Blaine caminó gran parte de la madrugada, el alcohol ya había bajado un poco por lo que sabía a dónde se dirigía.Reconoció la casa sin problema y comenzó a hacer algo que si estuviera sobrio no haría aunque le pagaran.
– ¡Kurt! – Gritaba mientras intentaba abrir una de las ventanas.– ¡Vamos, sal!
¡Qué carajos!, Pensó el ojiazul.
Kurt leía alguno de los libros que tenía en su buró, era algo tarde pero debía mantener su mente distraída hasta que conciliara el sueño.El castaño se levantó de la cama antes de que los gritos de Blaine despertaran a alguien más. Sin duda debía ser él.
Se asomó por una de las ventanas cercanas a la calle y lo vió.De lo más despeinado, somnoliento y... Ebrio.
– ¡Cállate! – Susurró Kurt desde la ventana.
– ¡Kurt, ahí estás! Baja para que podamos cocinar más pastelitos–. ¿Porque un ebrio no se da cuenta de que está gritando?
– Lo haré, pero debes callarte–. Kurt se alejó de la ventana y fue por una bata.
Al abrir vio que Blaine estaba recostado hecho un ovillo en la entrada de su casa.
– ¡Sí viniste! – Blaine tenía una sonrisa realmente sincera y perfecta que Kurt por poco olvida su pelea de unas horas atrás.
– ¿Qué haces aquí? – Preguntó el ojiazul en voz poco audible arrodillándose hacia Blaine.
– ¿¡Qué!? – Gritaba Blaine.
– ¿Dónde está tu móvil?– Blaine se tomó un par de segundos para pensar.
– No sé– Dijo mientras intentaba levantarse del suelo.
Si no lo llevo seguirá aquí y probablemente despierte a todos.– pensaba el castaño.
Kurt regreso al interior de su hogar para tomar su abrigo y llaves.
Al girarse vió que Blaine intentaba entrar también, por lo que corrió para impedírselo.– Te llevaré a tu casa, Blaine– Dijo Kurt sacándolo de su casa.
– Me quedaré aquí. ¿Puedo?
– No, no puedes. ¡Sube! – Ordenó Kurt abriéndole la puerta del copiloto.
Blaine obedeció e intento ponerse cómodo.
Por primera vez estaba en el auto de Kurt y sus cinco sentidos estaban mal.– ¿Dónde vives? – Cuestionó poniendo en marcha su auto.
– Tal vez ayude esto–. Dijo Blaine extendiéndole un trozo de papel.
– Está algo cerca. Llegaremos pronto–. Dijo Kurt sin poner demasiada atención al papel.
– Hace frío–. Dijo Blaine frotando sus manos en su pantalón para ganar calor.– Ponte esto–. Kurt le extendió el abrigo que había tomado en casa.
Cuando finalmente llegaron, Blaine estaba tomando una siesta en el asiento del copiloto.
Una imagen demasiado tierna según Kurt.¡Debes dejarlo y volver a casa! – Le decía su subconsciente.
– Blaine– Susurró Kurt meciéndolo un poco para que despertara.
– Kurt, no deberías estar aquí–. Respondió entre sueños.
– Ya lo sé, pero estás en mi auto– Replicó más para él.
Blaine despertó de golpe gracias al vómito.
Bajó la ventana y lo dejó salir.– Lo siento–. Dijo Blaine limpiándose con la palma de su mano.
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Old Life, New Life.
Fiksi PenggemarUn hombre misterioso, uno olvidadizo, una novia histérica y un oscuro pasado. *Vayan a leer el prólogo. :)