El secreto de Bill

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Entonces vio el cielo y vio aquella luna que se tornaba de color negro aquél triángulo abrió la el ojo mirando con horror la luna, mientras que la castaña seguía jugando con las figuras que habían formado los cerezos el bastón también dirigió su mirada hacia el cielo dando muchos giros de desesperación.

La castaña noto el extraño movimiento de aquel objeto y se acerco a él.

- ¿Qué tienes?- pregunto, aquel objeto seguía dando vueltas en dirección al triángulo.

- oh no, no, no, no, no- repetía sin cesar mientras intentaba huir de ese lugar.

- ¿Cómo pude olvidarlo?- decía mientras su levitación fallaba y caía al suelo aún con desesperación se arrastraba hacia la puerta como si fuera su única salvación.

- ¿Bill?- la castaña noto el comportamiento del triángulo y, aún con algo de duda, corrió hacia el, el bastón llegó primero mientras que el también, desesperado, comenzaba a querer salir del lugar pero debía ayudar a su amo.

- estrella fugaz, vete de aquí- respondía mientras que Mabel cada vez más se despertaba de lo que pasaba.

- no me iré hasta saber qué te pasa- respondió decidida. Entonces la luna se volvió completamente de color negro y formó un ojo de color rojo en medio. Una luz salió disparada donde Bill cubriéndolo por completo.

Mabel cayó por la fuerza de aquella luz junto al bastón.

- pero qué te- estaba por gritar, había empezado, hasta que vio como no se notaba el ser de un solo ojo.

Hasta que simplemente pudo ver dos esferas dentro de la luz, parecían ¿Ojos? Se acercó a ellos, estos brillaban y tenían color amarillo.

Se asustó al ver una mano salir de aquella ráfaga de luz, cada vez su corazón latía a mil por hora o segundo, no podía parar su pulso cardiaco estaba aumentado por la adrenalina que corría por sus venas.

Entonces salió otra mano mientras que ella podía visualizar una figura humana en la luz que poco a poco fue volviendo del lugar donde vino dejando a su vista a un ser ¿Humano? Tirado, desmayado en el pasto.

- Bi-Bi-Bill ¿Eres tú?- estaba nerviosa y temía tocar aquel cuerpo de cabellera rubia y piel ni morena, ni pálida, con un traje elegante de color negro y amarillo, una nariz y unos labios carnosos que Mabel no podía dejar de ver.

El bastón la movió.

- ¿Debo llevarlo? Pero, puede caminar tiene piernas y verlo me aterra- confesó, el bastón le dio un golpe en la cabeza.

- eres un- al igual que el ¿Rubio? Quería matarlo. Otra vez hizo un movimiento.

- ¡Esta bien! Lo llevo- cansada de la insistencia por parte del objeto, con timidez agarro un brazo y lo puso en sus hombros sintiendo el aroma de un humano junto a otras cosas. Se fijo que en un ojo tenía una cicatriz cruzando el ojo, como una grieta, sí, eso parecía una grieta en medio de su ojo.

- eres pesado- soltó, tomo impulso de sus piernas y lo levantó para acomodarlo haciendo que su cabeza se acomode en el cuello de la castaña, obviamente el era más alto y ahora arrastraba sus pies.

Con lentitud dio pasos hacia la puerta, el bastón la abrió y guió a Mabel hacia la habitación del rubio.

Sorprendida, la castaña miraba al bastón sin entender porqué la había llevado a una habitación diferente a la que creía ser suya. Esta estaba a unos cuartos de ella, de su "Prisión"

- este no es su habitación- se atrevió a preguntar. El bastón giro dos veces.

- solo decía- rodó los ojos y sintió como la respiración del dormida chocaba contra su cuello y erizaba su cuerpo.

Abrió la puerta y vio una habitación normal, bueno aún tenía cuadros tenebrosos pero tenía una cama normal una mesita normal podía considerarse una habitación humana para alguna personas que ame las cosas de terror.

- wow- logro decir. Sintió un movimiento por parte del cuerpo y se asustó.

- mejor lo dejo ahora- y con un movimiento lo dejo en la cama, lo acomodo y con una manta tapó su cuerpo esperando que respuesta y le explicará que sucedió ahí.

Y qué sucedió con el.

Cerró la puerta lentamente, ahora estaba sola no había duda está sería su oportunidad de escapar o al menos buscar la manera.

Camino de puntas y bajo por la escaleras, abría y cerraba las puertas que encontraba con rapidez para no encontrar más que dimensiones monstruosas y otras cosas inútiles para ella.

Entonces vio una más grande, se acercaba pero un campo de fuerza invisible le impidió acercarse más.

- si está asegurada, esa debe ser la salida- razonó. Miro a todos lados buscando una manera de desactivar eso. Pero no vio nada.

Resignada, recorrió la casa por su cuenta encontrándose un lugar con cosas humanas, parecía una casa dentro de una puerta y está era la cerradura solo debías abrirla y podrás entrar al mundo humano de nuevo. Al menos sabía que había algo humano ahí aparte de ella y, al parecer, el triángulo oh mejor dicho ex-triángulo dio media vuelta y volvió a subir las escaleras para irse a su habitación.

- mejor voy a ver su ya despertó- no es una opción ir a ese lugar, su "Prisión".

Se acercó a la puerta y se asomó por la perilla aún nadar sin respuesta. Se recostó en la puerta y bajo lentamente hasta sentir el suelo, abrazo sus piernas y se puso a pensar en las opciones que podría decir que sucedió con Bill.

- así que era un secreto, el secreto de Bill- hundió su cabeza en sus mangas.

- ahora ya no es secreto, triángulo- y sin decir más se quedó ahí esperando escuchar voces del otro lado que explicarán que sucedió con él, al menos eso le exigiría ella a el. Ya que vivirá en su casa merecía saber las cosas que pasaban en cierto lugar.

Aunque no sean de su incumbencia prefería estar preparado y no tener que estar recurriendo al malhumorado de su, ahora, compañero humano.




Holaa como verán estaré actualizando después de dos días a tres, si siguen mis otras historias podrán notar eso :3

Prisionera |Mabill| •FINALIZADA•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora