo extraño.
Mabel se encontraba afuera, había salido por la puerta trasera que conectaba a un jardín tomo aire y suspiro.
- ¡Hey, Mabs!- una voz conocida la sobresalto.
- hola Newt- sonrió al rubio.
- ¿Qué haces? Hace días que no te veo- se acercó a ella.
- bueno, eh estado ocupada y no eh podido salir al centro, y bueno estoy con un trapo quemado y no sé qué hacer con el pero dije que me encargaría de él jeje- rió nerviosa.
- jajajaja eres graciosa, pero ya que te veo vengo a preguntarte algo- Mabel lo miro extrañada.
- ¿Qué, pasa?- pregunto.
- ¿Vamos al cine?- Mabel sonrió.
- ¡Claro!- respondió.
- ¡Genial! Mañana, pasó por ti, y qué tal si yo me encargo de esto- sujeto el trapo.
- nos vemos aquí y lo del trapo me salvarías la vida- rió.
- ok, jaja no quiero tener que ir al cine con un ataúd, así que me lo llevo- rieron.
- gracias, Newt, me tengo que ir pero mañana nos vemos- y se despidieron.
Mabel volvió a pensar en su oportunidad de ser libre por unos minutos tal vez esa oportunidad sea esta.
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Prisionera |Mabill| •FINALIZADA•
FanficMabel Pines una chica de 15 años regresa a Oregon después de derrotar a Bill o al menos eso creía, junto a su hermano Dipper Pines, van a la cabaña de sus tíos abuelos, al regresar Bill aparece otra vez y ataca a los Pines, gravemente heridos y Bill...