Old Life, New Life.

CAPÍTULO 28

Después de tres semanas sin ánimos para nada, Blaine Anderson decidió levantarse como solía ser su rutina.

Sus amigos no le habían dicho nada sobre la "conversación" que habían tenido con Kurt, pero tampoco quería escucharla.

Tomó sus cosas y salió a toda prisa para ir a su oficina.

– ¡Buenos días, Blaine! –Decía Chase alegre de verlo después de una eternidad.
Aún se veía ojeroso y triste, pero se había levantado de la cama. Y eso ya era un gran avance.

– ¿Dónde está Scott? – Preguntó Blaine correspondiendo el abrazo de Chase.

– No te alegrará–. Dijo y comenzaron a escucharse gritos de la oficina de su padre.

– ¡Hablo enserio cuando le digo que Blaine volverá! – Gritaba Scott mientras lo obligaban a salir de la oficina.

Blaine corrió a auxiliarlo y ver porque tanto alboroto.

– ¡Blaine! – Dijo Scott aliviado.

– Déjenlo pasar–. Ordenó su padre desde el interior de su oficina y sacaron por completo a Scott.

– ¿Qué está pasando? – Preguntó Blaine de inmediato.

– Has faltado por casi un mes, Blaine–. Decía su padre.- Debes entender que necesitaba avances.

¡Claro! Si a su padre le importan más los negocios que el bienestar de su propia familia.

– Que pase–. Volvió a hablar su padre para que abrieran la puerta.

– Buenos días, Señor Anderson–. Blaine sabía distinguir esa voz después de escucharla todos los días.

– ¡Sebastian! – Respondió su padre alegre y se dieron un abrazo amistoso.

– ¿Qué hace él aquí? – interrumpió Blaine.

– ¡Oh, Blainie! Sin rencores–. Dijo Sebastian.

– Debes entenderme–. Repetía su padre– Sebastian se hará cargo de todo a partir de ahora.

– ¡No! – soltó Blaine de inmediato.

– Ya está hecho.

– En teoría no, pero descubrimos todo–. Añadió Sebastian.

– ¿Todo? – ¿De qué diablos estaba hablando?

– Haremos que firme–. Dijo Sebastian con su estúpida sonrisa.

– ¡No puedes hacerme esto, padre! ¡No puedes! – gritaba Blaine mientras golpeaba el escritorio de su padre.

– Supéralo, Blaine–. Dijo su padre, tan frío como era su costumbre.

– ¿Superarlo? El chico con el que pude haber tenido algo importante ahora ya ni siquiera me habla. Y todo es por tu culpa–. Gritó alterado.

– ¡Sáquenlo! – Ordenó su padre a los mismos que habían sacado a Scott.

No hizo falta de que lo hicieran a la fuerza, Blaine se levantó y les dedicó una mirada furiosa antes de salir.

 .

– No lo dejaremos–. Dijo Scott en cuanto Blaine se sentó junto a ellos.

– Sebastian sabe todo, ni siquiera se cómo pudo conseguirlo–. Decía Blaine mientras sus amigos se miraban entre ellos.

– Blaine... – ¿Era buena idea decirle a su amigo? – Sebastian entró a casa de Kurt.

– ¿Qué? – ¿Cómo había cambiado algo en tan poco tiempo?