Prisionera |Mabill| •FINALIZADA•

No se nadar

Bill POV

Soy un idiota, idiota y mil veces más idiota.

«Eso te queda chico»

Cállate

«Que se siente, no haber salvado a la chica de tu corazón»

No me lo recuerdes

«Otra vez vuelves a ser el chiquillo miedoso de siempre ¿No?»

Tu no sabes nada

«Admitelo te crees el demonio más terrorífico de todos pero eres solo uno más del montón»

¡No! Eso no es verdad

«Solo digo la verdad, nada más que la verdad»

Déjame solo..

- ¿Bill?- la voz de estrella fugaz hizo que reaccionara.

- ¿Ah qué? Estrella fugaz..- la miré, sus mejillas estaban de color carmesí y en su mirada ví que estaba nerviosa, sonreí de lado.

- ¿Estás bien?- pregunto, mire hacia el otro lado y asentí.

- seré muy distraída pero sé cuándo me mienten, ¿Qué ocurre?- que terca.

- nada, estrella fugaz, nada que tenga que ver contigo- ella alzó una ceja.

- ajá, te creeré- lo dijo con sarcasmo.

- bien, esperemos que no tarden mucho- dije y cambie de dirección mirando el agua. Escuché los pasos y quejidos por parte de la castaña, suspiré.

- mejor vamos a que te cambies de ropa- dije con un sonrojo.

- está bien- musitó.

El camino fue silencioso era un silencio que transmitía paz no incomodidad pero tenía ganas de hablar, de iniciar una conversación pero no podía.

- este bosque sí que es grande- dijo mirando al rededor.

- sí, es muy hermoso- cerré los ojos, sentí la mirada de mi acompañante, así que los abrí.

- ¿Qué ocurre?- pregunté.

- nada, es que...- hizo una pausa- por un momento olvide que eras un demonio- sonrió.

- ¿Y eso es malo?- pregunté.

- para nada- sonrió- a las personas deben ser aceptadas tal y como son, los demonios igual- me miró.

- entonces que sea un demonio ¿Está bien?- pregunté.

- claro, dejando de lado que casi acabas con mi familia y con otras dimensiones eres bueno Bill solo que, tienes subido el ego y el orgullo- rodé los ojos, tiene razón.

- tonterías, los demonios son como las personas quieren que sean; malos- dije observando mi delante.

- pero ¿Tú qué quieres ser?- pregunto, me detuve.

- entre ser y no ser, yo soy- hice una pausa- no siempre soy malo, permito que estés a mi lado eso ya es bastante generoso- reí.

«Idiota»

Cállate

- y aquí vamos con el ego y orgullo, podría ayudarte a ser buena persona/demonio si así lo quieres- dijo, una idea se me vino a la mente y sonreí con satisfacción.

- ¿Enserio? ¿Harías eso?- fingi emoción.

- bueno, si voy a estar aquí como prisionera al menos quiero distraerme hasta que llegue la hora de mi muerte- sonrió.

Pero yo no quiero matarte

«La mentalidad que tienen los humanos es demonio=prisión= o te comen o te matan; ella cree eso»

Pero es algo absurdo

«Enséñale que no todos son malos, comenzando por ti»

Está bien.

- señorita estrella fugaz, es un trato- mis manos se incendiaron con fuego azul pero ella ya no mostró temor, estrecho su delicada mano con la mía formalizando el trato.

- hecho- sonrió.

Seguimos caminando intercambiando palabras e ideas.

- cierto ¿Por qué no quisiste ir con nosotras al reino de Marmando?- tenía que mencionarlo.

- porque no quise- me crucé de brazos.

- esa no es una excusa- ahora ella lo hizo.

- no es de tu incumbencia- rodé los ojos.

- dime dime dime dime- insistió, si me digo me moriré de la vergüenza, ah espera soy inmortal...

«Solo dile»

¡No!

«Solo dile, vamos»

No le diré que no se nadar

- ¿No sabes nadar?- la mire fijamente, cómo... Lo dije en mi mente, cómo supo que yo, esto es raro.

- ¿Cómo lo....?- creí que me lo diría pero solo subió los hombros.

- intuición- soltó.

- bien, no se nadar ¿Feliz? Ahora lo sabes- gire hacia otro lado.

- que no sepas nadar no es un problema, todos aprendemos que alguna manera; te ayudaré- dijo y la mire.

- ¿De verdad?-

- será como el primer paso de convertirte en una persona buena, comenzando con la amabilidad- dijo.

- sí tú lo dices estrella fugaz- sonrió.

- comenzamos mañana ¿Está bien?- dijo animada.

- está bien, está bien- acepte.

«Ves que no fue difícil »

Cierra la boca

«Amabilidad, Bill, amabilidad»

Agradece que estás en mi cabeza y no en físico porque te mataría.

«Si, si como digas»

Regresamos a casa y la castaña fue a su habitación para cambiarse de ropa a los minutos salió con un jean azul, una polera morada y zapatillas negras mierda por qué tenía que ser tan linda.