CAPÍTULO 10

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– No hasta que confieses–. Dijo Blaine a escasos centímetros del rostro de Kurt.

– ¿Confesar qué? – ¡Sólo fuí amable!

– ¿Cómo hiciste para que accediera?

– Estabas tirado en la puerta de mi casa.

– ¿Entonces fue en tu casa?

– Tú, fuiste a mi casa–. Corrigió el ojiazul sin estar seguro de que estaban hablando.

– ¿Estaba ebrio?

– ¿Porqué crees que no recuerdas nada? - Respondió cínicamente.

– ¡Eres un aprovechado! – Replicó Blaine sintiéndose ofendido.

– ¿Aprovechado? Después de todo lo que hiciste te lleve a tu casa–. ¡Eso se ganaba por ser amable!, Pensó.

– Entonces me usaste y...

– ¿Usarte? Sólo fuí amable.

– Ahora dirás qué fuí yo el que se te aventó, ¿No?

– ¡Espera! ¿De qué estás hablando? – Algo ya no tenía sentido.

– No puedes usarme y botarme como un juguete viejo–. Reclamaba Blaine.

– ¡Debes estar bromeando! – Ya había captado todo.

– No me iré de aquí hasta recibir una disculpa. Me lo debes–. Blaine se cruzó de brazos aún con el abrigo puesto.

– Me temo que será un largo día y yo cerraré a las 10:00 PM – Se burló.

– ¡Bien! Entonces no te regresaré tu abrigo–. Parecían dos niños pequeños pelando por quién es más gracioso.

– ¿No recuerdas nada de esa noche? – Preguntó.

– No, pero no cambies el tema. No sé cómo me convenciste de hacerlo pero a la próxima me gustaría que esperaras a que esté en mis cinco sentidos.

– Espera, ¿Piensas que entre nosotros pasó algo? – Dijo entre risas.
¡Primero muerto!, Se obligaba a pensar el ojiazul.

– ¿Lo negarás? –Blaine comenzaba a sentirse molesto.

– No pasó nada entre nosotros–. Aclaró.– Así que no tienes que preocuparte de una "próxima".

Blaine sólo quería que se lo tragara la tierra.
 
 
– Entonces ¿Qué pasó? – Preguntó tiempo después mientras Kurt atendía a algunas personas.

– Estabas ebrio, ya lo recordarás–. Respondió evadiendo el tema frente a sus clientes.

–Bueno, me gustaría que me lo dijeras–. Insistió el moreno.

– Llegaste a mi casa haciendo demasiado ruido–. Comenzó a explicar Kurt una vez que el mostrador estaba solo.

– No sé porqué fuí. Lo lamento.

– Te llevé a tu casa, es todo–. Concluyó.

– Ahora me siento como un completo tonto.

– Bueno, pues lo eres–. Contestó Kurt burlándose.

Blaine se levantó tan rápido que a Kurt le fue imposible evitar que Blaine le  comenzara a hacer cosquillas.

– ¡Basta!– Gritaba un risueño Kurt.

– Retráctate–. Sonreía Blaine sin dejar de tocar al castaño.

– De acuerdo, no eres del todo tonto–. Continuaba intentando librarse del agarre del más bajo.

Old Life, New Life.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora