Prisionera |Mabill| •FINALIZADA•

Soy su novio

Mientras tanto en la casa de Bill.

¡Pum!

- ¡Ahhh!- un grito se escucho, uno de muchos.

Bill, ya cansado de tanto escándalo decidió salir malhumorado.

- ¡Se puede saber qué sucede!- salió con el cabello rojo al ver que los muebles estaban con quemaduras, el techo estaba con dardos si no contamos con las criaturas que caminaban por la cocina.

- ¡¿Qué rayos?!- volvió a decir.

- ¿Bill?- la voz de Pyronica hizo que girará, la vio con los cables envueltos en ella. Frunció el ceño y de un chasquido ella ya estaba libre y todo como antes.

- ¡Uf! Que bueno que apareciste, esto se habrías hecho un caos peor- rió antes su desgracia.

- la próxima vez que te transforme en humana, recuerdame encerrarte en un cuarto anti-poderes- la chica cambio su semblante.

- no es mi culpa, que me cambiarás de demonio a humano, sin mi consentimiento- se cruzó de brazos.

- recuerda que aún soy el jefe y puedo hacer lo que se me de la gana con quién se me de la gana- sonrió cínico.

- como sea, "Jefe"- rodó los ojos e hizo un puchero, Bill noto que estaba sola, camino hasta los cuartos y abrió la puerta de todos pero no vio a la castaña.

- ¿Dónde está estrella fugaz?- su voz sonaba rara.

- ¿Mabel? Salió a conocer el pueblo- Bill palideció.

- ¡La dejaste ir sola! ¡Cómo se te ocurre!- su cabello se volvió a poner rojo.

- o-oye no es mi culpa, no puedo salir con los poderes disparatados- se excuso, veía a Bill nervioso su cabello cambiaba de color como si se tratara de un aleatorio de colores. 

- debo encontrarla- dijo para caminar hacia la puerta.

- ¡Espera Bill! Solo fue a caminar, no hay nada de malo- Bill se detuvo y giro para verla serio.

- ella no puede alejarse de estas tierras no con otra persona que no sea nosotros- Pyronica estaba confundida, ¿Qué tenía ese pueblo que me preocupara tanto?

- pero es solo un pueblo no tiene nada de malo- dijo a la ligera, Bill frunció el ceño.

- no muy lejos de los bosques, está Gravity Falls- dijo dejando a la rosada sin palabras.

(...)

Mientras tanto con Mabel y Thomas.

- así que eres nueva por aquí, ehh- se refirió el pelinegro a la castaña.

- esto si, llegue hoy- sonrió nerviosa, el chico tenía su mirada verdosa en ella, y esos hoyuelos lo hacían ver adorable  para el gusto de Mabel que le gustaba todo chico lindo.

- uhh, ya llegamos- llegaron a un gran edificio de este salían personas y entraban más.

- entremos- adelanto el paso mientras que Mabel al ver que había avanzado corrió hasta alcanzarlo.

- oye y ¿Cuántos años tienes?- pregunto mientras veía las tiendas.

- 18 ¿Tú?- miro a la castaña que estaba distraída.

- ¿18? Eres mayor que yo jeje- rió nerviosa.

- déjame adivinar, tienes 16- Mabel lo miro extrañada.