Un buen día, un cuervo y una serpiente se retaron a subir a las ramas más altas. Se suponía que el ganador se comería la comida que el perdedor había guardado para el invierno, pero olvidaron su apuesta cuando allí encontraron dos bebés. Adoptaron a las niñas y las llamaron Ráf en honor al cuervo (los dumitas llaman a estos animales Ráfidos) y Zielony (de manera similar, llaman Ziel a las serpientes).
Ráf y Zielony crecieron recorriendo los mundos en compañía de sus padres, aprendiendo de ellos. Los dos les contaron de dónde procedían, pero qué hacían allí no se sabía hasta que Prog fue a buscarlas y les reveló su origen. Ambas mostraron interés en regresar a Erundele, aunque fuera de manera temporal. Sin embargo, Zielony decidió que aquello era injusto y convenció a Ráf de traicionar a Prog, robando no solo objetos para los otros dioses, sino también para ellas mismas. Una vez robaron una lanza y una capa se marcharon de allí.
La primera leyenda de su travesía hasta su retorno a Erundele dice que Ráf, buscando alcanzar la sabiduría total, recorrió Gæb haciendo todo tipo de preguntas. Zielony solía ir con ella, aunque permanecía más tiempo en las paradas por motivos diversos. La más famosa tiene que ver con el rey Neiboroi, primogénito de Neir y su esposa-pez (hay variantes en las que es hijo de Neir con Burari, una reina de las hadas).
Neiboroi acogió a ambas diosas en su palacio. Les contó cómo su padre sufría por no haberlas podido ayudar y se ofreció a recompensar ese error. Ráf pidió una tina llena de tinta, mientras que Zielony pidió riquezas. Aquella misma noche, Ráf carvó en su propio cuerpo todas las palabras conocidas,y en su cara grabó la más antigua y poderosa de todas, aquella que es imposible de leer. Se arrojó en la tinta y cuando sus heridas cicatrizaron, las palabras quedaron tatuadas. También esa noche su hermana contrajo matrimonio con el hijo de Neir. Ráf partió al día siguiente con destino al palacio, considerando que si no la dejaban ocupar un trono por las buenas, lo haría por las malas.
Cuando la guerrera tatuada irrumpió en la sala derrotando a Grask, Prog procedió a disculparse. Ráf se calmó y le hizo prometer que ella tendría un trono, y así lo haría también su hermana en cuanto Neiboroi muriese. Igualmente, le propuso a Prog construir un trono personalizado para cada uno de los dioses y que así tuvieran representación en el gobierno de Erundele. Mientras construían los tronos, Prog y Ráf concibieron una hija, Myaló, que sería la madre de los Tres Hermanos.
Cien años después, tras a muerte de su primer marido, Zielony regresó al palacio, aunque no es extraño verla pulular por Gæb intentando timar o jugar con la gente. A veces, Ráf va con ella, aunque sus motivos son siempre desconocidos.
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Sobre la mitología dumita
FantasyRecopilación de mitos dumitas realizada por Wilhelm Strauß, jefe del Departamento de Literatura del Sapiorium de Berolina